La única manera de
saber dónde estamos parados es que el mito sea develado por la verdad de un
informe médico sobre el estado de la
salud del Presidente Chávez, eso de
alguna manera es una necesidad que tenemos por diferentes razones la totalidad
de los venezolanos que no nos hemos convertido en un mero apéndice de Cuba.
EDITORIAL. Analítica.com/Caracas
El mito del Ave Fénix es la base de
muchas religiones que generan esperanzas en los mortales con la eventual
resurrección del alma. En nuestro país,
dominado por la desinformación intencional generada por los servicios de
inteligencia cubanos, se requiere crear el “Mito Chávez” con su eventual
recuperación de una enfermedad mortal. A Chávez lo han pretendido convertir en
una mezcla del Cid Campeador con el súper hombre de Nietzsche y el Ave Fénix.
Como no es inmortal hay que generar en
la conciencia de la gente su presunta capacidad de poder superar cualquier
obstáculo terrenal y así confirmar su carácter de hombre providencial e
invencible.
Los cubanos que, ciertamente son
competentes en manipular a su antojo la desinformación, han creado en nuestro
país un verdadero estado de pánico y confusión con el manejo de la enfermedad
de Chávez. Todo ello con la intención de mover sus cartas para seguir mandando
en esta nueva rica provincia de Cuba.
Nos preguntamos ¿es que acaso el
pueblo de Bolívar va a seguir comiéndose esa historia y permitir que el destino de nuestra nación lo maneje,
desde La Habana, una gerontocracia fracasada y despótica.? ¿No hay sangre en
las venas de los venezolanos para sacudirse el yugo de la ocupación foránea ¿Es
que acaso el país que surgió después de la guerra de independencia se va a
convertir en una nueva colonia del comunismo cubano?
La única manera de saber dónde estamos
parados es que el mito sea develado por la verdad de un informe médico
sobre el estado de la salud del Presidente Chávez, eso de alguna manera es
una necesidad que tenemos por diferentes razones la totalidad de los venezolanos
que no nos hemos convertido en un mero apéndice de Cuba.
Tengamos dignidad y coraje y no
sigamos permitiendo que los Castros sigan jugando, para su propio beneficio,
con nuestro futuro.
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