Mario J. Viera
Una curiosa nota apreció hoy en varios diarios. Un visitante a la National Gallery of Art de Washington atacó un hermoso lienzo del pintor neo impresionista Paul Gauguin gritando “This is evil” o lo que es lo mismo, “esto es maligno”.
Dos mujeres tahitianas. Paul Gauguin
El cuadro atacado es un óleo sobre lienzo de 94 x 73 cm, perteneciente al Museo Metropolitan de New York y titulado “Dos mujeres tahitianas” pintado por Gauguin durante su refugio en Tahití y donde se muestra a dos jóvenes nativas con los pechos al descubierto ofreciendo flores.
En opinión de Luis Sanguino Arias, director de la colección el cuadro es probablemente “una de las imágenes más bellas entre las pintadas por Gauguin durante su estancia en Tahití”.
Gauguin, quien había tenido una vida azarosa y con dificultades económicas había decidido vivir en Tahití en 1891, cuando tenía 42 años de edad buscando llevar una existencia tranquila en contacto con el primitismo. Buscaría en aquel remanso de paz, según diría, “sin otra preocupación en el mundo más que expresar, como lo haría un niño, las impresiones de mi mente, usando sólo el medio del arte primitivo; el único medio correcto, el único medio verdadero”.
Cristo amarillo. Gauguin
Ya para entonces había pintado el famoso Cristo Amarillo característico de la pintura impresionista y “La visión después del Sermón”. En Tahití son muchos los cuadros que pinta, “La mujer con la flor”, “Mujeres tahitianas en la playa” y el cuadro agredido en Washington, “Dos mujeres tahitianas”, realizado en 1899.
Visión después del sermón. P. Gauguin
La mujer con la flor. Gauguin
Mujeres tahitianas en la playa. Gauguin
Describiendo este cuadro, Luis Sanguino Arias nos dice: “Las dos jóvenes que nos ofrecen las flores están captadas con enorme naturalidad y realismo, muestra de la alegría que anima el corazón de un artista necesitado de esos momentos de felicidad. Los hermosos rostros están perfectamente dibujados - realizando para ello varios dibujos y xilografías preparatorias - incluso ambas figuras no resultan tan planas como otras de estos momentos, colocando la mano que sujeta la bandeja en escorzo, al igual que la cabeza de la joven de la derecha. La gama cromática utilizada resulta muy llamativa al realzar el ocre y la piel tostada de las muchachas con el color rojo de las flores, el azul del vestido o el verde del fondo”.
De acuerdo con la información ofrecida del incidente el agresor trató de arrancarlo y y llegó a golpearlo, según testigos citados por 'The Washington Post', aunque no resultó dañado según informó una portavoz del museo.
Siempre hay algún puritano que da la nota ridícula y la demostración de una supina ignorancia, pero el mundo es así, los genios son los que menos abundan. El puritano (¿No será un seguidor de Terry Jones?) fue detenido por la seguridad del museo y presentado ante los tribunales.
El ridículo acto me ha permitido, al menos, dejar por un momento de lado la política y regodearme con algunos cuadros del pintor francés Gauguin.
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