lunes, 5 de agosto de 2013

En el Principio II


1 El Hombre crecía en fuerza y entendimiento; pero no tenía conciencia del Gran Poder. Las sombras se oponían a la Sabiduría.

2 Pero la luz que en el Hombre había buscaba por instinto a la Luz.

3 Y el Hombre encontró a Dios pero sin conocerle. Y se fabricó imágenes para adorar fantasías. El Hombre creó dioses. A su imagen los creó. 4 Y las sombras se interponían entre el Hombre y la Verdad.

5 Y la Luz se manifestó a muchos hombres que se acercaban al Saber. Y la Luz se hizo hombre; parte de la Luz se hizo hombre tomando los genes de un hombre y de una mujer. Y se manifestaba como maestro de los hombres.

6 Pero los hijos de la tierra no comprendieron la enseñanza y siguieron adorando fantasías.

7 Entonces la Luz creó a sus mensajeros. De materia y espíritu los creó; pero su materia era sutil. Como el Hombre no podía contemplar al Poderoso, la Luz creó a sus mensajeros. 8  La luz del Poderoso es tan intensa que si el hombre le mira de frente se desintegraría como se desintegra cualquier cuerpo que se acerque a los soles.

9 Los mensajeros de la Luz son radiantes, todo su cuerpo es luz, sus figuras son como figuras humanas pero no tienen semejanza de hombre o de mujer o de niño. 10 Sus voces son susurros, como suaves arpegios de una música diferente a cualquier sonido musical de la tierra y se transportan en la luz, 11 a la velocidad de la luz se desplazan, con sus seis translúcidas alas se trasladan.

12 Y los mensajeros se acercaron a los hombres; pero las sombras comprendieron que esos mensajeros eran como hombres aunque más perfectos y no podían ser condenados a desaparecer. 13 Y la Sombra corrompió a algunos de los mensajeros y esos se creyeron ser iguales a la Luz, pero ya tenían la sombra en su esencia. 14 Y estos ángeles fueron los llamados grigoris, esto es vigilantes, pero la Sombra se posesionó de ellos. Y se rebelaron contra la luz y quisieron gobernar a los hombres. 15 Y se convirtieron en mensajeros de la Sombra para tentar a los hombres y apartarles de su camino hacia la perfección.

16 Y el jefe de los mensajeros de la Sombra se llamó Sama’el o Asa’el, Tsebal y Zebut, el veneno del Todopoderoso y Asmodai o Sydonai era su segundo y es el mensajero de la Sombra para incitar la  lujuria sexual. 17 Otros grigoris que se entregaron a la parte oscura fueron Shemihaza, el que inspiró la rebelión, Ar'takof, Rama'el, Kokab'el, Ra'ma'el, Dami'el, Zek'el, Barak'el, Harmoni, Matra'el, Anan'el, Sato'el, Shamsi'el, Sahari'el, Tumi'el, Turi'el, Yomi'el,  Yehadi'el,  Zepar o Zephar, que induce a los hombres, a cometer aberraciones sexuales con niños y animales, e incita a las mujeres al adulterio y Algol que incita a la embriaguez y a todos los vicios que enferman el alma.

18 Clamó Mija’el a la Suprema Inteligencia, diciendo: “Eres tú quien todo lo ha creado y en ti reside el poder sobre todas las cosas; 19 todo es descubierto en toda su desnudez ante ti; tú lo ves todo y nada se te puede esconder. 20 Tú has visto lo que ha hecho Sama'el, como ha enseñado toda injusticia sobre la tierra y revelado los secretos eternos que se cumplen en todo el universo; sea entonces cumplida tu justicia”

21 Los mensajeros de la Luz combatieron contra los mensajeros de la Sombra y los vencieron y los grigoris fueron arrojados al abismo donde solo hay sombras, en el punto donde arde el Universo. Y fue Mija’el quien les derrotara. Los ángeles victoriosos cantaron entonces al unísono:

22 “Santo, santo es el Dios todopoderoso, todo el universo está lleno de su gloria”.

23 Y los principales mensajeros de la Luz poseen nombres ocultos a los hombres y solo se conocen por sus nombres simbólicos:

24 Mija’el, vencedor de los mensajeros de la Sombra; Gavri’el o Gebher, la fuerza de la Luz, mensajero de la revelación; Yaho’el, el que sirve a la Luz en medio de la luz; Uri’el o Tsadkiel, el fuego de la Luz; Rapha’el o Rapha energía sanativa de la Luz; Chama’el, el que ve la Luz y fuerza de la Luz.

