Alexander Cambero. EL UNIVERSAL
Onorio Marinari: "Salomé con la cabeza de Juan el Bautista |
Detrás de la miserable acción de
allanarle la inmunidad al diputado Richard Mardo, se mueve toda una
confabulación que busca acorralar a Henrique Capriles Radonski. El régimen
apuesta por ir liquidando todos los espacios, para poder instaurar el
totalitarismo en forma definitiva. Es un libreto inspirado en la experiencia
cincuentenaria del régimen cubano, con habilidad van pulverizando el Estado de
Derecho, hasta que el adversario queda indefenso frente al inmenso poder de un
estado al servicio del interés perpetuo. La obsesión que tiene el gobierno
cubano por Henrique Capriles, es tan grande que últimamente se han multiplicado
las reuniones para estudiar la posibilidad de acosarlo hasta convertirlo en
polvo cósmico. Ellos no entienden cómo un gobierno con todo el poder, no puede
terminar de controlar a la nación después de quince años. Una fuente digna de
todo crédito, indica que cada actividad del excandidato presidencial, es
seguida al milímetro por funcionarios del G2 cubano. Ellos anduvieron
monitoreando la gira de Capriles por Chile y Perú, aseguran que un agente a
quien llaman Heriberto Breñas, se encargó de todo el procedimiento desde que
éste partió de Maiquetía.
Lo que viene ahora es todo un plan
para arreciar la persecución en contra de los líderes de la oposición
venezolana. Se acabaron los mecanismos de aparentar un respeto por la normativa
democrática, el Gobierno sabe que crece el rechazo por la gestión de Nicolás Maduro. Que las instituciones gozan de un
descrédito que hacen que sus ejecutorias sean vistas como viciadas por los
intereses del régimen. Ya la población sabe que cualquier decisión que tomen es
una orden que partió desde arriba.
Asimismo, las últimas encuestas
reflejan un deterioro profundo del Gobierno, sobre todo en los sectores
populares. Allí en donde descansó el apoyo mayoritario del Presidente caído,
hoy se siente una profunda decepción que hace que las bases de este régimen
estén en su peor momento.
El gobierno venezolano baila como
Salomé para sus amos cubanos, no se cansan de arrastrarse solicitándoles ayuda
para poder colocar la cabeza de Capriles en bandeja roja. Danzan sin la gracia
de la pérfida mujer del pasaje bíblico, hacen el mejor esfuerzo para vender a
su país y de paso destruir al líder democrático que los tiene al borde del
colapso. Afortunadamente Henrique Capriles está libre de esas maquinaciones. La
inmensa mayoría de los venezolanos cree que su liderazgo encabeza toda una esperanza
que terminará imponiéndose más temprano que tarde. Se quedarán con los crespos
hechos aquellos que piensan en vernos derrotados, somos millones de ciudadanos
que hemos tomado la decisión de ser libres. No queremos ser satélites de la
oprobiosa dictadura cubana. Llegó la hora de liberarnos de su maquiavélica
influencia.
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