Mario J. Viera
Siggno es una agrupación musical del
género norteño que inició su actividad artística en Santa Rosa, Texas en el año
2000. En este grupo resalta el acordeón de su principal vocalista Jesse Turner.
Entre sus números musicales se destaca la composición “Pajarito, pajarito”. Aún
no se han hecho con el Grammy pero ya han sido plagiados en Venezuela:
“Pajarito,
pajarito,
Cántame una canción,
que no ves que me siento
triste,
traigo triste el corazón…”
Un pajarito, dijo Nicolás Maduro, voló
sobre su cabeza; era un bello pajarito que le robó el corazón… ¡Todo un poema!
Y el pajarito le silbó: ¡Fiu, fiu, fiu! El le contestó silbando también: ¡Fiu, fiu,
fiu!
“…es
que andas enamorado
es que andas lastimado
es que te ha abandonado”
Hablaba Maduro, contando un milagro;
un milagro de amor. ¡El pajarito era Chávez!
“Pajarito,
pajarito
dime cual es la razón
que la extraño y la amo
tanto
cántale a mi corazón”
Allá en Sabaneta, cuna de Chávez, hizo
Maduro el relato prodigioso. Contó que estaba orando ─ ¿orando? ¡Quién le va a creer
tanto misticismo! ─: “De repente entró un
pajarito, chiquitico, y me dio tres vueltas acá arriba” sintió entonces que
aquel pajarito, que voló sobre su cabeza y le “vio raro”, estaba “ahí como dándonos una bendición,
diciéndonos: ‘Hoy arranca la batalla, vayan a la victoria, tienen nuestras
bendiciones’. Así lo sentí yo desde mi alma”. ¡Chávez convertido en
pajarito! Solo faltaba el acordeón de Jesse Turner sirviendo de fondo musical
al relato prodigioso.
“…es
que andas enamorado
es que andas lastimado
es que te ha abandonado
fiu fiu fiu fiu fiu fiu
fiu
es que andas enamorado
es que andas lastimado
es que te ha abandonado
fiu fiu fiu fiu fiu fiu
fiu”
¿Funciona el ridículo, la falsa
mojigatería? Puede que sí entre una masa ignorante oriunda del Macondo chavista
y susceptible a lo real maravilloso, a la fantasía y a la idolatría religiosa.
Funciona por ahora y le confirma en sus adeptos.
Como yo también sé inspirarme le
cantaré una coplilla al pajarito:
Pajarito, pajarito
Dime por qué estás
volando.
¿No temes al cazador
furtivo,
Ni temes a la mentira?
Pajarito, ¿acaso estés
llorando
Por la silla abandonada?
Pajarito entristecido,
Dime por qué estás
volando
Chávez no puede ser menos que
Jesucristo. Si sobre Cristo descendió el Espíritu Santo en forma de paloma,
¿por qué no iba el santo de Miraflores descender sobre Nicolás Maduro en forma
de “un pajarito, chiquitico” ¡Milagro, Milagro! Chávez no es solo la
encarnación de Bolívar, es mucho más: ¡es la reencarnación de Jesucristo! ¡Ay,
Maduro ya no solo eres mentiroso ahora dejaste chiquito a Gabriel García
Márquez y a Alejo Carpentier! Dejaste pequeño a Esopo, y hasta Kafka te
envidiaría.
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