Mario
J. Viera
En el juego político de pelota, no podemos irnos con la de trapo y Miami siempre se va con la de trapo. Este domingo se celebró un encuentro decisivo entre los equipos de Cuba y de Estados Unidos en las semifinales del V Clásico Mundial de Béisbol. Los resultados fueron una apabullante derrota del equipo isleño ante la selección estadounidense.
Como
las televisoras hispanas de Telemundo y Univisión no transmitieron el partido,
no pude ver el encuentro. ¿Jugó mal el equipo cubano? No lo sé. Los resultados
muestran que la selección estadounidense fue extraordinaria; pero sigo
preguntándome ¿Jugaron mal los cubanos o fueron otras las causas que dieron por
resultado su humillante derrota? Los partidos deportivos se ganan en el terreno
y en la gradería. El apoyo entusiasta de los simpatizantes de un equipo juega
mucho a favor de sus resultados. Y este apoyo moral de la fanaticada estuvo
totalmente ausente para la selección cubana.
El
momento era oportuno para que el exilio cubano de Miami mostrara toda su
energía en defensa de su derecho de expresión y de repudio a la dictadura comunista;
eso no está mal, las tiranías tienen que ser denunciadas y repudiadas con todo
el vigor de los pueblos, de frente, cara a cara, luchando porque bien se ha
dicho, los derechos se conquistan con la acción. Sin embargo, hay un detalle
que no podemos pasar por alto: allí, ayer, en el Loan Depot Park de Miami, el
estadio de los Marlins no estaban Díaz-Canel, ni Machado Ventura, ni Raúl
Castro; no había en el encuentro un equipo del Ministerio del Interior, no
estaban los represores, los bandoleros de la respuesta rápida.
¿Acaso
tiene razón Mark DeRosa, el mánager del conjunto estadounidense cuando expresó:
“El equipo (cubano) más o menos representa al gobierno, y hay gente que no está
muy contenta al respecto”? También se pudiera alegar que el equipo cubano “más
o menos representa a Cuba”.
Un
entusiasta cintillo apareció en la edición de hoy del Diario de Cuba: “El
mensaje del exilio contra el régimen se escuchó fuerte y claro en toda la Isla
a través de la televisión oficial”. ¿Fue así, en realidad? Tal vez sí, pero… ¿Sorprendió
ese mensaje al pueblo de Cuba? Eso, la gente en Cuba lo da por hecho, ya están
acostumbrados los cubanos de la isla a los mensajes del exilio. ¿Influirá tal
mensaje para animar a los electores en Cuba
a abstenerse de manera masiva en las elecciones programadas en Cuba para el 26 de
marzo? ¡Para nada! Ya la gente en Cuba ha tomado su decisión para esa fecha.
Muchos lo dicen, no votarán y es posible que el porcentaje de abstencionismo
electoral será, esta vez tan contundente como fuera la derrota del equipo
cubano frente a Estados Unidos de 14 carreras contra 2 de Cuba.
No
faltaron “actos heroicos” en el encuentro Cuba -Estados Unidos. El grafitero
Danilo Maldonado "El Sexto", se lanzó al terreno en la sexta entrada
por el jardín central durante el turno de la novena cubana, desplegando una
tela con el mensaje "Libertad para los presos cubanos del 11J". Esto
me hizo recordar un hecho semejante ocurrido el 26 de noviembre de 1952 cando José
Antonio Echeverría, José Hidalgo
Peraza, Danilo Baeza Sánchez y Fructuoso Rodríguez penetraron dentro del
terreno del estadio del Cerro, durante el encuentro de los equipos de béisbol
Almendares y Habana, portando una sábana blanca donde se condenaba al golpe de
estado. La diferencia es que ahora El Sexto no tuvo que enfrentar la agresión
violenta de la policía de la dictadura batistiana.
Previo al encuentro el mánager del equipo Cuba, Armando Johnson, había declarado a la prensa: "Aquí nosotros venimos a jugar béisbol. No nos preocupan los que vengan a provocar a los jugadores", ¿Provocar a los jugadores? Tal vez esa no fuera la intención de los estridentes, pero, en realidad todo parecía que así fuera, que se estaba replicando uno de los métodos aplicados por la dictadura del PCC en contra de los disidentes, un acto de repudio afectando a los jugadores cubanos. Portar camisetas con el mensaje de Patria y Vida, vale, colocar algún cartel haciéndole llegar el mensaje a los peloteros cubanos que se protestaba en contra de la dictadura, no está mal, aunque mejor debiera ser lo que hizo el reguetonero cubano Ovidio Crespo “Ovi“, quien, en su cuenta de Instagram, llamó a dar apoyo al equipo Cuba y al deporte, "pero no a la dictadura ni al comunismo".. Este hubiera sido el mejor mensaje de cubanos a cubanos; el mensaje que dejara claramente expuesto que se protestaba contra el intento del dictador de turno Díaz-Canel de politizar el partido de pelota para promover su campaña a favor de las elecciones del próximo 26 y que la protesta no iba contra del equipo Cuba. Había que hacerle claro a esos peloteros que el exilio cubano como a cubanos, los respetaban y exponer en un cartel un reclamo: “¡Jueguen por Cuba, no por Díaz-Canel!”
Nada de esto se hizo, las gradas se llenaron no
para disfrutar un partido de béisbol, sino para darle rienda suelta a las
frustraciones. No se trataba de una manifestación espontánea era claro que
dirigentes del exilio organizaron el espectáculo. Allí estaban presentes “Somos
Más”, “Cuba Decide” y hasta el complaciente ─ evito usar el peyorativo “detestable
─ Otaola ganando imagen que las amables cámaras de Telemundo le regalan,
para él poder seguir viviendo del cuento.
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