En noviembre de 2010 el capellán de los Heraldos del Evangelio del Paraguay, padre Rafael Ramón Ibarguren Schindler, fue nombrado vicario apostólico de San Miguel de Sucumbíos del Ecuador. En un comunicado difundido por los caballeros de la Virgen se anunció que el Papa aceptó la renuncia, por límite de edad, del S. E. monseñor Gonzalo López Marañón, OCD, vicario apostólico de Sucumbíos. Esta decisión ha generado una molestia en la comunidad.
Tras el anuncio, Rafael Correa declaró que vetaría esa decisión en virtud del Tratado Modus Vivendis.
En octubre de 2008, Monseñor Gonzalo al cumplir la edad jubilar de su ministerio presentó al Vaticano su renuncia al cargo de Obispo de la provincia de Sucumbíos. Dos años después no se había producido el nombramiento de un obispo reemplazante. El 23 de octubre de 2010, el nuncio apostólico le comunicó a Monseñor Gonzalo que en un plazo de una semana se posesionaría el nuevo Administrador Apostólico de Sucumbíos y mediante una carta del cardenal Mons. Díez, encargado de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, se le dice que tiene que entregar inmediatamente el Vicariato y se le pide que salga de la diócesis invitándole a regresar a su país de origen.
S. E. monseñor Gonzalo López Marañón
Esta situación creo un estado de disgusto entre la feligresía de Sucumbíos.
El 9 marzo de 2011, Rafael Correa Delgado, impuso la Condecoración Nacional al Mérito, en el grado de Caballero, a Monseñor Gonzalo López Marañón, por su valioso aporte al país.
En su edición del 13 de mayo de 2007, el diario argentino CLARIN reportando sobre la visita del Papa al Brasil describe a los Heraldos del Evangelio como un grupo ultraconservador reconocido por el Vaticano. CLARIN señala que en la ocasión “se los vio marchar en filas disciplinadas con sus vestimentas clérigo-militares por el Campo de Marte, frente al altar al que estaba por subir el Pontífice”.
“Impresionan ─agregó el diario ─. Dos veces, antes de la ceremonia, se agruparon en perfecto orden y caminaron con aire militaresco por los corredores de césped que separaban a las multitudes del altar mayor. Eran más de seiscientos. Los hábitos que lucen parecen más bien uniformes que evocan el medioevo y los guerreros de Cristo que difundían el Evangelio por las buenas y por las malas”. Una opinión que coincide con la dada por Rafael Correa al referirse a esta organización eclesiástica.
Luego CLARIN describe el ropaje de los Heraldos del Evangelio: “Las botas ecuestres que todos los miembros efectivos usan evocan la disposición a cabalgar en la defensa de la fe. Lo mismo el manto: adelante con una gran cruz negra y a la izquierda con una imagen de la Virgen. Una joven que habla varios idiomas explicó que practican el celibato, están divididos en Brasil en más de 200 casas en las que viven los miembros consagrados a ‘divulgar la devoción a María, la adoración de la Eucaristía y la extrema fidelidad al Papa’. Los casados pueden participar con un voto especial y menos poder de decisión. Los llaman ‘cooperadores’.”
Mons. João Clá Dias es el fundador y actual Presidente General del los Heraldos del Evangelio.
Mons. João Clá Dias
Correa Enfrenta a Iglesia Católica
BBC Mundo
Las relaciones entre el gobierno de Ecuador y la cúpula de la Iglesia Católica no pasan por un buen momento.
En diversos tiempos, y en varios países, se ha acusado a autoridades eclesiales de interferir en asuntos del Estado.
Pero en esta ocasión es el Estado ecuatoriano, por medio del presidente Rafael Correa, el que ha amenazado con interferir en una decisión interna de la Iglesia.
El mandatario ha rechazado la llegada al Vicariato de la provincia amazónica de Sucumbíos de la orden católica de los Heraldos del Evangelio, a la que considera "ultraconservadora" y "fundamentalista".
