viernes, 8 de noviembre de 2019

Fragmentos de la carta pública firmada por Martha Beatriz Ferrer Cantillo y Ana Belkis Ferrer García, hermana e hija de José Daniel Ferrer, a Miguel Díaz-Canel y Raúl Castro





Sabemos que ustedes también tienen familias, esposa, hijos y hermanos. Imaginamos conocen las emociones que evocan los seres queridos, por muy distintos que sean o piensen respecto a nosotras, esas emociones trascienden al poder, la política, o hasta incluso la moral.

Nuestro padre y hermano dedica su vida a que el mundo sea más justo, más humano, sin embargo. le llaman “mercenario”, por su lucha incansable en defensa de los Derechos Humanos, por su valor, por su ardua labor y entrega, por haber creado la UNPACU [...] Si sus cuerpos de las fuerzas de seguridad del Estado no actuaran en contra de todo aquel que piensa distinto, nuestro padre y hermano no tendría que dedicar miles de horas a defender y denunciar tantos horribles casos de injusticia y vileza social.

[...] Ustedes están asentados sobre un sistema que no deja que las ideas de otros se valoren y puedan captar adhesiones, ganar espacio y dejar que el pueblo decida su camino. Bajo ustedes tienen hordas de personas adiestradas para hacer el mal, y así las elijen, viles y débiles de moral. Cuanto más crueles y perversos son, más suben en la cadena de mando. Las atrocidades que se cometen y los damnificados emocionales, físicos o mentales, y el dolor que estas atrocidades dejan a su paso entre millones de cubanos es un espectáculo dantesco. Han creado ustedes un nuevo hombre, el cubano mutilado, cercenado de su más preciado don, la ilusión ante el cambio, el progreso y la libertad personal y colectiva. José Daniel sabe y ustedes también, que con ese “nuevo hombre” el país jamás podrá ser próspero.

[...] Nuestro padre y hermano, y todos los cubanos, quieren libertad, prosperidad, que las mejores ideas vean la luz, que los emprendedores emprendan, que los artistas denuncien, canten las bellezas, y también las miserias, que las familias se reúnan todas juntas por Navidad, que no haya discriminación racial, social, por motivos de sexo, religión o de otra índole. Que se hable alto, sin miedo, ya sea de fútbol, de música, de política o de ideales. Que se opine diferente, que no se tenga miedo de escuchar cualquier idea, que los políticos opinen, discutan, promulguen diferentes soluciones, y que sea el pueblo el que, escuchando libremente a todos por igual en los medios de comunicación de todos, diferentes, diversos, elija su destino por diferente que pueda ser.

En muchos países del mundo se vive así, la gente no tiene miedo, no viven con un nudo en el pecho cada día. Progresan, sus ciudadanos prosperan, sus nuevas generaciones tienen ilusión, y ninguno quiere escapar de esos países. Ocurre al revés, y todos los ciudadanos de países como el nuestro, donde aspiran a llegar es al de ellos. Y cuando los nuestros llegan allá y pasa el tiempo, se dan cuenta de dónde vivieron, y miran atrás y ven el atraso, la falta de libertades, la represión, la autocensura en la que uno cae dentro de la isla, el miedo individual y colectivo, les entran ganas de llorar por cómo se vive y cómo ellos vivían en Cuba. La misma pena que nuestro padre y hermano siente y siempre ha sentido sin necesidad de salir a ver lo que afuera se vive.

[...] No hay prosperidad sin libertad. Nuestro padre y hermano lo sabe. Y ustedes también lo saben. Hace tiempo que lo saben, pero han demostrado que no tienen otra manera, tienen que someter, esclavizar, y acallar a quienes promulgan el cambio porque de otra manera, el sistema se demuestra fallido y es al que hay que cambiar, pero eso les da miedo.

El poder debe servir por cuanto sirva al desarrollo de las ideas, y no las ideas por cuanto sirvan al desarrollo del poder. De la diversidad nace la fuerza de la evolución, de la homogeneidad y el pensamiento único, el retroceso. Se da en la genética, se da en los ecosistemas, y ocurre también en los pueblos y naciones. Es un orden natural. Nadie puede cambiar eso. De la diversidad nace la grandeza, la sorpresiva belleza, la capacidad de crear, lo más productivo y de las cosas más hermosas que tiene el ser humano.

