Mario J.
Viera
El
17 de febrero los ecuatorianos decidirán mediante sus votos si desean continuar
con la “Revolución Ciudadana” o si pasar la hoja y emprender una nueva
conducción en el gobierno. Hasta el momento las encuestas que se publican
dentro de Ecuador muestran una intención de voto a favor del
Presidente-candidato de 61.5 % al 66%, en tanto que para su más cercano rival, Guillermo
Lasso solo se le reconoce una intención favorable de voto entre un 9 % a 15 %.
Para la encuestadora CIEES los estimados son de 56,3 % para Correa y de 20,6 %
para Lasso.
No
obstante la encuestadora mexicana Arcop da a pocos días de las elecciones unos
resultados favorables a Rafael Correa del 37,5% de la intención del voto y a
favor de Lasso un 29,5 % de esa intención, estrechando las diferencias entre un
candidato y otro y abriendo la posibilidad para una segunda vuelta electoral
donde se enfrenten Correa y Lasso.
De
producirse una segunda vuelta electoral existen grandes posibilidades de que el
candidato de Creando Oportunidades (CREO) pueda alzarse con la victoria
electoral, si se tiene en cuenta que las intenciones de votos en contra de
Correa sumadas a los siete candidatos opositores en su conjunto representan el
45,3 %. Pero presumir una segunda vuelta electoral en Ecuador es totalmente
especulativo.
Correa
tiene que enfrentar a siete candidatos a la presidencia que se inscriben dentro
de las corrientes de derecha hasta las de extremo izquierda; sus posibilidades
son enormes ya que para la mayoría de ecuatorianos lo que más importa es la
situación económica del país y la encuesta de Arcop presenta un 51,2% de
aprobación de los resultados económicos del Gobierno de Correa. Para las masas
la economía, en cuanto a lo que puede afectarles directamente, es de mayor
relevancia que el autoritarismo, el ataque contra la libre expresión de la
opinión, el control de los poderes del estado por el Ejecutivo, que tienen una
alta significación para las elites.
Los
candidatos opositores que se presentan ante el electorado en general carecen
del elemento más destacado en la personalidad de Rafael Correa, carisma, y cada
uno de ellos posee en su historial aspectos que pueden ser utilizados en su
contra por la maquinaria electoral de Correa. En el caso del candidato con
mayor aceptación electoral Guillermo Lasso pesa en su aval la crisis de 1999 y
el feriado bancario durante el gobierno de Jamil Mahuad que provocó una pérdida
de 8.600 millones de dólares, una inflación de hasta el 60% y un índice de
desempleo del 14,7%. En ese entonces Lasso era Gerente General del Banco de Guayaquil
y fue llamado a ocupar el cargo de Superministro de Economía para encontrar los
modos de superar los efectos de la crisis. Sin embargo, el feriado bancario (17
de agosto de 1999 – 24 de septiembre de 1999) se produjo antes del periodo en
que Lasso actuó como Superministro (8 de diciembre de 1999 ─ 12 de marzo de
1999).
Hábilmente
Correa ha utilizado el fantasma del feriado bancario para restarle apoyos a
Lasso. El 22 de septiembre pasado Correa se refirió al tema diciendo: “Esa es unión incestuosa y nefasta (banca
privada y “prensa corrupta”), igual a la
del feriado bancario de la peor crisis que vivió el país. Ya se prepara ese
escenario y se ha roto la paz, justamente ahora que ya nadie congela depósitos,
se acabó la tercerización, hay un salario digno, no se paga por la educación
pública y hay medicina en los hospitales”. Posteriormente, el 9 de octubre
volvió sobre el tema: “Las mismas élites ─ dijo ─ que marcharon con crespones negros para defender a los banqueros
durante la crisis de 1999 ahora se rasgan las vestiduras, la banca de nuevo al
poder jamás lo permitirá el pueblo ecuatoriano”.
A
continuación, el 24 Octubre de 2012, el gobierno anunció que las personas que
se vieron afectadas con el cierre de los bancos durante el feriado bancario,
podrían recuperar sus recursos desde el 29 de octubre de ese año hasta el 27 de
noviembre. Una medida demagógica demorada 13 años y aprobada ahora como táctica electoral y dirigida a captar
votos entre los beneficiados.
Correa
no quiere dejar nada al azar; sabe que por ahora su opositor más fuerte es
precisamente Lasso y por tanto se ha dedicado a tiempo completo a su campaña
electoral, dejando en la dirección de la presidencia al Vicepresidente Lenin
Moreno; cuenta además con los recursos del Estado y con una cadena de medios
oficialistas que le respaldan disciplinadamente.
Lasso
es un hombre de la derecha como lo indica su pertenencia a la corriente
católica reaccionaria del Opus Dei; el apoyo que reciba provendrá en su mayor
parte de aquellos que rechazan el Socialismo del Siglo XXI engendro ideológico
de Hugo Chávez y Fidel Castro. Lasso, además ha criticado al ALBA a la que
califica de “imperialismo del tercer mundo”.
Tanto
la encuestadora Arcop como otras le asignan un tercer lugar en la intención de
voto, con 6,5% según Arcop y 5,8 % según CIEES, al ex mandatario Lucio
Gutiérrez, este no tiene ninguna posibilidad de reñir por la segunda vuelta
electoral.
Perfiles
de Opinión en encuesta de 7 de febrero le asigna una cuarta posición a Alberto
Acosta con un 3%, en tanto Arcop le asigna un 4,5%. Acosta un disidente del
correismo de influencia marxista y ex funcionario del gobierno de Rafael Correa
cuenta con el apoyo de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador.
Si llegara a ocupar la presidencia su gestión no diferiría mucho de la avanzada
por Alianza País.
De
acuerdo con la encuesta de Arcop, Alvaro Noboa Pontón ocupa una quinta posición
con una intención de voto favorable del 2 %; sin embargo el propio Noboa ha
anunciado en la página digital del PRIAN que las últimas encuestas le colocaban
en segundo lugar a solo cuatro puntos porcentuales de Rafael Correa. Según el
candidato la encuestadora Mercatendencias, contratada por él, ubica a Correa en
primer lugar de la intención del voto con solo un 35 % frente al propio Noboa
con una intención de voto de 26%, mientras que presenta a Lasso en un tercer
lugar con un apoyo del 8 %.
Noboa
que ha sido el eterno aspirante a la presidencia y el siempre segundo en los
resultados; se presentó por primera vez en las elecciones de 1998 siendo
derrotado por Jamil Mahuad, luego repitió su intento en las elecciones de 2002
perdiendo frente a la candidatura de Lucio Gutiérrez, posteriormente en las
elecciones de 2006 quedó en segundo lugar tras Rafael Correa.
Empresario
considerado el hombre más rico del Ecuador es partidario del Neo Liberalismo.
Mauricio
Rodas, según mi opinión, la mejor contrapartida al gobierno de Correa, es de
reciente aparición en la esfera política y el último que inscribió su
candidatura ante el CNE, de acuerdo con Arcop se sitúa en la sexta posición con
1,5 %. Conviene seguir de cerca la carrera política de este hombre que promete
ser relevante en el futuro.
Tanto
el pastor protestante Nelson Zevala Avellán y el disidente de Alianza PAIS, Norman
Wray no cuentan ni con la más remota posibilidad de obtener ni siquiera un
apoyo modesto.
Concluyendo:
No me cabe duda de que el 17 de febrero no habrá segunda vuelta electoral y que
Correa ganará el escrutinio con al menos el 51% de los votos válidos.
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