Mario
J. Viera
Existen
análisis minuciosos, como el estudio que recientemente realizara CNN, de que
Israel no cometió la idiotez de atacar un hospital de Gaza. Todo indica que la
versión israelí del siniestro es válida y todo parece indicar que fue un misil
desviado de Yihad Islámica lo que provocó la tragedia, lo que tergiversó Hamás
para alimentar su propaganda anti israelí y buscar agitar al mundo islámico en
su odio a la nación israelí. Hamás está utilizando a la población gazatí como
escudo humano para proteger sus puestos de comandos.
Hamás,
por otra parte, se siente envalentonado por el ataque sorpresivo del 7 de
octubre que lanzó sobre Israel, aprovechándose de la situación política interna
de Israel y con la capacidad que pudo demostrar en el asalto a varias
poblaciones israelíes aledañas a la franja de Gaza. Hamás recibe apoyo de inteligencia
y de suministro de armas de parte de Irán, el irreconciliable enemigo de Israel;
pero al mismo tiempo, Hamás teme que la ofensiva de Israel logre desmantelar
toda su estructura militar y por eso espera poder resistir en Gaza amparado en
el desastre en vidas humanas civiles que pudiera ocasionar una invasión por
tierra de Israel en la franja de Gaza. A Hamás le importa un bledo esas vidas
que puedan perderse en el asalto, ellas les servirán para mostrarse como
víctima de la crueldad israelí y como el adalid de la causa palestina; y, de
este modo, agitar el avispero de todos los musulmanes y de todos los enemigos
internacionales de Israel.
Se
puede y hasta se debe criticar los desaciertos israelís en la Cisjordania
ocupada, en las violaciones de los derechos humanos de los palestinos causadas
por los colonos judíos asentados de manera ilegal en Cisjordania y en los
desafueros que ha cometido en el sector oriental de Jerusalén. Pero Israel es
un Estado, definido, existente, con capacidad disuasoria y la única democracia
existente en el Medio Oriente.
En
la Cumbre de Egipto por la Paz el llamado general del sector musulmán clamó
constantemente por el alto al fuego; pero ese alto al fuego no puede ser
unilateral por parte exclusivo de Israel. Ese sería el error más garrafal de
Israel, como así lo menciona el profesor Eitan Shamir “si Israel pusiera fin
a la guerra sin destruir el régimen de Hamas en Gaza y sus capacidades
militares, se consideraría un éxito para Hamas. Esto serviría de modelo e
inspiración para otros actores radicales de la región que buscan la
eliminación de Israel”. Y esos actores radicales en lo externo, Irán y Hizbulá;
Siria y el Líbano, sin dejar de excluir a Irak, solo están esperando el momento
propicio
Hay
que evitar que terceros saquen ventaja del conflicto militar entre Israel y
Hamás. En esto Estados Unidos, con todo su poderío militar puede jugar un papel
de suma importancia. Ya el presidente Biden lo ha expresado claramente: “Estados
Unidos está junto al pueblo de Israel, nunca dejaremos de respaldarlos… y el
apoyo de mi administración a la seguridad de Israel es sólido como una roca e
inquebrantable”. Así lo reafirmó el secretario de Defensa de Estados Unidos
Lloyd Austin: "Así que no se equivoquen: Estados Unidos se asegurará de
que Israel tenga lo que necesita para defenderse". Así ha quedado
evidenciado por el despliegue de dos acorazados de Estados Unidos en el Mediterráneo
y de escuadrones de aviones cazas F-15, F-16 y aviones de ataque A-10.
La
ONU, sin que tenga que desistir del reclamo a Israel de cumplir con lo
estipulado en el artículo 49 del Cuarto Convenio de Ginebra; sin dejar de
considerar que Jerusalén Este está ocupado militarmente por Israel y de no
dejar de reconocerlo como una anexión, debiera exigir “manos fuera” del
conflicto actual originado tras la agresión del 7 de octubre. Allí, en la
Cumbre de Egipto por la Paz, Antonio Guterres exhortó: "Los israelíes
deben ver materializadas sus necesidades legítimas de seguridad, y los
palestinos deben ver realizadas sus aspiraciones legítimas de un Estado
independiente, de conformidad con las resoluciones de Naciones Unidas, el
derecho internacional y los acuerdos previos" Pero esa aspiración solo
podrá conseguirse si Israel puede desactivar todo el andamiaje de Hamás y se
impida la intromisión de los enemigos de Israel en los enfrentamientos que se
están produciendo en Gaza.
Antes
de que Israel se decida por la acción ─ que puede considerarse como impopular y
yo mismo la considero repugnante, pero que se tiene que tomar ─ de entrar con
toda su fuerza en la franja de Gaza para batir y aniquilar para siempre a Hamás
y la Yihad Islámica, se debiera hacer por parte de Estados Unidos un gran
esfuerzo diplomático entre los países árabes aledaños a Israel dirigido a
conseguir la neutralidad de ellos y
dejar bien en claro que Estados Unidos se mantendrá firmemente de parte de la
supervivencia de Israel, que no permitirá una agresión por parte de terceros
contra Israel.
Es
importante exigirle a Irán que se mantenga al margen de los combates entre
Israel y Hamás que no se le permitirá de ningún modo que pueda desestabilizar
el statu quo de la región y la expansión del conflicto armado.
Luego
llegará el momento cuando los israelís le reclamen responsabilidades al
gobierno de Netanyahu y se emprendan planes serios y equitativos para la
conformación de dos Estados independiente, el de Israel y el de Palestina
dirigido a la consolidación de una paz segura. Pero primero acabar con Hamás.
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