La verdad es que
LIBRE, no tiene una propuesta seria, confiable y discutible. Ni una candidata a
la que respete su “propietario” o “patrón”, que nos pueda anticipar cómo
gobernará, poniendo en cintura a un hombre incontrolable como su marido.
Juan Ramón Martínez. LA TRIBUNA
El mayor problema de Xiomara Castro es
su falta de libertad para pensar, comunicarse con los electores en un plano de
fraterna confianza; y su incapacidad para frenar la vocación machista de su delirante
marido. No sabemos qué piensa realmente. Zelaya, su jefe máximo, no la deja
andar sola, hablar con el público que no la conoce; y, mucho menos, mostrar
cuáles son sus deseos reales por transformar la situación negativa que vive el
país. Y ante la cual, muchos de los que la acompañan y le escriben los
discursos que le obligan a leer, fueron absolutamente incapaces incluso de
proponer salidas a la incómoda situación cuando gobernaron. Este hecho, casi
inédito en la historia política, es lo que crea ansiedad; e incluso miedo.
Porque nadie conoce realmente qué es lo que propone LIBRE, fuera de su
aspiración por la reelección infinita y, una repetición cansina de lugares
comunes, sobre transformaciones y cambios imprecisos. Hasta la fecha, LIBRE ─ con
una candidata a la que su marido no deja hablar, insinuando que si gana las
elecciones también le impedirá gobernar ─ no ha dado una propuesta coherente de
transformación de las estructuras económicas; ni una modificación de los
modelos operativos para la creación de riqueza y ampliación del empleo. Tampoco
no ha indicado cuál será su política fiscal, la forma cómo adelgazará al
gobierno y le acomodará a una situación de agente de la sociedad, al servicio
del bien común. Y mucho menos, ha confirmado; ni siquiera en líneas generales ─
fuera del desafortunado regreso de los militares a los cuarteles ─ qué es lo
que hará para enfrentar la delincuencia común y organizada, para eliminar la
alianza entre el narcotráfico y la política, y las acciones para establecer la
paz y la tranquilidad que urge para poder avanzar. Y salir de la pobreza y la
miseria.
Estoy leyendo “POR QUÉ FRACASAN LOS
PAÍSES”, “Los orígenes del poder, la prosperidad y la pobreza” de Daron
Acemoglu y James A. Robinson; y de entrada me he encontrado con una práctica
recurrente que ha llevado a muchas naciones al desastre: la incapacidad del
cambio real de sus instituciones, el no sometimiento de sus líderes a la ley; y
la repetida sustitución de una oligarquía, irresponsable y criminal, por otra
oligarquía igualmente incompetente y delictiva. (Esto es lo que anuncia LIBRE
hasta ahora.)
Si LIBRE, ─ hablo de su propietario
Zelaya Rosales – le permitiera a su señora, Xiomara Castro, a la que trata en
público como si fuera su empleada doméstica, que nos hablara de sus visiones,
preocupaciones; y compartiera con los votantes, sus propuestas, podríamos
reducir el nivel de ansiedad y miedo que recorre la espina dorsal de la
sociedad. El machismo de Zelaya, su marca de incompetente y fracasado
gobernante, su falta de visión de conjunto de la problemática nacional,
obscurecida por un afán de venganza en contra de la oligarquía que se opone a
la oligarquía de la cual es parte, no le dan confianza a nadie. Estamos seguros
que algunos miembros de LIBRE, muy pocos probablemente, que buscan cambios necesarios y urgentes en el
país, experimentan preocupaciones e incluso tienen miedo, que todo esto termine
en una simple controversia emocional que, como en el pasado, lo que nos dé sea
el cambio de unos irresponsables por otros. Para tener como resultados, el
mismo cuadro de empobrecimiento, de aniquilamiento de las fuerzas productivas y
de la inequidad dominada por los nuevos voraces que hayan “derrotado” y
sucedido a los responsables del atraso actual.
La verdad es que LIBRE, no tiene una
propuesta seria, confiable y discutible. Ni una candidata a la que respete su
“propietario” o “patrón”, que nos pueda anticipar cómo gobernará, poniendo en
cintura a un hombre incontrolable como su marido. Es este vacío, solo roto por
amenazas iracundas y gritos delirantes, lo que anima preocupaciones. Destruir
la Constitución, permitir la reelección, imponer a Patricia Rodas que tanto
daño internacional ha provocado, como “comisaria” de Xiomara Castro ─ que sabe lo que hizo en el gobierno de Zelaya ─
sin romper con los brotes del narcotráfico del Aguán, y definir cómo su
candidata gobernará autónomamente, es lo que tiene preocupados a muchos que
sienten que Dios les debe librar de LIBRE, antes que sea demasiado tarde. Los
que tienen miedo, se defenderán, con lo que tengan a mano. No hay que
equivocarse. Nadie correrá.
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