Mario
J. Viera
Imaginemos, solo imaginemos
que Trump resultara ser electo como Presidente de Estados Unidos, ¿qué sucedería
después? Imaginemos. De su programa de gobierno nada se puede colegir porque no
tiene ningún programa de gobierno. Nadie a ciencia cierta conoce cuales, en
realidad, son sus proyectos políticos… Es posible que ni él mismo lo sepa. Dejemos
a un lado este tema que, para muchos que le apoyan, es algo baladí, carente de
importancia, sí, porque él es empresario y sabe ganar dinero… ¿Cómo sería su
gobierno? ¿Qué tipo de régimen establecería?
Algunos consideran que
establecería un régimen fuerte de gobierno; otros piensan que llevaría a los
Estados Unidos hacia un tipo de dictadura totalitaria, aunque otros argumentan
que este último supuesto es impensable en Estados Unidos… Bueno, así colegían
los venezolanos cuando Chávez se impuso por la vía electoral en el gobierno y,
decían, los venezolanos no somos como los cubanos, a nosotros no podrán
imponernos una dictadura como la de Castro, y resultó que llevan cerca de dos décadas
con una dictadura mal copiada del castrismo. Trump no es comunista, ¡claro está!
Tiene algunas manifestaciones que le asemejan con Mussolini, pero sin el brillo
del que gozara en sus días el Duce. A él no le agrada para nada la prensa;
tiene tendencia a creer en la supremacía racial anglosajona y, se adivina que para
él existe una raza inferior… no lo ha dicho expresamente, solo lo ha insinuado…
los mexicanos; pero los mexicanos tienen muchas semejanzas con el resto de los
hispanos, excepto con los hispanos de piel pálida y ojos claros… Es chovinista,
quiere colocar la grandeza de Estados Unidos sobre la grandeza de cualquier
otro país, ya sea Rusia, ya sea China… Y es cual redivivo Urbano II, predicando
una gran cruzada contra el mundo musulmán, sean yihadistas o no… A los ojos de
sus partidarios conservadores, especialmente entre los de la comunidad cubana
del Versailles, tiene una mancha, la que es partidario de hacer inversiones en
la Cuba de los Castro… ¡No importa! los versalleses votarán por él antes que
por Hillary Clinton a la que ven cual si fuera la imagen corpórea del mismísimo
Lucifer…
Pero ¿y al interior del país
qué propone? Lo que sea que proponga… ¿cómo impulsará sus propuestas dentro de
un Congreso que no le será nada amistoso? Su pongamos que, en estas elecciones,
los republicanos conserven su mayoría en los dos cuerpos congresionales ¿Cuántos
de ellos respaldarán a Trump? ¿Serán muchos? ¿Serán pocos, o tal vez una exigua
minoría? Eso depende de la capacidad de liderazgo que pueda mostrar Trump desde
la presidencia, como presidente republicano electo. Ahora bien, él tiene
cuantiosos recursos propios y con esos recursos puede comprar conciencias y
ganar adeptos, vamos, si no llegara ser un líder capaz de ganar apoyos. De lo
que si podemos estar seguro es que los demócratas, como antes hicieron los
republicanos contra Obama, votarán monolítica y unánimemente contra las
propuestas de Trump… Así no puede funcionar orgánicamente bien ningún gobierno…
¿Crecerán las discrepancias dentro del Congreso con un presidente al cual la cúpula
de su partido, si no lo rechaza plenamente, al menos no les resulta de su
agrado? Si el partido de un presidente se colida con el partido opositor ¿qué
queda? La Constitución de Estados Unidos ha consagrado un proceso político
legal que se conoce como Impeachment…
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