Moisés Leonardo Rodriguez
LA HABANA, Cuba, junio, www.cubanet.org -Por primera vez las autoridades cubanas toleraron la celebración de una actividad pública reivindicadora de los derechos LGTB, fuera del ámbito del CENESEX, la organización oficialista que dirige la doctora Mariela Castro, heterosexual e hija del General Raúl Castro, que hasta el momento había mantenido un verdadero monopolio sobre el asunto.
El primer Paseo por el Orgullo LGTB, organizado por el recientemente creado Observatorio cubano de los derechos LGBT, una organización no gubernamental (no reconocida por el gobierno) que dirige la Licenciada Leannes Imbert Acosta, se realizó a partir de las tres de la tarde de ayer, 28 de junio, en esta ciudad, en medio de una tensa calma y bajo fuerte vigilancia policial, pero sin incidentes violentos.
La caminata se inició en la céntrica intersección del Paseo del Prado y la calle Neptuno y culminó al final del Prado, frente al malecón, y en ella participaron alrededor de treinta personas.
Estuvieron presentes miembros de la comunidad LGBT, principalmente vinculados al Observatorio, encabezados por Leannes Imbert Acosta, Ignacio Estrada Cepero y Elizabeth García Guerra. También participó un grupo de personas heterosexuales, pertenecientes a diferentes organizaciones y corrientes de la oposición democrática, que se unieron a la comunidad LGTB para manifestar su apoyo. Entre ellos estaban Ileana de los Ángeles Iglesias, Adalberto Blanco Abreu y Alejandro Sánchez Zaldívar, de la organización Corriente Martiana; Leonardo Calvo y Manuel Cuesta Morúa, de la Corriente Socialista, y María López, del Comité cubano pro derechos humanos.
A la marcha se sumó además un grupo de jóvenes blogueros independientes, entre ellos Claudia Cadelo, Orlando Luis Pardo y Miriam Celaya.
Para los manifestantes fue evidente la presencia de numerosos agentes de la Seguridad del Estado y miembros de las paramilitares brigadas de respuesta rápida, apostados en las inmediaciones. No obstante, al arribar los periodistas representantes de la prensa extranjera, pudo verse como se retiraban los policías y agentes de civil desplegados en el extremo del Parque Central que da al Paseo de Prado y en los portales de los edificios que bordean el Paseo. Sólo quedaron visibles los agentes apostados a lo largo del Prado, que fueron identificados por varios de los participantes LGTB y opositores, mientras tomaban videos y fotos de los participantes en la marcha.
Amauri, uno de los miembros de la comunidad LGBT que se unió al Paseo, explicó a este reportero que mientras se acercaba al punto de encuentro observó cómo eran ahuyentados por la policía algunos gay conocidos suyos, que intentaban llegar al lugar. También unos gay no relacionados con el Observatorio cubano de los derechos LGTB, que lograron unirse al inicio de la marcha, fueron obviamente coaccionados a retirarse por oficiales vestidos de civil. Se supo además de detenciones preventivas de algunos homosexuales en el cercano Parque Central, conocido punto de encuentro gay, que fueron trasladados a la cercana Estación de Policía de la calle Dragones, posiblemente para impedir su incorporación al evento.
Las multicolores banderas del movimiento gay avanzaron por todo el recorrido, dos en astas y dos en las manos de los que encabezaban el desfile. En varios puntos se relevaron los que portaban las banderas, que por tramos fueron ondeadas también por heterosexuales, como símbolo de unidad en la defensa de los derechos humanos.
En tres ocasiones se detuvo la marcha para escuchar las intervenciones de Leannes Imbert e Ignacio Estrada, quienes proclamaron que el evento que se estaba realizando había llegado “para quedarse” y que, en lo adelante, todos los 28 de junio se encontrarían allí los miembros de la comunidad para manifestar su orgullo y reclamar que en Cuba sean respetados sus derechos.
Leannes Imbert manifestó a la prensa extranjera: “Nosotros hemos presentado varias propuestas al gobierno para que se respeten nuestros derechos y el gobierno ha hecho oídos sordos; todavía hay violaciones de los derechos de los miembros de la comunidad, hay expulsiones de centros de trabajo por orientación sexual, todavía hay trabas para las personas LGTB acceder a buenos trabajos. Denunciar eso es uno de los objetivos del Observatorio”
Imbert aclaró que las denuncias serán hechas primero a las instituciones oficiales y, cuando no haya respuestas adecuadas, se tramitarán por los organismos internaciones. Explicó que los observadores LGBT se insertarán en el sistema de defensa de los derechos humanos, que envía sus casos directamente a la Unidad de América Latina y el Caribe de la Oficina de la Alta Comisionada de estos derechos.
Dijo además a los periodistas: “En todas las esquinas, hasta que llegaron ustedes, habían un gran despliegue de policías”
Alejandro Sánchez Zaldívar, uno de los representantes de la organización Corriente Martiana que participó en el Paseo declaró a este reportero: “No me pesa haber venido desde Mariel para acompañar a estos cubanos. Es un triunfo de la razón lo que ha ocurrido aquí. Es un triunfo de toda la sociedad civil y de este grupo LGBT en particular. Es un momento histórico”
Adalberto Blanco Abreu, también de la Corriente Martiana dijo: “Este es un hecho trascendental. Es bueno que se sepa internacionalmente que en Cuba se lucha por los derechos de los LGBT, y que se lucha por el respeto a todas las personas, las que tienen ideas diferentes y también diversas orientaciones sexuales, todos juntos; en definitiva, los derechos humanos son indivisibles e interdependientes”
María López, del Comité Cubano por los Derechos Humanos en Cuba, expresó: “Esto es lo más lindo que he visto en mi vida como opositora. Le digo a Leannes que no abandone esta lucha, que los frutos se verán muy pronto”
Ileana de los Ángeles, directora de la biblioteca independiente Simón Bolívar, del proyecto de Bibliotecas Independientes, estuvo también entre los acompañantes y declaró: “Ojalá algún día también a los que pensamos diferentes se nos deje manifestarnos públicamente, sin ser reprimidos violentamente como ocurre ahora. Deseo lo mejor a los LGTB y siempre podrán contar conmigo en sus luchas”.
Durante el evento, muchos transeúntes se acercaron curiosos a averiguar de qué se trataba aquello; algunos se detuvieron a escuchar las declaraciones que en tres ocasiones brindaron los organizadores.
El Paseo culminó del modo previsto, con un gran abrazo colectivo de todos los participantes, y la promesa de que continuará realizándose cada año.
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