1
El Hombre crecía en fuerza y entendimiento; pero no tenía conciencia del Gran
Poder. Las sombras se oponían a la Sabiduría.
2
Pero la luz que en el Hombre había buscaba por instinto a la Luz.
3
Y el Hombre encontró a Dios pero sin conocerle. Y se fabricó imágenes para
adorar fantasías. El Hombre creó dioses. A su imagen los creó. 4 Y las sombras
se interponían entre el Hombre y la Verdad.
5
Y la Luz se manifestó a muchos hombres que se acercaban al Saber. Y la Luz se
hizo hombre; parte de la Luz se hizo hombre tomando los genes de un hombre y de
una mujer. Y se manifestaba como maestro de los hombres.
6
Pero los hijos de la tierra no comprendieron la enseñanza y siguieron adorando
fantasías.
7
Entonces la Luz creó a sus mensajeros. De materia y espíritu los creó; pero su
materia era sutil. Como el Hombre no podía contemplar al Poderoso, la Luz creó
a sus mensajeros. 8 La luz del Poderoso
es tan intensa que si el hombre le mira de frente se desintegraría como se
desintegra cualquier cuerpo que se acerque a los soles.
9
Los mensajeros de la Luz son radiantes, todo su cuerpo es luz, sus figuras son
como figuras humanas pero no tienen semejanza de hombre o de mujer o de niño.
10 Sus voces son susurros, como suaves arpegios de una música diferente a
cualquier sonido musical de la tierra y se transportan en la luz, 11 a la
velocidad de la luz se desplazan, con sus seis translúcidas alas se trasladan.
12
Y los mensajeros se acercaron a los hombres; pero las sombras comprendieron que
esos mensajeros eran como hombres aunque más perfectos y no podían ser
condenados a desaparecer. 13 Y la Sombra corrompió a algunos de los mensajeros
y esos se creyeron ser iguales a la Luz, pero ya tenían la sombra en su
esencia. 14 Y estos ángeles fueron los llamados grigoris, esto es vigilantes,
pero la Sombra se posesionó de ellos. Y se rebelaron contra la luz y quisieron
gobernar a los hombres. 15 Y se convirtieron en mensajeros de la Sombra para
tentar a los hombres y apartarles de su camino hacia la perfección.
16
Y el jefe de los mensajeros de la Sombra se llamó Sama’el o Asa’el, Tsebal y
Zebut, el veneno del Todopoderoso y Asmodai o Sydonai era su segundo y es el
mensajero de la Sombra para incitar la
lujuria sexual. 17 Otros grigoris que se entregaron a la parte oscura
fueron Shemihaza, el que inspiró la rebelión, Ar'takof, Rama'el, Kokab'el,
Ra'ma'el, Dami'el, Zek'el, Barak'el, Harmoni, Matra'el, Anan'el, Sato'el,
Shamsi'el, Sahari'el, Tumi'el, Turi'el, Yomi'el, Yehadi'el,
Zepar o Zephar, que induce a los hombres, a cometer aberraciones
sexuales con niños y animales, e incita a las mujeres al adulterio y Algol que
incita a la embriaguez y a todos los vicios que enferman el alma.
18
Clamó Mija’el a la Suprema Inteligencia, diciendo: “Eres tú quien todo lo ha
creado y en ti reside el poder sobre todas las cosas; 19 todo es descubierto en
toda su desnudez ante ti; tú lo ves todo y nada se te puede esconder. 20 Tú has
visto lo que ha hecho Sama'el, como ha enseñado toda injusticia sobre la tierra
y revelado los secretos eternos que se cumplen en todo el universo; sea
entonces cumplida tu justicia”
21
Los mensajeros de la Luz combatieron contra los mensajeros de la Sombra y los
vencieron y los grigoris fueron arrojados al abismo donde solo hay sombras, en
el punto donde arde el Universo. Y fue Mija’el quien les derrotara. Los ángeles
victoriosos cantaron entonces al unísono:
22
“Santo, santo es el Dios todopoderoso, todo el universo está lleno de su
gloria”.
23
Y los principales mensajeros de la Luz poseen nombres ocultos a los hombres y
solo se conocen por sus nombres simbólicos:
24
Mija’el, vencedor de los mensajeros de la Sombra; Gavri’el o Gebher, la fuerza
de la Luz, mensajero de la revelación; Yaho’el, el que sirve a la Luz en medio
de la luz; Uri’el o Tsadkiel, el fuego de la Luz; Rapha’el o Rapha energía
sanativa de la Luz; Chama’el, el que ve la Luz y fuerza de la Luz.
