viernes, 29 de julio de 2022

LAS SANCIONES ECONOMICAS CONTRA UN REGIMEN TOTALITARIO ¿DAN RESULTADOS POSITIVOS?

 

Mario J. Viera

 


En Miami, las organizaciones de derecha radical del exilio, no paran de pedir más y más sanciones económicas contra el régimen totalitario de Cuba. Agitan dentro de la comunidad cubana para generar una conciencia de sanciones y lo logran. Las organizaciones de derecha radical de Miami tienen un arma poderosa a su disposición para poder influir sobre la política exterior de Estados Unidos: el cabildeo. El ejercicio del voto de la comunidad cubana residente en Estados Unidos; capacidad que se demuestra con su disposición a votar republicano. Florida es el ejemplo mayor.

Sin embargo..., En 1990 el régimen de La Habana sufrió el mayor de sus colapsos económicos, al perder todos sus convenios comerciales con el bloque soviético, estaba al borde de la quiebra; pero se mantuvo, el régimen no cayó. Su política de “resistencia” la vertió sobre la población la cual tuvo que soportar los rigores de una economía en decadencia y con el agravante del embargo estadounidense.

Corea del Norte, es el más totalitario de todos los regímenes totalitarios. Un régimen, que ni es marxista-stalinista, ni marxista-maoista, sino un sistema mixto entre estas dos tendencias junto con la teoría junche, elaborada por Kim Il-sung y desarrollada por su hijo y heredero al trono totalitario, Kim Jong-il. Una teoría que toma como fundamento la unidad, según afirmó Kim- Jong-il ─ en charla con funcionarios directivos del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea, el 14 de noviembre de 1992 ─, “entre el Líder, el Partido y las masas” compactando “a todo el pueblo alrededor del Partido y el Líder acrecentando así sin cesar el poderío de la unidad monolítica entre el Líder, el Partido y las masas”. Aunque, a decir de Kim-Jong-il, “el socialismo es la vida para nuestro pueblo. La vida o la muerte de nuestro pueblo”, a finales de la misma década donde explicaba el junche, la economía norcoreana se contrajo de tal manera que, junto a los efectos destructivos de severas lluvias e inundaciones, produjo una gran hambruna. Se calcula que la cifra de muertes por esta causa alcanzó un total de entre 220 mil y 500 mil. Una situación esta, no provocada por sanciones económicas impuestas sobre el régimen de Pyongyang. Había hambruna, pero en 1994 Corea del Norte se empeñaba en desarrollar su programa atómico, en Yongbyon.

Corea del Norte, no se detiene; el 5 de julio del 2006, probó 7 misiles, uno de ellos, el Taepodong, teóricamente considerado con capacidad de alcanzar el territorio estadounidense. Estados Unidos reacciona imponiendo sanciones económicas a Corea del Norte y logra en este acto el apoyo de Japón. Le Monde Diplomatique, con fecha de octubre de 2006, recogió la opinión de Kim Dae-jung, arquitecto de la reconciliación con Corea del Norte y ganador del Premio Nobel de la Paz en 2000, donde este dice: “Los neoconservadores en Estados Unidos no quieren la paz en esta región. Están impulsados por el dogma. No están defendiendo los intereses de Estados Unidos, como lo hizo el presidente Clinton; apoyó los intentos de establecer un diálogo pacífico, pero los neoconservadores están obsesionados con las sanciones, a pesar de que las sanciones nunca funcionaron contra Cuba, Irak, Afganistán o Irán”.

Corea del Norte es probablemente el país que más sanciones económicas ha recibido por parte de la comunidad internacional. Desde la resolución 1718 del Consejo de Seguridad de la ONU en 2006 por la cual se establecía un Comité de Sanciones para la imposición de un embargo de armas, la congelación de activos y la prohibición de viajar a las personas que participen en el programa nuclear de la República Popular Democrática de Corea, y la prohibición de una serie de importaciones y exportaciones, a fin de impedir que la RPDC realice ensayos nucleares o lance misiles balísticos.

Estas medidas fueron secundadas por Estados Unidos y la Unión Europea que fueron incrementándose en 2009, 2011. 2013, 2014, 2016 y 2017 con la prohibición total en ese año contra las principales exportaciones de Corea del Norte de carbón, hierro. mineral de hierro, productos pesqueros, y plomo y mineral de plomo; continuándose en 2018; y, en 2021 con sanciones autónomas a personas y entidades; en 2022 se añadieron a 8 personas y 4 entidades a la lista de sanciones implicadas en la financiación del programa nuclear. Desde el 2006 Estados Unidos ha continuado imponiendo sanciones económicas al régimen de la dinastía Kim, incrementándolas cada vez con mayor rigor. Sin embargo, Corea del Norte permanece imperturbable, mientras aumenta su capacidad en producción de misiles y desarrollando su programa atómico ─ cuatro ensayos nucleares y cien misiles balísticos lanzados ─. Hasta el nuevo líder, el Brillante Camarada hijo del Líder Amado, se atreve a advertir que está dispuesto a usar sus armas nucleares en potenciales conflictos militares con Estados Unidos y Corea del Sur, y fanfarronea sobre las capacidades de su ejército: “Nuestras fuerzas armadas están completamente preparadas para responder ante cualquier crisis, y los disuasores de guerra nuclear de nuestro país también están listos para movilizar su poder absoluto con diligencia, exactitud y rapidez, en conformidad con su misión”. Todo marcha, sobre ruedas, los que sufren las sanciones económicas son los simples y corrientes ciudadanos norcoreanos.

Birmania tras el golpe militar que derrocó al gobierno civil de Aung San Suu Kyi, el establecimiento de una junta de gobierno militar denominada como Consejo Administrativo del Estado por los militares, y la criminal represión contra los birmanos que se movilizaron en protesta contra el golpe. Estados Unidos, Canadá, Gran Bretaña y la Unión Europea han impuestos severas sanciones contra el Consejo Administrativo del Estado. Sin embargo, los militares continúan en el poder, y Aung San Suu Kyi y varios miembros de su gobierno se mantienen en las cárceles birmanas.

Nicaragua ha recibido numerosas sanciones económicas por parte de Estados Unidos; pero allí se mantiene a contrapecho la dictadura Ortega-Murillo, sin ninguna preocupación por las 328 personas muertas y casi 2.000 heridos que la soldadesca nica perpetró durante las manifestaciones de protesta del 2018.

Preguntémonos por última vez: ¿Por qué las sanciones económicas no han funcionado en el rescate de la democracia, en Corea del Norte, Cuba, Nicaragua y Birmania? No se requiere recurrir a una elaborada retórica para dar respuesta a este cuestionamiento. Las sanciones económicas impuestas a dictaduras totalitarias fracasan en sus objetivos, sencillamente porque en esos países no se ha concretado una poderosa y bien organizada resistencia estratégica basada en los métodos de la lucha noviolencia. Porque frente a una dictadura totalitaria no hay que mostrar las cartas, sino trabajar de manera subterránea organizando el movimiento, la movilización de miles de ciudadanos exigiendo el mismo reclamo, la caída del poder totalitario. Cuando esta situación se produzca con todo vigor y persistencia, entonces sí, las sanciones serán un complemento útil y necesario para el movimiento antitotalitario.

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