Radio Praha. 07-04-2011
La deuda de Cuba con la República Checa asciende a más de 250 millones de euros, lo que convierte a la Isla en el mayor deudor del país centroeuropeo.
Praga y La Habana mantuvieron estrechas relaciones política y comerciales durante la existencia del hoy extinto bloque soviético. Y es precisamente de ese periodo que data la millonaria deuda, según explicó el viceministro de Finanzas, Tomáš Zídek.
“La mayoría de las deudas son de la época del Consejo de Ayuda Mutua Económica (CAME), cuando existía el llamado bloque soviético. Después vinieron los cambios políticos, muchos países dejaron de pagar, pero las deudas siguieron creciendo como en el caso de Cuba”, indicó Zídek
Después de la Revolución de Terciopelo, que en 1989 puso fin al comunismo en Chequia, los vínculos entre la Rep. Checa y Cuba se redujeron a la mínima expresión y terminó la ayuda entre los “países hermanos” que impulsaba Moscú.
Funcionarios del Ministerio de Finanzas checo sostienen que las conversaciones sobre la deuda cubana son poco productivas. Representantes del régimen de La Habana argumentan que Praga participó en las actividades que condujeron al fin del campo socialista y que eso afectó a la economía cubana, por lo que Chequia debería condonarles la deuda.
Es por esa razón que las autoridades checas han calificado de peligrosa la deuda cubana. En la lista de grandes deudores aparecen después de Cuba, Kazajstán, que también se niega a pagar, la antigua Yugoslavia, Irak e Irán.
El régimen de Myanmar, antigua Birmania, pagó recientemente Chequia una deuda de más de cinco millones de euros, pero entre los deudores de la República Checa hay todavía más de 900 millones de euros.
Mi opinión
Si los checos quieren cobrar la deuda contraída por el gobierno usurpador que le presionen con fuerza; que le demanden internacionalmente, que le corten los créditos, que se sumen al embargo comercial, cualquier cosa que se les ocurra.
Cuando se restablezca la República de Cuba, el nuevo estado que surja entonces, que deberá ser un gobierno electo democráticamente, con divisiones de poderes de acuerdo con los postulados de la Constitución de 1940, que sea respetuoso de los derechos civiles de los ciudadanos, no creo que se deba reconocer la deuda contraída por un gobierno usurpador con un gobierno comunista, aunque ese gobierno haya sido sustituido por un gobierno democrático.
La deuda con Chequia, igual que con la Unión Soviética, fue contraída para fortalecer el poder totalitario de Fidel Castro, armar a sus cuerpos represivos y darle buena vida a los miembros de su parasitaria nomenclatura.
La Cuba del futuro no deberá estar obligada a respetar la ayuda que el castrismo recibió para afianzar su dominio sobre Cuba.
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