domingo, 12 de junio de 2011

Debajo del pañuelo blanco

Mario J. Viera
Debajo de un pañuelo blanco se pueden ocultar muchas cosas negras, sucias maquinaciones y dilapidación de fondos públicos. Detrás de una fachada de defensa de los derechos humanos se pueden esconder la mezquindad y la más abyecta hipocresía. Detrás de la apariencia de una figura de anciana noble, puede esconderse una insolente mujer, ofensiva y soez. Detrás de un rostro aparentemente humilde puede esconderse el odio, la altivez, la soberbia, la intolerancia.

Cuesta trabajo escribir una crítica violenta contra una dama, contra una mujer en su tercera edad, pero si se trata de una señora como la tal Hebe Pastor de Bonafini, que se hizo dueña de la Plaza de Mayo de Buenos Aires y no se cansa de hablar con furioso lenguaje, lanzando epítetos procaces, insultando sin medir consecuencias, la tarea resulta más fácil y se olvida su feminidad y su edad y se le trata como  en realidad es: una arpía.

Como a menudo sucede con todos los falsos tribunos populistas, la careta de nobleza se le ha caído a la agresiva y violenta Hebe de Bonafini y se ha mostrado su descarnado rostro de corrupta y cómplice de malversadores. Esto es algo que ha quedado al descubierto tras el escándalo de los manejos turbios de Sergio Schoklender quien se desempeñaba como abogado y apoderado plenipotenciario de la Asociación Madres de Plaza de Mayo.

El 27 de mayo de 2011, la diputada por la Coalición Cívica, Elsa Quiroz había señalado que existían documentos que planteaban “irregularidades protagonizadas por el señor Schoklender”, en la compra de varios lotes de terrenos.
Ya en junio de 2010 la diputada había pedido una investigación sobre las operaciones realizadas por el apoderado de Madres de Plaza de Mayo y la sospecha de que esas operaciones se utilizaran para lavado de dinero.

Un juez federal, Norberto Oyarbide está tramitando un proceso en contra de Schoklender por presunto lavado de dinero y fraude en el uso de fondos públicos para la construcción de viviendas sociales que habría utilizado para su beneficio a través de una veintena de empresas. Sin embargo la avispada conductora de la Fundación Madres de la Plaza de Mayo parece no haberse dado de todos esos sucios manejos. ¿Creíble?

Pero pocos dudan que la controversial Hebe de Bonafini desconociera los manejos de su protegido. Según la Revista Noticias, la Sra. De Bonafini había recibido al menos trece denuncias sobre el manejo financiero de Sergio Schoklender. No se puede entender que la vocera de las Madres de Plaza de Mayo desconociera en qué andaba su apoderado cuando este quien había salido de la cárcel no hacía mucho poseía, de acuerdo con Perfil.com, “una mansión en José C. Paz, con 19 habitaciones, 14 baños, cancha de tenis y fútbol, y hasta pileta olímpica; una oficina en el complejo La Algodonera, con pileta,  bar y jardines, en Colegiales, donde funciona su empresa Meldorek; y una casaquinta en La Lonja, Pilar, con 157 metros construidos”

La escritora Susana Dillon ex integrante de Madres y distanciada de Hebe por 14 años indicó que tanto ella como otras madres veían venir el escándalo desde que aquella se vinculara con los hermanos Schoklender quienes cumplían prisión por el asesinato de sus progenitores. “Varias madres que en ese momento estaban muy unidas, nos encontramos con una Hebe que estaba un poco salida de sus cabales. Veíamos que venía la tormenta pero no sabíamos la intensidad”.

Según la candidata presidencial Elisa Carrió por la Coalición Cívica, exigió que haya verdad y justicia y cuestionó: “No se pueden usar los derechos humanos para robar en nombre de la ideología. Le robaron los derechos humanos a los pobres al no hacer las viviendas”.

Desde la izquierda se ha cuestionado a Hebe de Bonafini y su relación con su ex apoderado. El piquetero Raúl Castells del Movimiento Independiente de Jubilados y Desocupados (MIJD), declaró en una estación de radio que la Fundación Madres de Plaza de Mayo es una mascarada para encubrir el mayor negociado de dinero del Estado que termina en el bolsillo de los Kirchner.  Según Castells “la impresión que nosotros tenemos es que el agujero por el cual se saca el grueso de la plata del Estado para fines ilícitos es el tema de la construcción de obras públicas en particular esto que sale del lado de Fundación Madres de Plaza de Mayo

Finalmente aseguró tajantemente: “Bonafini es una corrupta de lo peor que hay y ha traicionado y bastardeado la sangre de sus hijos por los negocios del kirchnerismo” para concluir diciendo que Madres de Plaza de Mayo  es una banda de delincuentes de la que ella participa mientras el pueblo chaqueño está cagándose de hambre”.

Es como afirma el periodista Ceferino Reato, “el escándalo confirma que la honestidad no tiene ideología. En palabras más simples: un "chorro" puede ser de izquierda, de derecha o de centro”.

