Francisco Rivero Valera. EL UNIVERSAL
En el Certificado de Defunción se
registra la causa de muerte de cada persona. Es un documento obligatorio para
la inhumación y exhumación, con varias secciones importantes.
La sección I con la identificación del
fallecido, fecha de nacimiento y del deceso.
La sección VI es exclusiva del médico
que emite la certificación. Incluye la causa de muerte con 4 subcausas interrelacionadas.
Otros estados patológicos contribuyentes de la muerte pero sin relación con la
causa principal. Y confirmación del diagnóstico, con 6 opciones: por autopsia,
examen del cadáver, exámenes de laboratorio, historia clínica, interrogatorio de
familiares o testigos, y otros.
De esa manera, la información sobre la
causa del deceso de cada persona debería de ser acertada. Y lo es, en muchos
casos. En otros, no tanto. Como en los casos con causa sospechosa de muerte.
Un ejemplo puede ser Franklin Brito,
disidente de este gobierno, fallecido en huelga de hambre en el Hospital
Militar de Caracas el 30 de agosto del 2010. Su certificado de defunción es
público por su amplia difusión en la prensa nacional, internacional e Internet.
Ahora es tan conocido como el acta de defunción de Simón Bolívar.
Registra como causa de muerte: shock
séptico p/p, debe ser por paro, respiratorio. Si es así, sería inexplicable que
el paro respiratorio haya ocasionado el shock séptico, cuando es todo lo
contrario. La desnutrición proteico-calórica, consecuencia de su huelga de
hambre, figura en 4to lugar. Y la confirmación del diagnóstico fue hecha por
historia clínica, no por autopsia. O sea, si
algo puede salir mal, saldrá mal. Ley de Murphy.
Otro ejemplo reciente es el acta de
defunción de Simón Bolívar. Según los 33 boletines redactados en diciembre de
1830 por el médico francés Alejandro Próspero Reverend, y el protocolo de
autopsia, la causa de muerte fue Tisis
Pulmonar, o sea: Tuberculosis Pulmonar. Sin embargo, 180 años después, por
sospechas de envenenamiento que surgieron en este gobierno, decidieron aclarar
las dudas con costosos y avanzados recursos técnicos y científicos de
Tanatología, en un proceso que algunos interpretaron como un acto de
nigromancia. Al final, las dudas predominaron sobre las certezas, y la
enfermedad Broncopulmonar nunca fue descartada con los estudios del esqueleto.
Y el ejemplo más reciente de causa de
muerte sospechosa es la del presidente Chávez. No se conocen su certificado de
defunción ni los resultados de autopsia. Solo son públicas las declaraciones
sobre el cáncer, hechas por el paciente y su entorno. Pero, el alto gobierno ha
emitido su insólita teoría de enfermedad
inoculada por supuestos enemigos del país.
La contradicción e ignorancia van
juntas y por partida doble: el cáncer fue diagnosticado, operado en 4
oportunidades, con complicaciones postoperatorias y tratado con quimioterapia
en Cuba. Y, según expertos, la
inoculación del Cáncer en humanos es prácticamente imposible – A. González
M., MD. Anderson Cancer Center Madrid. No
es contagioso ─ C. Cubedo. Y no es
hereditario ni lo causa el Estrés ─
I. Blanco. Creo que alguien está perdiendo el sentido del ridículo con esa
teoría de conspiración y miedo.
Por eso es que vemos al final que todo
es una paradoja: con manipulación de la muerte, la negación de la paz
postmortem y las palabras de Fidel Castro: "ni los muertos pueden descansar en un país oprimido". Faltaría
saber a qué país se refiere. ¿Venezuela, Cuba o ambos?
De todas maneras, todos merecen
el R.I.P.
Amén.
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