Francisco
Rivero Valera. EL UNIVERSAL
Noam Chomsky |
Este gobierno es un
ejemplo típico de la manipulación chomskiana.
O sea, es un
aprovechado de las 10 estrategias de manipulación de masas de Noam Chomsky,
para lograr un objetivo: hacer del pueblo venezolano lo que le da la gana.
Sirva como ejemplo lo
que está haciendo en estos últimos días.
Está reutilizando la
estrategia de distracción con 4 acontecimientos: la enfermedad del Presidente,
el desabastecimiento de alimentos, el Carnaval y la Serie del Caribe.
No contento con eso, y
como el régimen sabe que todo impacto es pasajero y el interés público es de
corta duración, manipula con un nuevo elemento: la foto del diario El País. Con
un objetivo: desviar la atención sobre los gravísimos problemas del país. Uno
de ellos es la crisis política generada por la ambigüedad de un Presidente
electo, no juramentado. Y el otro, la existencia de un desgobierno foráneo,
ejecutivo desde Cuba, inaudito e histórico.
De todas formas, no
hay sorpresas. Este gobierno siempre ha sido un gran manipulador.
Si analizamos un poco
su perversa actitud, nos daremos cuenta que siempre ha manipulado con alevosía
al pueblo venezolano. En 1999, por ejemplo, aplicando la estrategia de
gradualidad, se anunció como régimen democrático, luego marxista, después
socialista del siglo XXI y, al final, comunista. Con un objetivo: imponer su
inaceptable sistema de gobierno, no de una manera brusca, para evitar
resistencia, sino en forma progresiva, en cuentagotas, para generar
acostumbramiento.
También ha reutilizado
otra estrategia: crear problemas-reacción-solución, con el propósito de que el
pueblo reaccione ante una situación creada y acepte las medidas subsecuentes.
Sería el caso del desabastecimiento alimentario para generar
reacción de intolerancia en la gente, y justificar la liquidación de la
empresa privada como supuesta responsable y origen del problema. En palabras
del vicepresidente sería: la burguesía comercial está pretendiendo una especie
de guerra económica contra el pueblo.
Maduro. El Nacional 2-2-13. No mencionó, por supuesto, su autoría real del
problema, las expropiaciones y la baja productividad.
Las otras 7
estrategias de manipulación de masas de Chomsky también están siendo aplicadas:
mantener la ignorancia y la mediocridad. Estimular la mediocridad. Tratar a la
gente como criaturas de poca edad: mis hijos. Bajar la autoestima. Conocer a
cada individuo. Diferir políticas dolorosas para que sean percibidas
necesarias, como el paquete económico después de Carnaval. Y, el colmo,
manipulación emocional con la frase yo soy Chávez, en absurda contradicción con
el concepto de persona como ser incomunicable.
Sin embargo, si la
manipulación psicológica se refiere al control del pensamiento, las emociones,
la actitud y las decisiones de una persona o del colectivo, para que se cumpla
ese proceso se necesitan 2 actores: el manipulador y el manipulado. El gran
manipulador en Venezuela es el gobierno demagógico. El manipulado, el pueblo.
Y hasta ahora, el gran
manipulador ha tenido éxito por varios factores: extrema sensibilidad del
pueblo, por pobreza mental y económica y reemplazo de la reflexión por la
emoción. Dependencia económica y afectiva. Baja autoestima. Y vulnerabilidad al
miedo, la angustia, la vergüenza y al chantaje.
Macanudo esfuerzo de
recuperación el que le espera a la gente pensante de este país, al tratar de
rescatar la democracia de ese hueco tan profundo.
Y la lucha apenas
comienza.
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