Jaime Suchlicki. EL NUEVO HERALD
La revista Espacio Laical, publicación
en Cuba que refleja puntos de vista de la Iglesia Católica, criticó
abiertamente en su más reciente edición a los opositores que abogan por
mantener las sanciones económicas contra la isla.
Espacio Laical insiste que esta
posición tiene como objetivo desestabilizar al gobierno cubano. ¡Qué gran
contraste con la posición de la Iglesia Católica de Polonia durante la era
comunista en Europa! Esa Iglesia fue un bastión de libertad y una fuente de
protección y de oposición a las autoridades comunistas. Activistas recibieron
protección y refugio en iglesias en Polonia. Como resultado, la Iglesia creció
en fuerza e influencia y emergió de la era comunista como la más alta autoridad
moral y como la institución más poderosa de la nación.
En ningún momento la Iglesia polaca
criticó a los opositores. Reservó sus críticas para el gobierno comunista. En
ninguna ocasión la Iglesia Católica pidió a otros países que ayudaran
económicamente a la dictadura comunista en Polonia.
La Iglesia en Cuba parece olvidar que
el embargo estadounidense no es la causa de la situación económica en la isla y
se hace eco de la propaganda castrista. La causa de la pobreza en Cuba es un
sistema que no funciona, ni produce. Al igual que ocurrió en Polonia, el
desastre económico fue el resultado del sistema comunista.
La Iglesia cubana enfrenta un dilema
tanto moral como práctico. Continuar en el presente curso de colaboración con
el régimen corre el riesgo de antagonizar a los fieles en la isla. Así mismo,
no logrará aumentar su popularidad con los negros, que son los que más sufren y
representan la mayor etnia. La Iglesia puede volverse irrelevante en la lucha
inevitable que se acerca entre el gobierno y la oposición.
Naturalmente desafiar el sistema también
conlleva sus riesgos: la Iglesia puede perder sus privilegios limitados,
invitar la furia del aparato de seguridad de Cuba, regresando a los días
oscuros del comienzo de la revolución, cuando había pocos sacerdotes y poca
influencia.
A pesar de esto la lección de Polonia
es clara. Una Iglesia que luchó al lado del pueblo surgió como una institución
fuerte y respetada. El precio que pagará la Iglesia Católica cubana por su
colaboración será alto. Los cubanos abandonados y reprimidos por la dictadura comunista
por más de medio siglo, desean la ayuda de la Iglesia. El momento de estar del
lado correcto de la historia es ahora.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario