En los últimos años, todo parece indicar que
esa baja autoestima se está imponiendo en el contexto social de Venezuela por
influencia negativa, intencional y permanente de modelos de liderazgo que
gobiernan al país, que inducen a creer en que los antivalores son alternativa
de desarrollo, algo paradójico.
Francisco Rivero
Valera. EL UNIVERSAL
La Autoestima es el amor propio y la
dignidad. O sea, la percepción evaluativa de uno mismo. R Burns.
La autoestima es una condición
psicológica natural del ser humano, influenciable positiva o negativamente por
otras personas y valores del colectivo.
Puede ser alta y baja.
La persona con alta autoestima es
optimista. Segura de sí misma. Se acepta con sus valores, fortalezas y
debilidades. Es inconforme ante el progreso. Enfrenta fracasos como
aprendizaje. Se siente digna de ser respetada y respeta a los semejantes, con
sus méritos y errores.
Las personas con alta autoestima
defienden su dignidad aún en situaciones adversas y extremas de vida o muerte,
porque dignidad es sinónimo de libertad,
creatividad y de ser racional con valores morales.
Lo contrario es baja autoestima. N Branden.
La autoestima es una necesidad humana.
Se ubica en la pirámide de Maslow, antes de la autorrealización y después de la
aceptación social, seguridad y necesidades fisiológicas. Y cataliza nuestra
manera de pensar, sentir, decidir y actuar con 2 pilares fundamentales: la
autoeficacia y la autodignidad.
La autoeficacia es la capacidad de
confiar en sí mismo. Y de comprender la realidad de los hechos.
Y la autodignidad es la seguridad de
nuestro valor como personas, origen de la actitud positiva para exigir el
derecho a vivir, triunfar y ser felices. Bonet.
Personas con alta autoeficiencia y
autodignidad tienen alta autoestima e integran comunidades identificadas con el
progreso. Y la gente con baja autoestima tiene pobre autoeficiencia y
autodignidad y constituyen comunidades sumidas en el atraso y en la
marginalidad, entendiendo por marginalidad, más que vivir al margen del alto
status socioeconómico, la carencia de objetivos personales.
En nuestro país, por ejemplo, la
autoestima divide a los venezolanos en 2 grupos.
-Venezolanos que creen y defienden su
derecho a ser, poder y tener. Serían las personas con alta autoestima,
preocupadas por el progreso personal y del país.
-Y, compatriotas enterrados en su
negación de crecer. Serían personas con autoestima baja, como en el piso, sumergidas en la
marginalidad y en el atraso. M. Barroso.
En los últimos años, todo parece
indicar que esa baja autoestima se está imponiendo en el contexto social de
Venezuela por influencia negativa, intencional y permanente de modelos de
liderazgo que gobiernan al país, que inducen a creer en que los antivalores son
alternativa de desarrollo, algo paradójico. Y se evidencia en la actitud de
conformismo y mediocridad de los venezolanos en el trabajo, el lenguaje, la
apariencia personal, el irrespeto a los derechos de los demás, tolerancia al
atropello, dependencia económica del Estado, corrupción, delincuencia y demás.
Sin embargo, si la autoestima es
inducida por personas negativas, también es influenciable con la educación
positiva. Sería el proyecto de venezolanos con alta autoestima que buscan
alternativas para cambiar. Una de ellas es la reingeniería del pensamiento con
programas educativos de nuestras universidades. Verbigracia: Compromiso con los
Valores, de la UCV, para jóvenes en edad escolar. El Nacional 18-03-12.
Y aunque falta mucho por hacer para
cambiar, sería bueno recordar que el recorrido de 10.000 kilómetros siempre
comienza con un primer paso. P Ch.
Comencemos con el resultado de su
autoevaluación. Si es alta su autoestima, entenderá que los venezolanos tenemos
una sola alternativa para salir de abajo: cambiar de actitud.
Que así sea.
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