A fines de octubre de 2010, el sacerdote argentino Rafael Ibarguren, de los Heraldos del Evangelio, fue colocado al frente de la Iglesia Católica en Sucumbíos, en reemplazo de Gonzalo López Marañón, de la congregación de los Carmelitas Descalzos, quien cumplió la edad jubilar de 75 años.
López Marañón estuvo 41 años como vicario de Sucumbíos, y hace poco fue condecorado por el gobierno ecuatoriano por su "destacada labor social".
Ahora el presidente Correa amenaza con vetar un nombramiento, por parte del Vaticano, de Ibarguren como obispo de Sucumbíos.
Esto, según el mandatario, en aplicación del "Modus Vivendi", un tratado suscrito entre Ecuador y el Vaticano en 1937.
"Ahí está la atribución legal, nunca se la ha utilizado y no la queremos utilizar, pero lo haremos si se pretende en forma tan descarada tratar de destruir todo un trabajo social", dijo Rafael Correa, católico confeso, para quien los Heraldos del Evangelio "son tipos que se visten al estilo medieval, con sotana en plena selva amazónica, y que quieren borrar del mapa toda la acción pastoral y social" en Sucumbíos.
"Modus Vivendi"
El tratado "Modus Vivendi", que regula relaciones entre Ecuador y el Vaticano, establece en su artículo séptimo que "corresponde a la Santa Sede la elección de obispos", pero señala que se "comunicará previamente al gobierno ecuatoriano el nombre de la persona preelegida para arzobispo, obispo o coadjutor con derecho de sucesión, a fin de proceder de común acuerdo a comprobar que no hay razones de carácter político general que obsten a tal nombramiento".
El texto señala que las conversaciones en torno a los nombramientos se efectuarán con la mayor reserva, y que el gobierno ecuatoriano tendrá un mes para pronunciarse en caso de que tuviera alguna objeción.
El titular de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Antonio Arregui, le dijo a BBC Mundo que "la lectura de que el "Modus Vivendi" permite un veto (del mandatario) no está de ningún modo admitida por los analistas de este tipo de legislación".
Arregui aclaró que Rafael Ibarguren no ha sido designado como obispo de Sucumbíos, sino como administrador apostólico en dicha provincia.
"El administrador apostólico es una figura que suele utilizarse en la Iglesia para cuando una sede queda vacante y no hay una designación estable para la sustitución", explicó.
El líder religioso rechazó los calificativos emitidos por Rafael Correa en contra de los Heraldos del Evangelio, congregación que, en Ecuador, se encuentra, además, presente en Quito y Guayaquil.
Vía diplomática
Para el ex embajador de Ecuador en el Vaticano, Francisco Salazar, de acuerdo con el "Modus Vivendi" el gobierno ecuatoriano debería expresar las objeciones que tenga en cuanto a la designación de obispos de manera reservada, por la vía diplomática.
Salazar le dijo a BBC Mundo que confiaba en que la discusión sobre la representación eclesial en Sucumbíos no afectará las relaciones entre Ecuador y el Vaticano.
Por otra parte, las discrepancias entre el presidente Correa y las autoridades de la Iglesia Católica en el país también se han evidenciado en estos días alrededor de asuntos como el plan gubernamental de planificación familiar que incluye la distribución de preservativos en colegios.
Pero las diferencias en cuanto a los Heraldos del Evangelio no sólo han brotado entre el gobierno y la Iglesia, sino entre los propios fieles católicos de Sucumbíos, quienes han efectuado concentraciones a favor y en contra de esa orden religiosa.
"Es una verdadera pena que la feligresía católica pueda adoptar estas actitudes de confrontación porque son completamente impropias. Tratamos de superar esta situación por la vía del diálogo, pero no es fácil", lamentó el presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana.
Sobre el tema, Jorge Salvador Lara escribió un artículo de opinión para el diario quiteño EL COMERCIO.
¿Acuerdo o ruptura?
