Mario J. Viera
Mientras el Cristo del Pacífico se iluminaba sobre la cima del Morro Solar en el distrito de Chorrillos, en Ecuador se producía un muy amistoso encuentro entre el electo presidente Ollanta Humala y el colérico Rafael Correa. Correa ofreció alfombra roja para recibir al hermano de ideales.
En el encuentro entre los dos políticos no podía faltar la crítica al periodismo. Humala no pudo evitar la tentación de congraciarse con el sanguíneo presidente del Ecuador y se lanzó a criticar a la prensa.
Entusiasmado, Correa se lanzó contra el periodismo que critica su gestión ante la sonrisa complaciente del peruano. Calificando de corruptos a los medios que mantienen una posición crítica a su gestión presidencial, Correa expresó:
“En Perú se tiene una mala imagen del presidente ecuatoriano, por leer a la prensa corrupta ecuatoriana, y han de creer que es un proyecto de Rafael Correa para limitar la libertad de expresión, todo eso es falso. Es una orden constitucional, se está cumpliendo una normativa”.
Aconsejó a Humala tener “mucha paciencia” con la prensa a lo que Humala respondió que durante la campaña electoral fue atacado “por determinados sectores de la prensa peruana y nosotros hemos soportado estoicamente, hemos demostrado que hoy en día en el Perú la prensa no pone al presidente de la República, puede hacer daño, pero no lo pone”, coincidiendo con lo asegurado por Correa de que ciertos medios creen que “como uno es personaje público se lo puede insultar, vilipendiar, calumniar, como que si para ser funcionario público uno tiene que dejar de lado la dignidad”.
Correa, además, aplaudió satisfecho lo asegurado por Humala.
De inmediato, Humala dejó asomar el lobo que se esconde debajo de la piel de carnero democrático cuando con una muy conocida demagogia de los caudillos del socialismo expresó:
“Creemos que el concepto de libertad de expresión es un concepto democrático, compartido para todos, y que esa libertad de expresión es un derecho de todos y no solamente de unos cuantos, no sólo de una élite, sino también de los de abajo”; criterio este que el diario peruano EXPRESO definiera como “equivocado concepto de ‘libertad de expresión’” y CORREO las considerara como “inquietantes declaraciones” diciendo además que Humala con sus expresiones de “democratización” del periodismo estaba “rememorando la doctrina de la dictadura de Juan Velasco Alvarado sobre los medios de comunicación”
Esta es la misma propuesta que hiciera Fidel Castro al inicio de su dictadura cuando abogaba que la prensa recogiera la expresión de la opinión popular, y luego confiscar todos los medios de información colocándolos como instrumento de propaganda y manipulación de la información.
Aldo Mariátegui, del CORREO afirmó en un artículo de opinión "¿Dónde están los Vargas Llosa ahora?" aseguró que Humala le había sonado “igualito a Velasco, ese nefasto dictador que persiguió con saña a la prensa con argumentos similares, y que no sólo persiguió y deportó a periodistas, sino que incluso acabó confiscando los medios, comenzando con la TV, para luego ingresar a patada limpia a los diarios en julio de 1974, acompañado por la izquierda y la caviarada de aquel tiempo (...) La coartada para entrar fue precisamente que ‘la libertad de prensa era un privilegio porque servía sólo a unos pocos’".
Refiriéndose a lo dicho por Humala de haber sido atacado “por determinados sectores de la prensa peruana”, Mariátegui opinó:
“¿No esperaba ataques en una campaña presidencial? ¿Qué quería que le digan con esos antecedentes familiares, esos devaneos chavistas, el "Locumbazo", el "Andahuaylazo", ese espantoso primer plan de gobierno, su retórica roja, esas juntas ultras como Javier Diez Canseco, ese antichilenismo belicoso, etc.? ¿Quería que se le echen flores, caricias y besitos nomás?”
Y criticando la supuesta estoicidad del presidente electo ante los ataques que le hiciera la prensa, el periodista agregó:
“Y sobre su "estoicismo", bueno, esa actitud tiene que tomarla cualquier político en cualquier país libre frente a las críticas, tal como el cocinero que sabe que alguna vez se va a quemar cuando entra en la cocina. ¿O acaso también Keiko y PPK no "soportaron estoicamente" a La Primera, La República, Canal 4, Diario 16, etc.? ¿O Castañeda a Perú.21? (...) Así es el fútbol, compadre. Como el periodismo. Te cae harta patada en la canilla, te gritan de todo desde las tribunas y te levantas nomás para seguir jugando. Que se ponga nomás su cuero de chancho y no sea tan llorón, que eso se ve horrible en un militar”. Luego concluye la idea diciendo:
“Es que realmente es inquietante que desde antes del saque ya se le esté saliendo el militar a Humala, con ese lenguaje que mezcla un amenazante autoritarismo latente con una palabreo demagógico. A ver pues si Mario Vargas Llosa (...) se pronuncia en El País con respecto a estas desafortunadas palabras, ya que él debe recordar muy bien a Velasco”.
Humala no solo expresó la implícita idea de control de la prensa, también retomó la retórica de la izquierda bananera de America Latina, en los mismos términos que han expresado Fidel Castro y Hugo Chávez y en la Biblia del perfecto idiota latinoamericano “Las venas abiertas de América Latina” de Eduardo Galeano, el colonialismo: “...los pueblos de Latinoamérica nos están exigiendo el reto de romper con las ataduras del colonialismo y crear nuestro propio camino, andar sobre un camino propio, y eso significa darle voto a quienes jamás tuvieron voz”. Ese supuesto camino propio muy bien podría ser en los planes de Humala el seguido por el régimen castrista o el ideado por el chavismo. No cabe duda que los zorros pueden mudar el pelaje, pero no las mañas.
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