[...] Nuestro padre y hermano lleva detenido 37 días. Su sistema es tan débil que tienen que traicionarse a sí mismos para poder sobrevivir. Y quien se traiciona a sí mismo, no es nada.

[...] Naciones Unidas les ha exigido que están incumpliendo todos los protocolos que han firmado y ratificado respecto a las desapariciones forzosas. Igualmente han traicionado dicho Convenio, dicha palabra que fue empeñada de Cuba ante el mundo.

Ya traicionan a su sistema secuestrando a José Daniel, nuestro padre y hermano, detenido más de 100 veces sin cargos en los 8 años que lleva fuera de prisión (más de una vez al mes de media) así como a otros cientos de activistas de UNPACU.

[...] En el teatro actual la mujer del presunto damnificado, Sergio García González, llamada Maribel Cabreja Leiva, declaró ante el mundo en una grabación que está subida a Internet desde el día 4 de octubre que su marido había tenido un accidente de motocicleta, que fue al hospital un día después con dolores, y que allí le visitó la Seguridad del Estado para amenazarle de que tenía que indicar que el causante de las lesiones debía ser José Daniel Ferrer. Su teatro está acabado desde que empezó, y lo saben ustedes, los diplomáticos de todas las naciones en La Habana, y toda la prensa seria internacional.

¿Qué más están dispuestos a traicionar de las propias reglas de su sistema obsoleto para acallar a nuestro padre y hermano? Eso desmorona más su propio sistema que lo que una sola persona pueda decir o pensar libremente, porque son ustedes mismos los que atacan su propio sistema, lo traicionan, y lo están haciendo desmoronarse ante el mundo, bien atento, observando la vergüenza, e indignando cada día a más personas, de dentro y de fuera.

[...] Raúl Castro y su difunto hermano Fidel llegaron al poder robando, asaltando, fusilando, ahorcando, y han permanecido en él empleando todo mecanismo de terror, torturas y violencia y hasta asesinando, como hicieron con Orlando Zapata, Wilman Villar, Oswaldo Paya, Harol Cepero, Laura Pollán, entre otros hermanos de ideas. Se están autocalificando ante el mundo, y así Jose Daniel gana la batalla.

[...] Responsabilizamos a cada uno de ustedes por lo que está pasando, a cada medio de comunicación que calla, a cada juez que guarda silencio, a cada fiscal que no se rebela, a cada policía que hace ocultar y oprime, a cada funcionario que ve, contribuye y omite… Cada uno de ustedes que tiene familia, que son seres humanos, que dicen defender un sistema, una ideología, y la hacen desmoronarse con cada uno de sus actos, que en el camino la destruyen desde sus inicios, cometiendo las mayores atrocidades que se pueden cometer contra sus semejantes. Y por encima de todos ellos, a quienes, como ustedes, son los artífices de su propia traición, los criminales que, contra un ser indefenso cuya única arma es el pensamiento, movilizan, desmontan y desnudan todo un teatro de sistema para acallarlo, justificando así con sus actos el activismo por los derechos humanos de nuestro padre y hermano, y dando luz a que su obra cada día tenga más sentido.

Les responsabilizamos también, de idéntica manera y con la misma fuerza, por los casos de los detenidos y desaparecidos junto con nuestro padre y hermano: Roilán Zárraga Ferrer, José Pupo Chaveco (un señor desamparado y enfermo, sin familia ni hogar, y a quien UNPACU brinda amparo y compañía), y Fernando González Vaillant, quienes han sido amparados tajantemente por las Naciones Unidas, al igual que José Daniel. También con respecto a los más de 129 presos políticos y de conciencia presentes en las cárceles de Cuba.

Exigimos la liberación inmediata de nuestro padre y hermano y activistas de UNPACU. Exigimos que, ante la vergüenza del mundo, se atrevan a poner de manifiesto qué es de ellos. ¿Dónde los tienen? ¿en qué condiciones? Y, ¿bajo qué acusaciones falsas y ridículas?

También les exhortamos a que reaccionen e inicien un diálogo con la verdadera sociedad civil independiente, aquella que ilegalizan y oprimen por sus ideas, diferentes a las suyas, y transiten el camino hacia una transición, que es lo único que puede salvar a Cuba y a los cubanos de más años de deshonor, vergüenza, dolor, miseria, detenciones, prisión de conciencia, esclavitud laboral, separación familiar y un sinfín de calamidades.

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