lunes, 18 de enero de 2021

NO, DE NINGUN MODO, PUEDO CREER EN ELLOS

 

Mario J. Viera

 


No puedo creer que pueda haber alguno de la disidencia interna en Cuba que aplauda a una turba de elementos extremistas, de fascistas, de supremacistas blancos por asaltar la sede del Congreso federal de Estados Unidos. Me resisto a creer que pueda haber en Cuba, opositores al régimen totalitario impuesto por el Partido Comunista de Cuba (PCC), simpatizantes con Donald Trump, forma y esencia del proto dictador populista de la ultraderecha nacionalista.

 

Trump es la negación total del estado de derecho; es el poder desgarrador de la democracia. Un hombre dado a las mentiras, aficionado a las teorías conspirativas, que ha condenado al periodismo crítico con el epíteto de “enemigo del pueblo”. Me resisto a creer que, en Cuba, luchadores prodemocracia, defensores de los derechos humanos, crean a pie y juntillas en el alegato trumpista de un supuesto fraude electoral para arrebatarle la presidencia; ¿es que no lo ven? ¿Cuándo se ha visto que la oposición pueda generar un fraude masivo en elecciones? Los fraudes electorales siempre son promovidos por el sector que ocupa el poder.

 

¿Qué se pudiera pensar de un opositor a un régimen totalitario que aplauda un asalto a la democracia? ¿Qué se pudiera pensar de un opositor a un régimen totalitario que cante loas a facinerosos ultranacionalistas y racistas que, violentando la ley, se levanten contra un sistema democrático y les conceda el honor que no merecen de considerarles como “héroes” y “patriotas”? ¿Qué pensar de un opositor a un régimen totalitario que no tenga a mal ver la bandera de los confederados sureños, la bandera de los esclavistas, de los racistas del Sur, paseándose por los corredores y salones del Capitolio de Estados Unidos?

 

No puedo creer que exista un opositor en Cuba que garabatee cuartillas para defender lo indefendible; para defender como a patriotas a una turba brutal, que busca linchar a congresistas que no comparten los créditos de un incontinente líder populista y mesiánico.

 

No, me resisto a creer que un tal opositor pueda existir en Cuba creyendo como verdad la mentira que fuera rechazada por numerosos tribunales ante los cuales se plantearon las demandas infundadas de fraude electoral y hasta rechazada por la Corte Suprema de Estados Unidos. ¿Qué calificativo pudiera mejor describir a ese supuesto opositor al totalitarismo? ¿Imbécil? ¿Ignorante? ¿Falsario? ¿¡Oportunista!?

 

Por desgracia para la causa prodemocracia de Cuba, existe esa clase de “opositores” en Cuba… Y no, de ningún modo, puedo creer en ellos. No, de ningún modo puedo reconocerles como activistas prodemocracia.

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