Amarilis Cortina
Rey. CUBA ACTUALIDAD (PD)
Cuba actualidad, Managua, La Habana,
(PD) Una de las mayores alegrías que
tiene hoy la familia cubana es recibir en sus hogares a parientes o amigos que
"vienen de afuera." Está por un lado la parte sentimental por
los años sin verse, las almas se renuevan
con el encuentro; y por otro, la parte material: por algunos días se liberan de
las habituales preocupaciones por las carencias.
Según estadísticas independientes, más
del 15% de la población cubana, forma parte de ese exilio que comenzó la noche
del primero de enero de 1959, cuando desde el aeropuerto de Rancho Boyeros
partió el primer avión rumbo a Estados Unidos con integrantes del gobierno de Fulgencio Batista y sus
familiares.
Y aunque más de medio siglo después
Estados Unidos sigue siendo la meta para muchos dentro de Cuba,
fundamentalmente jóvenes, la emigración cubana se ha extendido a diversos
países en casi todas las latitudes.
Cuando en ocasiones los medios
oficiales han tocado el tema, afirman que los que emigran son personas que se
dejan influenciar por los "cantos de sirena del capitalismo" y la propaganda sobre el modo de vida
norteamericano.
José, un campesino de 70 años que
participó en la lucha clandestina contra el gobierno de Batista, comentó: "No es que la propaganda de ellos sea buena, la que es mala es la
nuestra. Llevamos muchos años tratando de enmendarle la plana a los Estados
Unidos, y ¿qué pasa con nuestro país? Eso es lo que tiene que importarnos. Si
no fuera por el exilio, ya nos hubiéramos muerto de hambre".
Fuentes independiente afirman que el
exilio reporta al país más de dos mil millones de dólares anuales. Se dice que
es la segunda entrada de divisa fuerte al país después del turismo. Pero para
muchas familias cubanas es la primera.
Onelia, de 79 años, recibe una pensión de 270 pesos mensuales
después de haber trabajado 37 años, pero asegura que "su suerte" es
uno de sus tres hijos que vive en los
Estados Unidos. "Me manda todos los
meses 100 dólares y eso yo lo voy administrando. Con ese dinero también ayudo a
mis demás hijos que tengo aquí. Ellos trabajan, pero tú sabes, no les alcanza,
como a casi todo el mundo. La separación es muy dura, pero eso fue lo que él
quiso. Y si él está feliz allá, pues yo me conformo".
Artículos de primera necesidad como el
jabón de baño, de lavar, la crema dental, champú, desodorantes, aceite de
cocina, por citar solo algunos, son adquiridos por muchos cubanos en las
tiendas dolarizadas gracias a las remesas recibidas desde el exterior.
Aunque en la capital en algunos
comercios se pueden adquirir con moneda nacional productos como el jabón de
baño y la pasta dental, estos son de mala calidad.
Alberto, de 60 años, comentó: "Aquí en la Habana estamos rey. Esos jabones
que aquí están por la libre y que a muchos no les gustan porque dan picazón, en
el campo, en Pinar del Rio, cuando los sacan en las tiendas, se forman unas
colas que parece que van a repartir carne de res".
En los paquetes que envían o traen los
familiares, pueden encontrarse; medicamentos, culeros desechables de cualquier
talla, sazón de cocinar, chucherías para los pequeños de la casa, ropa
interior, cosméticos y hasta almohadillas sanitarias.
La comida que estaba libre de
aranceles desde hace varios años, sufrió una modificación que comenzó a regir
el pasado dos de agosto con nuevos impuestos sobre los alimentos.
La felicidad llega junto a los
familiares que vienen de visita a Cuba: aunque sea por unos días, no hay que
pensar en las penurias diarias.
Entre los que llegan hay una frase
común, cuando después de algunas horas en la patria suelen comentar: "Aquello está difícil, pero esto es
deprimente".
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