Es muy grave, en cualquier circunstancia de relación entre seres humanos, que se pase del acuerdo a la ruptura. Y aunque la historia de la humanidad está llena de pugnas por los desacuerdos, que pueden acrecentarse y conducir a enfrentamientos mayores, no solo la misma razón sino también la experiencia obligan a privilegiar los entendimientos, mantenerlos de buena fe y procurar, por todos los medios, que prevalezcan la concordia y la paz.
En todo esto pienso, al enterarme por los medios de comunicación social, que la preconización y posesión de un nuevo Obispo en Sucumbíos ha provocado controversias antes no conocidas, que involucran partidarios y oponentes de cada prelado, el entrante y el saliente, y fraccionan la población de Sucumbíos a favor o en contra del anterior o del nuevo.
El solo hecho del desacuerdo ha traído consigo peligrosas secuelas: las expresiones contrarias o no, hechas al modo político con carteles, mítines y estribillos, trajeron a la memoria, en todo el país, la noble y abnegada acción misionera hecha por monseñor López Marañón y la Orden de Carmelitas Descalzos, tan entrañables para todos. Con desconocimiento, y sin duda con prejuicios, las referencias al nuevo Obispo ponen de relieve, en vez de sus evidentes virtudes y preparación, su pertenencia a una organización eclesial, los Heraldos del Evangelio, cuyo eminente fundador brasileño vive todavía, aprobada no ha mucho por el Vaticano y autorizada para actuar de inmediato en Sucumbíos, lo que motiva un enojo mayor entre cuantos admiran la extraordinaria obra de evangelización realizada por los Carmelitas en nuestro Oriente amazónico.
El problema pasó a ser de trascendencia nacional, y no simplemente cantonal o provincial, cuando concurrieron a Sucumbíos, para posesionar al nuevo Obispo, Rafael Ibarguren, los señores Nuncio de Su Santidad y el Arzobispo Presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. La prensa, al debatir este asunto, lo llevó a las altas esferas, pues con toda justicia el presidente Rafael Correa condecoró al Obispo saliente López Marañón, cuya línea de acción social nos permite recordar las sobresalientes figuras religiosas, entre muchísimas otras, de Leonidas Proaño, el padre Carollo y Alberto Luna. Al Presidente se le escapó una frase imprudente que debería repensar y despertó el avispero, al decir que podría vetar el nombramiento del nuevo prelado, acción nunca vista desde la vigencia del Modus Vivendi, tratado que devolvió la paz al Ecuador en 1937. Tras nuestra efervescente historia religiosa -Patronato, Concordatos, persecución y ¿ruptura?- el tratado con la Santa Sede, suscrito y siempre aplicado de buena fe, ha permitido una luminosa etapa, con la visita de S.S. Juan Pablo II y la elevación al honor de los altares del Hermano Miguel, Mariana de Jesús, Narcisa Martillo y Mercedes Molina, que bien podría llamarse Edad de Oro del Catolicismo en el Ecuador.
Rafael Ramón Ibarguren Schindler
El P. Rafael Ramón Ibarguren Schindler, EP, nació el 26 de junio de 1952 en Buenos Aires (Argentina); fue ordenado diácono el 8 de diciembre de 2004 en Avezzano (Italia) y sacerdote el 15 de junio de 2005 en la Basílica del Carmen en Sao Paulo (Brasil). Pertenece a la sociedad clerical de Vida Apostólica Virgo Flos Carmeli.
Realizó sus estudios de filosofía y teología en Sao Paulo- Brasil; obtuvo la licenciatura canónica en Teología Moral con énfasis en Doctrina Social de la Iglesia y la licenciatura en Teología en la Universidad Pontificia Bolivariana de Medellín.
A lo largo de su ministerio sacerdotal, el P. Rafael Ramón Ibarguren Schindler, ha desempeñado los siguientes cargos pastorales:
Desde 2005: Presidente de la Hermandad Centroamericana de los Heraldos del Evangelio, con sede en San José de Costa Rica.
