lunes, 28 de noviembre de 2016

El presidente designado, Donald Trump, preocupado y molesto

Mario J. Viera


Hay tormentas soplando sobre la Tower Trump, en New York. El presidente designado se siente furioso y molesto, y es así, porque la excandidata a la presidencia por el Partido Verde Jill Stein ha osado poner en dudas la legitimidad de que Trump alcanzara los 290 votos electorales que le garantizarían la presidencia, al menos en tres Estados, Wisconsin, Michigan y Pennsylvania, que juntos aportan un total de 46 votos electorales.

Y dice Trump, como diciendo ¿a qué viene la necesidad de tal recuento? Si es que, expresó en uno de sus acostumbrados twitters, “Hillary Clinton concedió la elección cuando me llamó justo antes del discurso de victoria y después que ya estaban los resultados. Nada cambiará”. Por tanto, deduce el designado, ese conteo es una “estafa” del Partido Verde por una elección que ya ha sido concedida. Y se muestra molesto pensando: “Demasiado dinero y tiempo que se gastará – ¡para el mismo resultado! Es triste”.

Una estafa, así ha visto este esfuerzo que ya va abriéndose camino, el designado, y como cita Spencer Platt de la CNBC, Trump imprecó el esfuerzo como una forma de Stein para "llenar sus arcas con dinero, que ella ni siquiera gastará en este recuento ridículo. Los tres Estados fueron ganados por un gran número de votantes, especialmente Pennsylvania, que fue ganado por más de 70.000 votos”. En realidad, en esos tres Estados, Trump superó a Clinton por un estrecho margen; en Michigan Trump superó a Clinton en solo 2 décimas porcentuales (47.5% - 47.3%); Pennsylvania Trump ganó una décima porcentual sobre Clinton (48.8% - 47.7%) y en Wisconsin sus resultados fueron mejores, aunque manteniendo todavía una estrecha diferencia de 8 décima porcentuales (47.8% - 47.0%). Fuente: Resultados actualizados hasta el 27 de noviembre. The Cook Political Report. (http://cookpolitical.com/story/10174).

¿Qué se está jugando con este recuento de votos? Si nos atenemos a lo que declarara Trump, él no debiera sentirse preocupado por el tal recuento; así blasonó, diciendo: “Es importante destacar que con la ayuda de votantes a través del país, ganamos 306 votos electorales el día de la elección ─ más que cualquier otro republicano desde 1988 ─ y nos llevamos nueve de 13 de los estados indecisos, 30 de 50 estados, y más de 2 600 condados de toda la nación ─ el mayor desde el Presidente Ronald Reagan en 1984”.

No obstante a lo dicho, es evidente que hay preocupación en el presidente designado; se trata de 46 votos electorales los que se están disputando y sobre todo los 20 muy importantes de Pennsylvania. Y la diferencia de votos populares en ese estado fue de algo más de 68 mil votos a favor del republicano... Analicemos algunos hipotéticos resultados, solo por hacer un juego de sumas y restas.

1)     Si el recuento diera, hipotéticamente, a Hillary Clinton como vencedora en los tres estados, entonces sus 232 votos electorales ascenderían hasta 278 y los 306 votos electorales de Donald Trump quedarían reducidos a solo 260 votos.
2)     Si, seguimos hablando hipotéticamente, Hillary Clinton en el recuento ganara los estados de Wisconsin y Michigan y perdiera Pennsylvania entonces sus votos electorales ascenderían solo a 258 votos electorales, en tanto que Trump manteniendo Pennsylvania a su favor sus votos electorales solo llegarían a 280 votos electorales lo que, no obstante, seguiría siendo el ganador por el Colegio Electoral superando en 10 votos electorales los requeridos para ser designado como presidente de Estados Unidos.
3)     En conclusión, de acuerdo a las reglas de la elección indirecta, para que Clinton sea proclamada presidente necesitará ganarse los tres estados en disputa; en tanto Trump solo requiere mantener a su favor a un solo estado de los tres, Pennsylvania.

Pero esto no impide que Trump esté sumamente preocupado. Sabe que Clinton le superó en 2 millones de votos populares, 64,22 millones, frente a los 62,21 de los votos recibidos por él, y eso es algo imprescindible para ser reconocido como presidente legitimado. Entonces, como antes, cuando los estimados le daban como perdedor frente a la demócrata, aseguraba sin presentar prueba alguna que las elecciones estarían amañadas, ahora suelta el siguiente bulo: "Además de ganar de manera aplastante en el Colegio Electoral, gané en el voto popular si se deducen los millones de personas que votaron ilegalmente". ¡Millones de personas! No es juego, ¿cuántas? ¿2 millones, tres, cuatro? Se adivina detrás de esta denuncia la mano de su principal consejero, el antes director de la Breitbart News Network, Steve Bannon.

Para Bernie Sanders, en declaraciones que hizo ante CNN, señaló que, aunque nadie espera que se produzca, con el recuento de votos, un “cambio profundo, no obstante, no hay nada erróneo en continuar el proceso”.


El sábado, día 26 de noviembre, la campaña de Hillary Clinton anunció que se sumaba a la petición de recuento lo que Trump calificó como una decisión “triste”. El abogado de la campaña de Hillary Clinton, Marc Elias expresó al respecto: "Pretendemos participar para garantizar que el proceso prosiga en una manera que sea justa para todas las partes". Sin embargo, la asesora principal de la campaña de Trump, Kellyanne Conway hizo una declaración que parece una amenazante advertencia dirigida a Hillary Clinton diciendo que el designado presidente no había descartado la posibilidad de llevar a cabo una investigación criminal en el uso de Clinton de un servidor de correo electrónico privado mientras estuvo al frente de la Secretaría de Estado.

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