Hebe Pastor de Bonafini pretende ahora deslindarse de los manejos de su protegido y mimado apoderado y niega que alguien le hubiera alertado de las sucias actividades de este: “No ─ aseguró ─, porque lo que me parece a mí es que se armó como una banda. Por eso, hay dieciséis o dieciocho implicados. Si hubiesen sido uno o dos te das cuenta pero, cuando son tantos, uno confía”. De nuevo podemos hacernos la misma pregunta: ¿Creíble?

Haydeé Gastelú vicepresidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, esboza también una crítica sobre la controversial Hebe de Bonafini: “Bonafini se opuso terminantemente a encontrar los restos de los desaparecidos porque políticamente no le convenía”, refiriéndose al trabajo del Equipo Argentino de Antropólogos Forenses que estaba identificando los restos de los desaparecidos. Ciertamente en diciembre de 2001 los jueces tenían evidencia de que uno de los hijos de Hebe de Bonafini estaba enterrado en un lugar que habían identificado. Pero "la madre de todas las madres, el mayor símbolo de los derechos humanos", como la denominara el difunto Néstor Kirchner, había declarado: “No hay ningún juez, ni fiscal, ni diputado, ni presidente que tenga estatura moral para meterse en mi vida privada” y cuando el periódico LA NACION, según reportara este mismo órgano, le quiso dar a conocer los datos acerca de dónde podrían estar los restos de su hijo, ella contestó: “Nunca voy aceptar la muerte, ni la reparación económica, ni la exhumación de cadáveres. Si yo no lo investigué, nadie tiene autoridad para hacerlo. Mis hijos están vivos”.

El hecho mismo de que ella de por sí no tiene ni los medios, ni la capacidad para poder ubicar donde se encuentran enterrados les restos de sus hijos demuestra la poca sensibilidad humana de esta mujer que antepone sus intereses políticos al consuelo de recibir los restos queridos y darles honrosa sepultura.

Esa falta de sensibilidad humana que es característica de la vocinglera y vulgar anciana la puso de manifiesto cuando conoció del atentado terrorista a las Torres Gemelas en New York, el 11 de septiembre de 2001. Con evidente desprecio para las víctimas inocentes de aquel acto bestial simplemente dijo, rememorando aquel día: “Por eso cuando pasó lo del atentado y yo estaba en Cuba visitando a mi hija, sentí alegría. No voy a ser hipócrita, no me dolió para nada. No me dolió para nada, porque siempre digo en mis discursos, decimos las madres, que nuestros hijos serán vengados el día que el pueblo, algún pueblo sea feliz. Y creo que en el momento del atentado, un atentado sin ninguna declaración de guerra, alguien que declaró la guerra sin portaaviones, sin aviones, sin misiles, sino con el cuerpo, y no es muy fácil declarar la guerra con el cuerpo, por eso fue inesperado, porque tanta tecnología no le sirvió a EE. UU. Yo sentí que había muchos pueblos en ese momento que eran felices y sentí que la sangre de tantos en ese momento era vengada”

Esta bestia en cuerpo de anciana, que tanto repite lo de “dar el cuerpo” habló despectivamente de las Damas de Blanco de Cuba, mujeres que dan el cuerpo defendiendo la causa de sus esposos, hijos y hermanos condenados a largas penas de prisión solo por el delito de la libre expresión, como lo hicieron las Madres de la Plaza de Mayo durante la dictadura militar de Videla, el tirano al que Castro se opuso que fuera condenado por la Comisión de Derechos Humanos.

Cuando el 4 de junio de 2005 asistiera en Cuba a un hipócrita Encuentro Internacional contra el Terrorismo, por la Verdad y la Justicia un periodista pro castrista le dijera que varios periódicos extranjeros se habían referido a las Damas de Blanco calificándolas de las ‘madres de la Plaza de Mayo cubanas’, Hebe Pasto de Bonafini declaró:

Primero, déjeme decirle que la Plaza de Mayo está en Argentina y en ninguna otra parte. Nuestro pañuelo blanco simboliza la vida mientras que estas mujeres de las que usted me habla representan la muerte. Ésta es la diferencia más importante y más sustancial que hay que señalar a estos periodistas. No vamos a aceptar que nos comparen o que utilicen nuestros símbolos para pisotearnos. Estamos en total desacuerdo con ellas.

 “Estas mujeres no se dan cuenta de que la lucha de las Madres de la Plaza de Mayo simboliza el amor por nuestros hijos desaparecidos, asesinados por los tiranos impuestos por Estados Unidos. Nuestro combate representa la Revolución, la que nuestros hijos y nuestras hijas quisieron hacer. Su lucha es diferente, pues defienden la política subversiva de Estados Unidos que sólo contiene opresión, represión y muerte”.

Un tiempo, sí, aquel pañuelo blanco significó la lucha por la dignidad, por la vida; hoy ese mismo pañuelo blanco sirve para ocultar el odio, la intolerancia, el terrorismo; hoy es símbolo de vulgaridad, de todo lo que puede ser indigno en un ser humano. Ese pañuelo blanco sirve para defender a los terroristas de la ETA y a los narco guerrilleros de Colombia.

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