Los titulares de Asuntos exteriores de España siempre se van con la pelota de trapo.

Trinidad Jiménez

Primero fue Moratinos que se babeaba con las posiciones políticas de Castro y de Chávez, creyéndose que los dos personajes son proclives al diálogo y quien se prestó para abrirle un huequito en España a los opositores que Castro, el general usurpador, desterrara luego de que fueran excarcelados.

Ahora le toca el turno en el juego de la tontería a la gentil canciller Trinidad Jiménez.

Según el Blog “Terminal Cero” de Luis Ayllón la pifiada de Jiménez ha sido la de declarar que veía bien la iniciativa chavista de la comisión de “amigos” de Gadafi para intentar un diálogo entre el tirano de Libia, amigo de Chávez, y la oposición que se niega a dialogar si no es con la condición de que Gadafi renuncie y abandone el país.

Terminal Cero resalta la posición al respecto de varios cancilleres europeos. El ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Alain Juppe ha descartado la propuesta del payaso de Miraflores diciendo que cualquier mediación que permita a Gadafi sucederse a sí mismo hay que descartarla. Franco Fratini, de Italia consideró que lo que con su propuesta pretende Hugo Chávez es mantener a Gadafi en el poder; por cierto, Fidel Castro consideró la iniciativa chavista como de “muy valiente” ¡Vaya Ud. a saber que valentía hay en ello! Quizá sea la osadía de mostrarse a sí mismo como fiel partidario de los liberticidas.

Hay que destacar lo que afirmara el vocero del Consejo Nacional de Libia que preside al movimiento rebelde, Ahmed Jabreel, al decir, de acuerdo con Reuters: “La única negociación será sobre una sola cosa: Cómo abandonará Gadafi el país o como dimitirá para que podamos salvar vidas. No hay nada más que negociar. No negociaremos ninguna solución política, queremos que lo juzguen, pero si no le damos una salida, sabemos que habrá muchos más muertos”

El Consejo Nacional de Libia también ha considerado la necesidad de que se decrete una zona de exclusión aérea sobre Libia para impedir el uso de la fuerza aérea del régimen contra las posiciones de la resistencia.