25
Muchos pueblos fueron confundidos por la Sombra y no pudieron encontrar a la
Luz y adoraron a los mensajeros de la Sombra como si fueran dioses. 26 Y
construyeron imágenes e ídolos de los mensajeros de la Sombra.
27
Y hubo adoración a Baal y este era solo la sombra de Sama’el. Y fue llamado
Sama’el con el nombre de Baalzebut, el príncipe del Abismo y los
demonios-grigoris.
28
Y Sama’el Zebut fue tentador de los hombres, y tentaba los celos entre los
hombres y fue padre de la envidia, que es pecado que engendra las
murmuraciones, las intrigas y el homicidio.
29
Sama’el Zebut tentó a un hombre llamado Kayin y en su corazón inyectó el veneno
de los celos y de la envidia. Sucedió que Kayin tenía un hermano llamado Hevel
y este se dedicaba a criar ovejas, y era hombre de ingenio y fuerte en el
trabajo.
30
Mas Kayin era cultivador y labraba la tierra; pero por mucho que se esforzara
no ganaba en riquezas y no disfrutaba de
los mismos bienes que su hermano lograba con menor esfuerzo. 31 Entonces
Sama’el se le presentó a Kayin y le dijo: “¡Ah Kayin, cuanto sudas sobre la
tierra y obtienes tan poco! En cambio, mira a tu hermano como se enriquece y con
menos esfuerzo que tú”
32
Kayin entonces le contestó al mensajero de la Sombra: “Quizá mi hermano Hevel,
goce de mayor fortuna que yo”. Sama’el le replicó: “Acaso no has escuchado que
la fortuna la concede el Dios del Universo, y premia al que le plazca. ¿No es
esto injusto? ¿Acaso Hevel es mejor que tú?”
33
Aquellas palabras inquietaron el espíritu de Kayin y ya no podía conciliar el
sueño.
34
Sucedió por aquellos días que Kayin se sintió atraído por una hermosa mujer
cuyo nombre era Aclima y quiso cortejarla; mas Hevel también se había enamorado
de la misma mujer. Por separado fueron los dos hermanos a pedirle al padre de
Aclima que se la prometiera por esposa.
35
Kayin le presentó al padre de Aclima lo mejor de su cosecha, una cesta de
olivas y abundantes especias; pero Hevel para ganarse el favor del padre de la
mujer le ofreció en obsequio una cebada oveja, asada y lista para comer y
además le entregó como presente un macho cabrío y doce hermosas ovejas.
36
El padre de Aclima no recibió con agrado los presentes de Kayin y aceptó
felizmente los obsequios de Hevel y dio a su hija por esposa a Hevel. Kayin
entonces se enojó muchísimo y descompuso su rostro; 37 y el padre de Aclima le
dijo entonces: “¿Por qué te enojas y pones tan mala cara? Si hicieras un
valioso presente podrías levantar tu cara, pero como no lo haces, el pecado de
la envidia está comenzando a penetrar en tu alma. Tú puedes dominar tu furia y
no dejarte dominar por el furor”.
38
Todas las noches Sama’el le susurraba en sueños a Kayin diciéndole que el Dios
del Universo le había despreciado a él y preferido a su hermano y le inyectaba
en su corazón el veneno de los celos y de la envidia.
39
Un día Kayin invitó a Hevel a un paseo por el campo y cuando ya se encontraban
en el campo lejos de la vista de todos, saltó Kayin sobre su hermano y en el
lugar le dejó muerto.
40 Entonces Uri’el se puso delante de Kayin
asumiendo la forma de un pastor y le preguntó: “¿Dónde está tu hermano Hevel?”
Y Kayin contestó: “No sé, ¿acaso soy yo el guardián de mi hermano?”
41
Uri’el le dijo: “¿Por qué has hecho esto, Kayin? La sangre que derramaste de tu
propio hermano, me pide que le haga justicia. Maldecido serás por todas las
generaciones y la tierra no te dará frutos por más que la labores. 42 Vagarás
por innumerables ciclos de vida antes que puedas alcanzar el perdón”.
42
Y respondió Kayin al mensajero de la Luz: “Grande ha sido mi pecado… no sé si
podré soportar el castigo que me prometes. Extranjero seré en la tierra y
siempre tendré el peligro de que alguien me asesine”.
43
Mas Uri’el le replicó: “Si alguien te asesinare será siete veces castigado,
pues nadie puede hacer justicia por su mano; solo la Suprema Inteligencia tiene
el poder de decidir el fin de la vida”.
44
Entonces Kayin fue a refugiarse a un lugar distante donde nadie le conocía. Y
tras su muerte Kayin tuvo que emprender siete ciclos de vida para conseguir el
perdón de su pecado y expurgar su condena viviendo en la pobreza.
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