Mario J. Viera
De veraz, Pepe Lobo no convence, ni convencen las excusas dadas por personeros de su gobierno. No convence desde que nombró al comunista reciclado César Ham al Instituto Nacional Agrario; no convence desde que firmó el claudicante Pacto de Cartagena.
El pacto no firmado entre Porfirio Lobo y Ariel Vargas, una especie de acuerdo “entre caballeros” no necesitaba ser rubricado. El informe rebelado tanto por el diario hondureño EL HERALDO y EL NUEVO HERALD de Miami no deja lugar a dudas y su lectura pone en evidencia que se trató de un convenio entre el actual mandatario hondureño.
La explicación que ha dado Lobo no es una refutación del acuerdo recogido por el encargado de negocios chavista: “Yo invite al encargado de negocios de Venezuela (Ariel Vargas) a que nos reuniéramos ─ trató de explicar Lobo ─ y lo que pedí fue que le explique a su Gobierno que hay cosas que no puedo hacer, porque a veces confunden y creen que soy de un partido que no soy”. Se trata de una torpe justificación.
No obstante en la iniciativa “Dialogando con Mi Presidente” el sábado 18 de junio declaró:
“La plática que está referida en el cable casi todo es cierto, casi todo, yo me reuní con él (Vargas) personalmente pero lo importante es leer lo que dice el cable porque un tema es lo que dice el cable y otro tema es lo que dicen otros, porque si ustedes ven el cable ahí no veo ningún pacto secreto”
Por supuesto que se trató de un pacto que llevó al compromiso de allanar el camino para la instauración de una Constituyente, el perdón de los delitos de Mel Zelaya y de sus compinches y el reconocimiento del Frente Nacional de Resistencia Popular que se recogieron en el acuerdo de Cartagena. Todo es claro.
"¿Saben que pasó? les voy a explicar, recuerden ustedes que estábamos a punto de ingresar a la OEA algunos países como Ecuador mantenían la posición de que nosotros deberíamos de enjuiciar a los militares y que yo debería sacar a los que están en el gobierno, entonces yo invité al encargado de negocios de Venezuela a que nos reuniésemos porque él vive aquí, él conoce bien la realidad y lo que yo le pedí es, mire quiero que usted le explique a su gobierno que hay cosas que yo no puedo hacer”
Esta explicación genera más dudas. ¿Acaso no significa un reconocimiento al liderazgo de Hugo Chávez en el plano continental?
Igualmente, Lobo da un fuerte reconocimiento al payaso de Miraflores y acatamiento a su injerencia cuando declaró:
"Para su tranquilidad y los temores infundados de mucha gente el presidente Chávez él me dijo a mí: ‘Presidente, usted no puede imponer una constituyente, usted tiene que consultar al pueblo’”
De aquí la reforma al artículo 5 y cumplir la “sugerencia” de Chávez. ¿Será cierto que Porfirio Lobo es la nueva carta que Chávez en el póquer político guardaba en su manga, luego de echar a un lado a Zelaya por inútil?
Después de sus últimas declaraciones, mal dejó Lobo a la ministra de la Presidencia, María Guillén, quien el día 17 dijera:
“Hay un acuerdo que yo lo tengo acá y es el Acuerdo de Cartagena y este es el único acuerdo que está firmado (...) Yo no puedo referirme a la veracidad o no veracidad de lo que dice ese documento, porque yo me remito a los hechos sobre los cuales el presidente Lobo ha estampado su firma”
Es que ni siquiera sus ministros conocían de la reunión privada que sostuvo el presidente con el encargado de negocios venezolano. ¿Qué decir del canciller Mario Canahuati que dijo desconocer si existía un acuerdo secreto entre Porfirio Lobo y Hugo Chávez? “Desconozco eso ─ afirmó Canahuati ─; el documento que se firmó en Cartagena es sumamente claro, lo que se da a conocer es que existen mecanismos definidos a través del artículo 5 y la eliminación de cualquier restricción para que el pueblo sea consultado a través del plebiscito y referéndum”
La reforma del artículo 5 suprimió del texto constitucional suprimió lo referido a la prohibición de convocar a referendo la supresión de lo establecido por el artículo 374 de la Constitución, uno de los artículos previos. “No será objeto de referendum o plebiscito los proyectos orientados a reformar el Artículo 374 de esta Constitución”.
Fue por esta misma razón que Zelaya fuera destituido de su investidura en concordancia con la legalidad y los postulados constitucionales hondureños. Chávez, por tanto, logró su objetivo en Honduras. Como bien se expresa en un reciente Editorial del diario hondureño, LA PRENSA, todo indica que Pepe Lobo “coquetea en serio con Chávez”.
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