De hecho, cada dólar de
gastos del estado relacionados con la expansión (del Medicaid) en los próximos
diez años sumará $9.51 de fondos federales adicionales, estimulando nuestra
economía regional y la creación de unos 65,000 empleos en el sector privado,
solamente en los primeros seis años.
Peter A. Gorski. EL NUEVO HERALD
Director principal
de Salud y Desarrollo Infantil de The Children’s Trust y profesor de Salud
Pública, Pediatría y Psiquiatría de la University of South Florida.
Cuando el Tribunal Supremo de Estados Unidos tomó
recientemente la histórica decisión de avalar la Ley de Protección al Paciente
y Cuidado de Salud Asequible (PPACA), fueron aseguradas varias reformas
importantes de la política y práctica sanitarias, a la vez que estalló una gran
controversia. Algunas de las disposiciones clave de la ley tienen un
significado especial para los niños de la Florida:
• Protección contra la exclusión de individuos con
condiciones preexistentes (al menos, 400,000 en la Florida) de los beneficios
de un seguro de salud.
• Servicios de prevención recomendados por la Academia
Americana de Pediatría (Directrices de Salud Bright Futures), sin costo para
las familias.
• Aumento de la tarifa de pago del Medicaid a los niveles
de Medicare para el 2013 y el 2014, mejorando la capacidad y disposición de los
proveedores de atención médica para tratar a niños.
• Extender el permiso para que los hijos dependientes
permanezcan en el seguro de salud de sus padres hasta los 26 años (224,000 en
la Florida).
• Aprobación de la ampliación del Medicaid a un millón de
niños más en la Florida cuyas familias tienen ingresos iguales o inferiores al
133 por ciento del índice federal de pobreza ($25,390 para una familia de tres
en el 2012).
Ese último cambio mencionado ya ha provocado un enorme
debate político en la Florida desde que el Tribunal Supremo también dictaminó
que los estados pueden optar por no ampliar sus programas del Medicaid sin
tener que pagar las sanciones monetarias que la ley había exigido inicialmente.
Por supuesto, si la Florida decide no ampliar su cobertura del Medicaid, $20
mil millones en fondos federales destinados a la Florida irían a parar a otros
estados en los próximos diez años. Este dinero, que ha sido pagado por los
residentes de la Florida mediante impuestos federales, se destinaría a
residentes de otros estados, si nuestro gobierno estatal rechaza la expansión
del Medicaid.
Más de dos millones de niños de la Florida participan en
el Medicaid o el Programa de Seguro de Salud Infantil (CHIP), también conocido
como Florida KidCare. La gran mayoría de los beneficiarios del programa
Medicaid de la Florida son niños de familias que trabajan en empleos de bajos
ingresos.
¿Cuánto le costaría a nuestro estado ampliar la cobertura
de seguro médico a niños y familias de bajos ingresos, niños con discapacidades
y niños con problemas crónicos de salud graves? En primer lugar, el gobierno
federal pagará la totalidad del costo de la expansión hasta el 2016, el 95 por
ciento en el 2017, el 94 por ciento en el 2018, el 93 por ciento en el 2019 y
el 90 por ciento en el 2020, y en adelante.
En la actualidad, el gobierno federal aporta solamente el
58.72 por ciento de los fondos de contrapartida del Medicaid. Así, la Florida
gastará $214 millones por año, de los cuales se espera que menos de $130 millones
provengan de ingresos generales de cuya recaudación el Estado es directamente
responsable. En contexto, se espera que garantizar el seguro de salud a un
millón más de niños y familias mediante la expansión del Medicaid aumente el
gasto total del Estado para Medicaid en sólo un 1.8 por ciento en 2022-2023.
De hecho, el Florida Center for Fiscal and Economic
Policy, una organización independiente de investigación sobre políticas,
calcula que después de tomar en cuenta las reducciones asociadas con la
prestación de atención médica sin compensación a aquellos que no disponían de
seguro, los contribuyentes de la Florida deben ver ahorros netos con la
expansión del Medicaid.
De hecho, cada dólar de gastos del estado relacionados
con dicha expansión en los próximos diez años sumará $9.51 de fondos federales
adicionales, estimulando nuestra economía regional y la creación de unos 65,000
empleos en el sector privado, solamente en los primeros seis años.
Si la Florida se niega a participar en la parte de la expansión
del Medicaid de la ley de reforma de salud PPACA, los contribuyentes tendrán
que pagar más y las primas de los seguros privados de salud se elevarían a fin
de cubrir el costo de la atención médica no compensada. Los dueños de negocios
y los hospitales tendrán que asumir la carga financiera de subsidiar el cuidado
de niños y padres sin seguro médico o con seguro insuficiente. Nuestros hijos
tendrán que pagar el más alto precio: perspectivas limitadas de salud,
reducción de la capacidad de aprender y triunfar en la escuela, el trabajo y,
en última instancia, imposibilidad de contribuir a la recuperación económica,
la prosperidad y el liderazgo cívico de nuestro estado y de nuestra nación.
Podemos optar por ampliar de forma permanente la actual
recesión económica manteniendo vulnerables a los más vulnerables entre
nosotros. O podemos reconocer que todo el mundo sale ganando si apoyamos
colectivamente el derecho y la oportunidad para todos los niños de alcanzar su
potencial.
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