jueves, 17 de marzo de 2011

Sin tiempo para más: ES HORA DE ACTUAR.


Mario J. Viera
Mapa de los combates en Libia. Tomado de EL PAIS

Un titular del diario español ABC destaca claramente, lo que no se puede negar: “La pasividad de la comunidad internacional da alas a Gadafi”. Luego que la Liga Arabe dio luz verde para el establecimiento de la zona de exclusión aérea sobre Libia, las potencias mundiales no se han decidido a poner en marcha la indispensable medida.
Rusia con medidas dilatorias ha frenado el necesario acuerdo dentro del Consejo de Seguridad de la ONU. Los rusos no olvidan las buenas relaciones que la desaparecida Unión Soviética mantenía con el delirante dictador libio. No de balde un alto oficial de la KGB ocupa posiciones relevantes dentro del gobierno ruso.
Estados Unidos, aunque dispuesto a establecer la tan llevada y traída zona de no vuelo, se encuentra dominado por el síndrome iraquí, y se inmoviliza a la espera de un acuerde que legitime la opción militar a favor de los insurgentes.
Francia encabeza la propuesta de actuar urgentemente para detener el baño de sangre en las zonas ocupadas por la insurgencia y acudir al llamado de la libertad de un pueblo que ha decidido deshacerse de una satrapía de 42 años, pero sin los adecuados recursos militares para lograr sus objetivos.
Muamar Gadafi se frota las manos en su cuartel de Bab Al Azizia ante la pasividad internacional. El dictador ha anunciado a través de su televisión, importante arma propagandística que a menudo poco tiene que ver con la realidad, que sus hombres se encuentran a las puertas de Bengasi”, afirma el enviado especial de ABC al Cairo, Luis de Vega.
Ajdabiya, antesala a Bengasi, se encuentra cercada por las fuerzas de Gadafi y acosada por bombardeos aéreos ataques de tanques, artillería pesada e infantería. La desmoralización entre las fuerzas rebeldes va creciendo a medida que las potencias, Europa y Estados Unidos no acaban de coincidir en la necesidad de enviar de forma contundente su asistencia al movimiento opositor.
En declaraciones hechas al ABC, Mustafá Abdel Jalil, líder del Consejo Nacional de Transición afirmó: “De momento la comunidad internacional, y Europa, están más preocupadas del petróleo que de la vida de los libios. Sólo pedimos que tomen cuanto antes las medidas para cerrar el espacio aéreo y detener los bombardeos, nada más. Cada día que pasa aumenta el número de muertos y Gadafi aprovecha el aire para seguir trayendo mercenarios y armas para proseguir con su masacre”.
¿Es necesario esperar más? La comunidad internacional debe estar dispuesta a actuar sin más dilación. La espera solo beneficia a Gadafi. “Todos sabemos de lo que es capaz Muamar y si no hay presión extranjera arrasará el país hasta quedarse él solo si hace falta”, agregó el líder de la resistencia libia. ¿Habrá que esperar a que Gadafi arrase a Libia y desate una cacería de brujas contra los oponentes?
Hasta el embajador adjunto libio ante las Naciones Unidas, Ibrahim Dabbashi, que rompiera sus lazos con el gobierno de Muamar el Gadafi, considerando que no quedaba tiempo para más retraso, exigió que la comunidad internacional una acción inmediata. Hillary Clinton, Secretaria de Estado de Estados Unidos ha expresado y reconocido: “La llamada de la Liga Árabe a una acción militar para proteger a los civiles libios, contra un miembro de la Liga Árabe, fue una extraordinaria muestra de liderazgo y de convicción real”; entonces ¿A qué más espera?
Hasta la Secretaria del Partido Socialista francés (PS) ha declarado sentir vergüenza por Europa y las organizaciones internacionales por su incapacidad de ir al encuentro con “un pueblo martirizado y que aún lo será más por la incapacidad de las potencias de este mundo de llegar a un acuerdo”. La Secretaria del PS recordó que “el PS, desde el 27 de febrero había exigido la zona de exclusión aérea, que hubiera impedido lo que actualmente está ocurriendo”.
Rebeldes libios posan ante un tanque capturado en  Ajdabiya

La resistencia al avance gadafista ha sido formidable pese a su inferioridad en equipos de combate. Esta realidad se interpreta leyendo entre líneas lo que Gadafi asegurara al diario francés Le Figaro contestando a la pregunta de cuánto tiempo se daría para controlar el país: "Si utilizáramos la fuerza ─ declaró ─, nos bastaría con un solo día. Pero nuestro objetivo es desmantelar progresivamente esos grupos armados recurriendo a diferentes medios como rodear ciudades o el envío de mediadores”.
Gadafi no ha dudado en utilizar la fuerza en toda se extensión con bombardeos aéreos incluidos. Si no ha podido abatir la rebelión en un solo día, como en verdad desearía, es por la fuerte resistencia que los insurgentes le han enfrentado a su avance. Sin embargo, pese a esa resistencia, las tropas de Gadafi avanzan aprovechando su capacidad en armamentos.
Se requiere la acción de la comunidad internacional. Si las tácticas dilatorias de Rusia y los tapujos de Alemania impiden una pronta decisión que ayude a evitar que la rebelión sea ahogada en sangre, Francia, Inglaterra y Estados Unidos, fieles a sus tradiciones democráticas y defensa de la libertad, debieran actuar de por sí, al margen de cualquier decisión del Consejo de Seguridad. El Pacto de Munich que pretendió amansar la ferocidad hitleriana con la entrega de Checoslovaquia significó el inicio de la debacle de la Segunda Guerra Mundial. La Historia ha condenado aquel cobarde pacto. Un Pacto de Munich de nuevo tipo en el caso de Libia que impida la intervención de las potencias en defensa del pueblo libio sería condenado irremediablemente por la Historia por los escrúpulos legalistas de los miembros del Consejo de Seguridad de la ONU.

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