Francisco Rivero Valera. EL UNIVERSAL
El enemigo de Capriles no es Nicolás.
Es la abstención.
Esa realidad depende del histórico de
la abstención en Venezuela y de las
estrategias de control.
En lo histórico, el promedio de
abstención es del 30%. O sea, para un patrón electoral de 17 millones, 5 millones no acuden a votar. Su pico
más bajo fue el 7 de octubre del 2012, con 19,4% o 4 millones. Y el más alto, en las elecciones regionales del 16 de
diciembre del 2012 con 46,06%, u 8.014.095.
Y aunque el triunfo lo obtuvo el oficialismo, en el histórico electoral se
observa disminución de votos para el chavismo y aumento para la oposición.
De las estrategias de control se
pueden decir muchas cosas. Por ejemplo, y a pesar de que algunas personas solo
piensan que la abstención es enemiga de cualquier candidato, todo depende de 2
factores: el poder de convocatoria y el control de la tecnología.
En Capriles, el poder de convocatoria
es efectivo. Pero, el control de la tecnología, no tanto. En cambio, por las
buenas o por las malas, el oficialismo tiene poder de convocatoria y control de
la tecnología.
Con el control de la tecnología, el
oficialismo logra disminuir su abstención de una manera muy sencilla. Según
testimonios de un exgerente de Cantv, durante el proceso electoral obtiene
información de los votantes, no del voto, en 2 estaciones: en la primera o
Sistema de Información al elector o SIE,
y en la estación captahuellas. Transmite en tiempo real a su centro de
computación por Wi-Fi o Bluetooth. Y de
2 a 3 de la tarde, recta final del proceso, obtiene un corte del registro para
ordenar a sus líderes comunales o
responsables de la estrategia 10x1, el traslado de los votantes
rezagados a los centros de votación, por las buenas o bajo coacción. Por eso es
que aparece la avalancha de votos de última hora.
Mientras esto sucede, la oposición
espera pasiva el éxito de sus estrategias inocentes: bajar la abstención en
base a la buena fe de la gente, que acudirá a votar motivada por el deber. Y
obtener información confiable a boca de urna. O sea, la perfecta inocencia es la perfecta ignorancia. J. Jourbet
Ese ventajismo fue ratificado por la
Fundación Carter. Por eso, en su informe del proceso electoral venezolano de
2012, recomienda eliminar el paso de la primera estación o SIE, ubicada en la
entrada de los centros de votación. Pero, el gobierno no solo se opone a esa
recomendación porque, al fin y al cabo, sería como un tiro de gracia contra sus
intereses sino que, al contrario, arremete con mayor ventajismo.
Recuerde su descarado ventajismo
electoral del 2012. Aumentó el gasto en 45% para regalar casas, neveras,
lavadoras y demás. Y la cuota normal de mercado de los medios de comunicación
estatales de 5.4% a 24%. Consumió 40 horas
y 57 minutos en cadenas nacionales en 3 meses. Utilizó los 10 minutos diarios
de cada estación, destinados a mensajes institucionales, en contenidos
relacionados con la campaña, versus 3 minutos diarios en televisión y 4 en
radio para la oposición. Usó el transporte y bienes de la nación en su campaña
electoral. Y demás. Informe Centro Carter
2012.
O sea, todo parece indicar que el
final electoral de este 14 de Abril también será de novela, con los mismos
actores: actitud ambigua de los venezolanos ante la abstención, eficiencia
estratégica de la oposición y resultados decisivos de las elecciones.
Y aunque la abstención decide, en
política solo triunfa quien pone la vela donde sopla el aire. A. Machado.
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