Elides J. Rojas. EL UNIVERSAL
Dijo Jorge Rodríguez, el peor alcalde
que ha tenido Caracas en toda su historia sin ninguna duda, incluso peor que
Freddy Bernal, y mire que hay que echarle un camión paga ganarle, que es una
grosería que Caracas tenga un himno compuesto por un payaso que le componía las
canciones a Carlos Andrés Pérez y que, por lo tanto, había que cambiarlo lo
antes posible. Para eso, si la mediocridad lo suelta un ratico, basta convocar
el concurso y llamar al jurado. Es bueno que sepa que el presidente del jurado
que ganó el concurso del himno actual de la ciudad capital, compuesto por Chelique Sarabia, fue el maestro José
Antonio Abreu, no vaya a ser que lo llame otra vez para que revoque su propia
decisión. O se le ocurra atacar al jurado sin saber quién fue. Aunque, en eso
hay que estar claros, los tiempos cambian y el himno debe oler a Chávez, eso
fue lo que dijo. Hediondo a Chávez, pues. Y lo que antes era adeco, pero bueno,
ahora es malo. Y lo que ahora es chavista, pero bueno, podría en el futuro llegar
a ser malo también. Y eso es lo más seguro. Todo se limita a cómo se acomoda la
conciencia para darle bienestar al bolsillo. Así van las dos partes juntas.
Además ese himno nuevo no sería
caraqueño ni venezolano. Sería cubano. Todo en el país es cubano, pero ese es
otro tema. El asunto hoy es tratar de descifrar. Si acaso hay concurso, lo
ganaría un músico cubano o un compositor cubano y lo interpretaría una orquesta
cubana el día de la presentación inaugural. Pero, lo más seguro es que el
glorioso alcalde declare emergencia, no llame a concurso, designe a dedo al
ganador y, claro, el premio y las comisiones rumbo a Cuba. ¿A dónde más?
Lo que si queda en evidencia es que el peor
alcalde de Caracas no tiene nada qué hacer, o muy poco qué hacer. Claro. Es que
no hay elecciones. Su trabajo es ser jefe de campaña. Lo de alcalde es
posición, presupuesto y salario mínimo que es lo que gana, al menos es lo que
dicen. Con una Caracas podrida por los cuatro costados, cómo es posible que
Rodríguez se preocupe por una bolsería como la letra del himno de Caracas, una
materia que además no conoce nadie. La gente creerá que es una canción de Billo
s o alguna música cañonera de los Antaños del Estadio. Si a Rodríguez se le
ocurriera pensar en la ciudad que odia, aunque sea por un ratico; Caracas
andaría al menos en caballo y no en burro como es ahora. Antes que el himno,
alguien que de verdad quisiera a Caracas, estaría montado en resolver graves
problemas como la basura, las cochinadas que se quedan por días en las aceras
del municipio que dirige Jorge Rodríguez, el arreglador de himnos. La
iluminación es del tercer mundo para
abajo. Las aceras sucias con huecos y desniveles peligrosos. Sin agua en gran
parte de los barrios populares, sin luz en la zonas más depauperadas. Y, ahora
con la moda del atraco, la pistola y el arrebatón, pues se completa el cuadro
de la tremenda ciudad que es Caracas en manos de los socialistas piratas.
La otra es salir vivo. El reto de todos los
días. Pero no importa Rodríguez, Caracas está en la miseria, pero tendremos
himno nuevo que es como tener patria.
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