Simón
Bocanegra. TAL CUALdigital.
Hay un espécimen de
venezolano, por lo general de clase media, profesional, dizque politizado
aunque esencialmente es un hablador de pendejadas, que suele aparecer en todo
su esplendor cuando se produce un revés electoral.
Entonces él "sabe" lo que pasó,
tiene la explicación "perfecta": los partidos y los políticos son una
mierda. Muchos, no sé si la mayoría, ni siquiera votan pero, curiosamente, no
sienten absolutamente ninguna responsabilidad, ni remordimiento, por los
elevados y nefastos índices de abstención, que ellos contribuyen a
manifestarse.
Pero a la hora de juzgar se desatan.
"Aveledo es un bolsa"; "los partidos son todos iguales: no
sirven para un carajo"; "el político que no es ladrón ─ que todos lo
son ─ es marico" y así, ad infinitum y ad nauseam.
Sin embargo, ¿quién pone
120 mil miembros de mesa y no sé cuántos miles de testigos en todos los centros
electorales, para cuidar los votos? ¿Sobre qué estructuras, con todo lo
precarias que aún son ─ peor sería nada ─, descansa la campaña electoral?
¿Quién levanta los reales, paga y pega millones de afiches para informar a todo
el mundo, incluyendo a esos charlatanes, quiénes son los candidatos? ¿Quién
organiza marchas, mítines, caravanas y toda la parafernalia electoral, que
también cuesta una bola? ¿Quién cuenta y vigila todos los votos, incluyendo los
de ellos? ¿Quiénes son los que vocean, van de casa en casa, distribuyen
volantes, y a veces se calan las cayapas de los matones del gobierno?
Las respuestas son de
cajón, pero esos "analistas" de cartón piedra jamás se detienen a
formularse las preguntas y, muchísimo menos, a responderlas, como no sea con
sus banalidades y naderías.
Muchísimo menos a meter la mano para tratar de
ayudar. Toda elección cuyo resultado es desfavorable deja esa resaca, qué se le
va a hacer. En fin, Felices Pascuas y Año Nuevo
No hay comentarios.:
Publicar un comentario