2001-2007: Responsable local de los Heraldos del Evangelio y coordinador de la pastoral con la Arquidiócesis de Managua, Nicaragua. Capellán del colegio Pureza de María de Managua. Miembro del Consejo Consultivo del Hospital de la Mujer Bertha Calderón de Managua; Animación de retiros y charlas para jóvenes en Guatemala, el Salvador, Honduras, Nicaragua y Costa Rica;
2002-2008: Colaborador regular de la página de opinión del periódico La Prensa, Nicaragua.
2007-2009: Asistente espiritual de la Asociación Salvadme Reina de Fátima (España).
Desde 2009: Consiliario de la Federación Mundial de las Obras Eucarísticas de la Iglesia- Asociación Fieles de Derecho Pontificio y administrador parroquial de la Parroquia de Archicollar Camarenilla en Toledo, España.
Desde 2010: Capellán y asistente espiritual del Colegio Heraldos del Evangelio Internacional de Asunción, Paraguay.
Desde el 30 de octubre de 2010: Administrador Apostólico del Vicariato de San Miguel de Sucumbíos.
En la edición del 21 de marzo este mismo periódico dio a conocer la decisión papal de rectificar nombramiento en Sucumbíos, en lo que parece ser una victoria para Correa. La nota del diario la reproducimos a continuación:
El obispo de Guaranda, Ángel Polibio Sánchez, recibió en las últimas horas una llamada telefónica desde el Nuncio Apostólico en Quito. En esa institución le informaron que fue nombrado Delegado Pontificio de la Prelatura en Sucumbíos.
El Papa Benedicto XVI hizo este nombramiento que rectifica su edicto anterior efectuado el 30 de octubre. En esa fecha dispuso que Rafael Ibarguren ocupará el lugar de Gonzalo López Marañón, ex obispo de Nueva Loja (Sucumbíos).
El retiro de López, de la congregación de los Carmelitas Descalzos, se produjo porque cumplió la edad límite: 75 años. Él estuvo cerca de 40 años al frente de la iglesia en Sucumbíos.
Desde la Diócesis Guaranda se confirmó la llamada y la designación de Ángel Polibio Sánchez, y más tarde lo hizo la Conferencia Episcopal Ecuatoriana. Aunque aún no llegan los documentos oficiales del nuevo nombramiento.
El cambio se da después de las continuas advertencias que hiciera el presidente Rafael Correa de vetar el nombramiento de Ibarguren, de la congregación Heraldos del Evangelio, a quienes los ha tildado como una “secta fundamentalista”.
Correa ha señalado que fue una “imprudencia” de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana y del Vaticano sacar a los Carmelitas e ir “al otro extremo” con los Heraldos. “Están atentando contra un trabajo social en Sucumbíos”; para ir a los fundamentalismos, ritos, “eso no vamos a permitir”.
Esta situación incluso ha desatado movilizaciones a favor y en contra de la designación de Ibarguren.
¿Quién es monseñor Ángel Polibio Sánchez?
Obispo de Guaranda y secretario General de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, monseñor Ángel Polibio Sánchez Loayza nació el 10 de septiembre de 1946 en Ayapamba, provincia de El Oro.
Realizó sus estudios en el Seminario Menor de Cuenca, en el Seminario Mayor San José de Quito y en la Pontifica Universidad Católica del Ecuador. Recibió la ordenación sacerdotal el 3 de agosto de 1975 en Machala.
Después de diez años de ejercer su sacerdocio en esta Diócesis como Vicario Parroquial y Párroco de Piñas, fue enviado a Roma para perfeccionar su formación académica. Fue alumno del Pontificio Colegio Pío Latino y de la Pontificia Universidad Gregoriana en donde obtuvo la licencia en Teología Dogmática, informó la Conferencia.
En 1987 empezó su gestión como párroco y administrado de la Catedral de Machala. En el mismo año fue nombrado Vicario General.
El 25 de noviembre de 2004, el Papa Juan Pablo II lo nombró como Obispo de la Diócesis de Guaranda. Fue ordenado obispo el 18 de diciembre del mismo año.
En abril de 2008, la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal lo nombró Secretario General del Episcopado para el período 2008-2011.
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