Francisco Rivero Valera. EL UNIVERSAL
Si Venezuela ocupa el puesto 117 de la
clasificación mundial de libertad de prensa, es decir, entre los 62 peores
países con mayor represión de la libertad de expresión, Reporteros sin fronteras, Francia 2013,
la libertad de expresión en Venezuela está en crisis.
Si el IPYS o Instituto Prensa y
Sociedad de Venezuela ha denunciado 136 ataques y 145 violaciones a la
libertad de expresión, de enero a mayo del 2013. O sea, 68% superior al
2012. Y la SIC o Sociedad Interamericana de Prensa, ha reportado aumento de la
censura en Venezuela, Cuba, Argentina y Ecuador, la libertad de expresión en
Venezuela está en crisis.
Si la censura y ataques a la prensa,
estrategias propias de las dictaduras, comienzan con la limitación de la
cobertura de eventos públicos. Eliminación de programas de opinión disidentes,
con intimidación y procedimientos administrativos y judiciales. Detenciones
arbitrarias, agresiones físicas y ataques a las sedes. Y el cierre de canales
de televisión, radioemisoras, periódicos y muerte de periodistas. Y si en
Venezuela se ha visto la aplicación de todas esas estrategias, con una
adicional: la hegemonía comunicacional. O sea, intentos del Gobierno de ser
dueño único de los medios con aumento en la propiedad de 1 a 6 plantas de
televisión, 107 radioemisoras públicas y 243 comunitarias. Y presiona para que
el resto sea adepto a su política. La libertad de expresión en Venezuela
está en crisis.
Y si ante la pobre sintonía de los
medios del Estado, de apenas 4.5%, según mediciones AGB, el régimen está
aplicando 3 medidas adicionales de presión para obligar ser vistos y
escuchados: mensajes institucionales obligatorios con la Ley Resorte, censura y
supresión de programas críticos al Gobierno y cadenas nacionales. La libertad
de expresión en Venezuela está en crisis.
Y si todo parece indicar, por la
condición sine qua non entre democracia y libertad, que en América Latina se
están instalando regímenes autocráticos, disfrazados de democráticos con la
realización de procesos electorales que resultan, al final, estrategias de
manipulación para asegurar su permanencia en el poder. La libertad en Venezuela
está en crisis.
Finalmente, y si el Premio Nacional de
Periodismo 2013 fue designado al finado, que no era periodista, pero, según L.
Rodríguez, miembro del jurado:
"ni Simón Bolívar ni Hugo Chávez eran periodistas, pero nunca tuvimos
mejores comunicadores de la verdad e historia, dentro de todos los procesos de
libertad, independencia y soberanía de los pueblos". Y si L.
Rodríguez y demás del jurado "olvidaron" la promesa electoral del
finado en 1998 de respetar los medios de comunicación, que al final resultó ser
pura mentira. Y el cierre de Radio Caracas TV y de 34 emisoras de radio. Los
insultos contra la prensa. La intimidación y procedimientos administrativos
contra Globovisión. Y otras estrategias destinadas a reutilizar la frase "¿y por qué no te callas?" del
rey de España contra Chávez, esta vez contra la prensa. La libertad de
expresión en Venezuela está en crisis.
Y que ante esta nueva crisis, todo el
mundo puede preguntar si los venezolanos ya están acostumbrados a renunciar a
la libertad. Y si la respuesta es SI, urge recordar que "quienes son capaces de renunciar
a la libertad esencial a cambio de una pequeña seguridad transitoria, no son
merecedores ni de la libertad ni de la seguridad". Benjamín
Franklin.
Y que la lucha por la libertad apenas
ha comenzado.
Que así sea.
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