25 Muchos pueblos fueron confundidos por la Sombra y no pudieron encontrar a la Luz y adoraron a los mensajeros de la Sombra como si fueran dioses. 26 Y construyeron imágenes e ídolos de los mensajeros de la Sombra.

27 Y hubo adoración a Baal y este era solo la sombra de Sama’el. Y fue llamado Sama’el con el nombre de Baalzebut, el príncipe del Abismo y los demonios-grigoris.

28 Y Sama’el Zebut fue tentador de los hombres, y tentaba los celos entre los hombres y fue padre de la envidia, que es pecado que engendra las murmuraciones, las intrigas y el homicidio.

29 Sama’el Zebut tentó a un hombre llamado Kayin y en su corazón inyectó el veneno de los celos y de la envidia. Sucedió que Kayin tenía un hermano llamado Hevel y este se dedicaba a criar ovejas, y era hombre de ingenio y fuerte en el trabajo.

30 Mas Kayin era cultivador y labraba la tierra; pero por mucho que se esforzara no ganaba en riquezas  y no disfrutaba de los mismos bienes que su hermano lograba con menor esfuerzo. 31 Entonces Sama’el se le presentó a Kayin y le dijo: “¡Ah Kayin, cuanto sudas sobre la tierra y obtienes tan poco! En cambio, mira a tu hermano como se enriquece y con menos esfuerzo que tú”

32 Kayin entonces le contestó al mensajero de la Sombra: “Quizá mi hermano Hevel, goce de mayor fortuna que yo”. Sama’el le replicó: “Acaso no has escuchado que la fortuna la concede el Dios del Universo, y premia al que le plazca. ¿No es esto injusto? ¿Acaso Hevel es mejor que tú?”

33 Aquellas palabras inquietaron el espíritu de Kayin y ya no podía conciliar el sueño.

34 Sucedió por aquellos días que Kayin se sintió atraído por una hermosa mujer cuyo nombre era Aclima y quiso cortejarla; mas Hevel también se había enamorado de la misma mujer. Por separado fueron los dos hermanos a pedirle al padre de Aclima que se la prometiera por esposa.

35 Kayin le presentó al padre de Aclima lo mejor de su cosecha, una cesta de olivas y abundantes especias; pero Hevel para ganarse el favor del padre de la mujer le ofreció en obsequio una cebada oveja, asada y lista para comer y además le entregó como presente un macho cabrío y doce hermosas ovejas.

36 El padre de Aclima no recibió con agrado los presentes de Kayin y aceptó felizmente los obsequios de Hevel y dio a su hija por esposa a Hevel. Kayin entonces se enojó muchísimo y descompuso su rostro; 37 y el padre de Aclima le dijo entonces: “¿Por qué te enojas y pones tan mala cara? Si hicieras un valioso presente podrías levantar tu cara, pero como no lo haces, el pecado de la envidia está comenzando a penetrar en tu alma. Tú puedes dominar tu furia y no dejarte dominar por el furor”.

38 Todas las noches Sama’el le susurraba en sueños a Kayin diciéndole que el Dios del Universo le había despreciado a él y preferido a su hermano y le inyectaba en su corazón el veneno de los celos y de la envidia.

39 Un día Kayin invitó a Hevel a un paseo por el campo y cuando ya se encontraban en el campo lejos de la vista de todos, saltó Kayin sobre su hermano y en el lugar le dejó muerto.

 40 Entonces Uri’el se puso delante de Kayin asumiendo la forma de un pastor y le preguntó: “¿Dónde está tu hermano Hevel?” Y Kayin contestó: “No sé, ¿acaso soy yo el guardián de mi hermano?”

41 Uri’el le dijo: “¿Por qué has hecho esto, Kayin? La sangre que derramaste de tu propio hermano, me pide que le haga justicia. Maldecido serás por todas las generaciones y la tierra no te dará frutos por más que la labores. 42 Vagarás por innumerables ciclos de vida antes que puedas alcanzar el perdón”.

42 Y respondió Kayin al mensajero de la Luz: “Grande ha sido mi pecado… no sé si podré soportar el castigo que me prometes. Extranjero seré en la tierra y siempre tendré el peligro de que alguien me asesine”.

43 Mas Uri’el le replicó: “Si alguien te asesinare será siete veces castigado, pues nadie puede hacer justicia por su mano; solo la Suprema Inteligencia tiene el poder de decidir el fin de la vida”.

44 Entonces Kayin fue a refugiarse a un lugar distante donde nadie le conocía. Y tras su muerte Kayin tuvo que emprender siete ciclos de vida para conseguir el perdón de su pecado y expurgar su condena viviendo en la pobreza.

 

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