Mario J. Viera
Bolivia regresa al masismo. La democracia
boliviana en peligro. Luego de la caída de Evo Morales, fuera por su renuncia o
fuera como consecuencia de un atípico golpe de estado, el gobierno provisional
de Jeanine Añez incurrió en varios errores graves, empezando por la suspensión
de las elecciones del 3 de mayo, cuando, bien señala el analista boliviano Paul
Coca para la Agencia de Noticias Fides, “por
esas fechas el MAS estaba debilitado y herido por su salida del poder, pero
durante el gobierno de Áñez tuvo la oportunidad de componerse y crecer
aprovechando las debilidades de sus oponentes”, En aquel tiempo el
candidato de la oposición con mayores posibilidades de alcanzar la victoria
electoral era el centrista Carlos Mesa por Comunidad Ciudadana.
Particularmente lo vi claro desde que el
movimiento de protesta contra el fraude electoral se convertía en una cruzada
cristera cargando como enseña la Biblia, “retornándola al Palacio de Gobierno”,
la revolución de las pititas sería un fracaso anunciado. Lo primero que el
gobierno de transición llevó a cabo, antes de entrar de lleno en resolver los
problemas de institucionalización y de amplia participación democrática, fue
comprometerse en una despiadada cacería de brujas contra todos aquellos que estaban
comprometidos con el gobierno de Morales, y abriendo una crisis diplomática con
España y México.
Luego vino la exoneración de toda culpa a
las fuerzas militares en la represión de las protestas que se levantaban en
contra del gobierno de Añez y la decisión de la presidente a cargo, de
presentar su candidatura para las elecciones, después de haber criticado la “dispersión
del voto” debida a las múltiples candidaturas que se presentaban para optar en
las elecciones. Las ambiciones de poder turban el buen sentido, lo más correcto
habría sido apoyar todos, una sola candidatura, la de Carlos Mesa, para
enfrentar al poderoso en apoyo social e indígena del Movimiento al Socialismo
(MAS) de Evo Morales y erosionar aquella base masista con políticas
inteligentes. ¡Fue grande el trabajo del gobierno de Añez a favor del MAS!
Ahora a la provisional presidente de facto
─ de facto desde que suspendió las elecciones de mayo ─ solo le ha quedado emitir
por Twitter una plañidera felicitación al candidato de Evo Morales: “Aún no tenemos cómputo oficial, pero por los
datos con los que contamos, el Sr. Arce y el Sr. Choquehuanca han ganado la
elección. Felicito a los ganadores y les pido gobernar pensando en Bolivia y en
la democracia”, sí temiendo que los extremistas de MAS reproduzcan su
cacería de brujas contra todos los implicados en el gobierno provisional.
Ahora, con el retorno del MAS al gobierno,
Comunidad Ciudadana de Carlos Mesa se convierte en la representación
mayoritaria de la oposición. “El pueblo
boliviano nos ha encomendado un mandato, ha votado y ha decidido el mandato a cada
quien. A Comunidad Ciudadana le ha dado un mandato muy claro, ser la cabeza de
la oposición democrática del periodo 2020-2025, y vamos a asumir esa
responsabilidad con claridad conciencia y responsabilidad”, expresó Mesa.
La incógnita no tan incógnita será el
retorno de Evo Morales a Bolivia, aunque hay sectores del MAS que no lo ven
como conveniente por el momento. ¡Ya veremos lo que sucederá en Bolivia luego
de la toma de posesión de Luis Arce! MAS, mayoritario, pero MAS no es más
democracia.
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