Guillermo Descalzi. EL NUEVO HERALD
Ted Cruz y Boehner (Daily Kos)
|
Entre un megalómano, Cruz, y un
incapaz, Boehner, nos están llevando al abismo más profundo del mar de la
iniquidad política.
Vamos de lo ridículo a lo patético, de
crisis en crisis, y si no hay crisis el Congreso no se mueve. Esta es una
crisis republicana que quieren presentar como carga demócrata. Eso no va a
funcionar. Todo el mundo sabe donde está la intransigencia, cuál es el partido
del no, quién es la madre del cordero.
Recuerdo cuando los fundadores del
Noticiero Nacional SIN, la hoy Univisión, llegamos a Washington. Fue el día de
la inauguración de Ronald Reagan. Llegamos con camisetas negras de SIN, la
Spanish International Network. Decían SIN ON THE HILL, pecado en la colina, la
del Capitolio. Estaba vivo el recuerdo de Wilbur Mills, poderoso chairman del House Ways and Means Committee,
que se metió con ropa y todo a la laguna del monumento a Jefferson tras una
stripper argentina conocida como Fanne Fox, Zorra Divertida. Fue ridículo.
Nuestras camisetas de ‘Sin on the Hill’ volaron. Hoy llevaríamos camisetitas
con ‘El Inca en la Colina’, donde el Inca es John Boehner, “speaker” de la Cámara de Representantes,
Inca por incapaz y “speaker” entre comillas porque por su boca no habla él. Es
patético. Hemos ido de lo ridículo a lo patético. ¿Y lo digno? Sorry, esto no
es lo bueno, lo malo y lo feo. Aquí hay solo lo malo y lo feo.
Del sumo sacerdote de Tonatiuh, Sol
Azteca, se decía que “por su boca habla el espíritu”. ¿Qué espíritu habla por
la de Boehner? Hoy por hoy es el de la megalomanía en Ted Cruz, ídolo de jour
de la derecha folklórica y nativa, colorida y simple, lo cual estaría bien si
Ted estuviese para entretenerla, pero está para absorberla. Absorbe su espíritu
de conservadorismo digno y lo suelta en torrentes de rechazo por boca de nuestro
speaker, el Inca Boehner.
Este era, fue, el país de la
democracia que funciona. Lo volverá a ser. Esto es cíclico, pero por el momento
y en algún momento, es difícil precisar cuándo pasamos a ser un país donde la
democracia dejó de funcionar. Ganase quien ganara, éramos americanos y quienes
no ganaban apoyaban al ganador. El concepto de la oposición leal iba más allá
de lo teórico. Era una oposición funcional, constructiva, que en lo más duro
arrimaba el hombro.
La ley del Obamacare ganó, pasó, y fue
validada por la Corte Suprema. Cruz incita a romper la ley, esa ley, ya
aprobada, dirimida y juzgada. ¿Puede alguien decir que Cruz, con el torrente
que lanza por boca de Boehner, sea leal y constructivo, funcional en su
oposición?
Quienes me conocen saben que no soy
fanático. Hay mucho que critico en Obama, pero soy constructivo y leal en mi
crítica, no a él, a nuestro sistema de gobierno, leal a nuestra constitución,
al país, a nuestra sociedad y valores.
Torcer la verdad es patético. Hay que
ser leales a partido y causa, sí, leales al movimiento y principios con los que
uno se identifique, sí, pero primero hay que ser leales a la verdad y la
decencia. En un llamado de atención al entonces senador Joseph McCarthy, le
preguntaron: “ Have you no sense of
decency?” ¿No tiene sentido de decencia? Los que hoy siguen a Cruz
necesitan preguntarle lo mismo. Su decencia debiese condicionar el apoyo que le
den.
La verdad no puede, ni debe, ser
defendida con medios y palabras indecentes. La mentira es indecente, pero
quienes la manejan en esta crisis pretenden que es ‘verdad acomodada’, y que no
son ‘ellos’ quienes la acomodan, que son los ‘otros’. Sacarles una verdad
simple, sin acomodos, es una tarea titánica, por no decir misión imposible. La
verdad no se acomoda, y sería llevadera por todos sin tan solo se manejase con
decencia, pero la verdad del momento, acomodada por Cruz y compañía, es usada
como amenaza de caos económico para matar el Obamacare. En esta crisis de la
verdad acomodada están creando una burbuja similar a del ‘reverendo’ Jim Jones,
con odio maquinado y veneno refinado para sus seguidores en Jonestown, Guyana.
La de ahora conduce a un Cruztown económico, maquinado en el Capitolio con
veneno disfrazado de verdad acomodada. Vengan, tomen su kool aide. Es bueno.
El megalómano lleva al incapaz, y
entre los dos llevan y estimulan a los exaltados. Han tratado de derogar el
Obamacare más de 40 veces. No lo han logrado. Obama ha sido reelecto. Es tiempo
de que acepten la realidad y se den cuenta que su exaltación destruye, y que
Dios los bendiga porque son hijos de Dios. Que el Altísimo permita que
consideren a los demás en este asunto de la misma manera como nosotros los consideramos
a ellos, hijos de Dios.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario