sábado, 29 de diciembre de 2012

Broca del cafeto: la nueva plaga en Cuba


Mario J. Viera

El Granma hace mención de la nueva plaga que afecta a los cafetales de Cuba. Se trata de un breve artículo ─ solo de 308 palabras ─ redactado con el triunfalismo habitual de la prensa oficial y titulado “Control de la broca salva los cafetales espirituanos”. Es probable que a pocas personas pueda interesarles el tema y seguramente la gran mayoría de los lectores del Granma (si hay alguno), desconozca qué rayos es la broca.

La broca del cafeto es un diminuto insecto del Orden Coleoptera cuyo nombre científico es Hypothenemus hampei. Ferrari, considerado la plaga más desastrosa del café a escala mundial. Se dice oficialmente que se introdujo en Cuba entre 1995-1999 afectando las plantaciones cafetaleras de Santiago de Cuba y Granma para expandirse rápidamente hacia el resto del país afectando el 12% de las áreas dedicadas al cultivo del cafeto.

De acuerdo con el artículo del Granma las plantaciones del Escambray en Topes de Collantes y las de Manicaragua y Cumanayagua llegaron a presentar un índice de infestación de hasta un 20%.

La propagación de la broca hacia regiones distantes es una clara evidencia del mal manejo cuarentenario y de control de plagas y enfermedades en Cuba, pues la diseminación de este minúsculo y dañino insecto se hace por medios mecánicos. La hembra adulta puede volar poca distancia y el macho carece de alas y nunca abandona la cereza de café donde se ha desarrollado. El transporte de material infestado es el mecanismo de propagación de la broca.

La lucha contra la broca requiere aplicar métodos integrados de control, tales como prácticas agronómicas (deshierbe, recogida de frutos caídos, y regulación del sombreado); empleo del control biológico utilizando enemigos naturales del insecto como el hongo Beauveria bassiana, entre otros depredadores;  uso de trampas. El control químico es poco efectivo contra la broca.

Aplicando quizá este método de control integrado, y de acuerdo con Granma, el índice de infestaciones en Sancti Spiritus ha descendido al 4%. La pregunta que nos vemos obligado a plantearnos es ¿por cuánto tiempo se mantendrá este control de plaga? No debemos olvidar que en Cuba todo se hace por impulsos, se elaboran planes y luego se descuidan o abandonan, independientemente del mal manejo en el uso de los controles biológicos característico de la agricultura estatal.

Ya antes la producción cafetalera había sufrido con la presencia de la roya del cafeto producida por el hongo Hemileia vastatrix una de las enfermedades más dañinas para el cafeto mundialmente. Esta enfermedad se presentó en Cuba alrededor de la década del 70, probablemente procedente de Angola, aunque el régimen se empeñó en decir que se trataba de un ataque biológico proveniente de los Estados Unidos.

La paranoia castrista en 1977 acusó a los Estados Unidos como responsable de introducir en Cuba la enfermedad conocida como Carbón de la caña debida al hongo Ustilago scitaminea, Sydow. El primer brote del ataque fungoso se presentó en el municipio Pilón en Santiago de Cuba, apareciendo posteriormente en zonas del Municipio Bauta en La Habana. La infección en realidad procedía de Jamaica por transmisión aérea de las esporas del vector. El Carbón no hizo grandes estragos en la producción azucarera pues la mayoría de las variedades de caña cultivadas en el país poseían gran resistencia a esa enfermedad.

Muy diferente fue la diseminación de la roya de la caña debida al hongo Puccinia melanocephala H. y P. Sydow, que aunque entró al país por diseminación aérea también se le achacó a un ataque biológico de Estados Unidos. La extensión de la roya arrasó con los campos donde se cultivaba la maravillosa variedad cañera Barbados 4362 haciendo que la Jaronú 60-5 se convirtiera en la variedad cimera en la explotación cañera dada su alta resistencia a la P. melanocephala.

En el 2007 aparece una nueva enfermedad de tipo bacteriano esta vez afectando a los cítricos, el denominado Dragón Amarillo, el Huanglongbing  o HLB, enfermedad altamente destructiva y causante de la ruina de la industria del cítrico en varios países asiáticos. Su agente transmisor es un insecto denominado Diaphorina citri Kuwayana que se ha ido diseminando por Brasil, Venezuela, Argentina, México y la Florida.

Al menos, el gobierno castrista no ha lanzado esta vez acusaciones contra Estados Unidos de introducir en Cuba la broca del cafeto y el Dragón Amarillo.

Cuando el castrismo desaparezca habrá dejado al país un legado desastroso para la agricultura cubana, miles de hectáreas de tierras labrantías degradadas, la ruina de la industria azucarera y la presencia de plagas y enfermedades dañinas en cultivos de primera importancia.

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