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viernes, 8 de febrero de 2013

Las estrategias perversas del gobierno


Francisco Rivero Valera. EL UNIVERSAL
Noam Chomsky

Este gobierno es un ejemplo típico de la manipulación chomskiana.

O sea, es un aprovechado de las 10 estrategias de manipulación de masas de Noam Chomsky, para lograr un objetivo: hacer del pueblo venezolano lo que le da la gana.

Sirva como ejemplo lo que está haciendo en estos últimos días.

Está reutilizando la estrategia de distracción con 4 acontecimientos: la enfermedad del Presidente, el desabastecimiento de alimentos, el Carnaval y la Serie del Caribe.

No contento con eso, y como el régimen sabe que todo impacto es pasajero y el interés público es de corta duración, manipula con un nuevo elemento: la foto del diario El País. Con un objetivo: desviar la atención sobre los gravísimos problemas del país. Uno de ellos es la crisis política generada por la ambigüedad de un Presidente electo, no juramentado. Y el otro, la existencia de un desgobierno foráneo, ejecutivo desde Cuba, inaudito e histórico.

De todas formas, no hay sorpresas. Este gobierno siempre ha sido un gran manipulador.

Si analizamos un poco su perversa actitud, nos daremos cuenta que siempre ha manipulado con alevosía al pueblo venezolano. En 1999, por ejemplo, aplicando la estrategia de gradualidad, se anunció como régimen democrático, luego marxista, después socialista del siglo XXI y, al final, comunista. Con un objetivo: imponer su inaceptable sistema de gobierno, no de una manera brusca, para evitar resistencia, sino en forma progresiva, en cuentagotas, para generar acostumbramiento.

También ha reutilizado otra estrategia: crear problemas-reacción-solución, con el propósito de que el pueblo reaccione ante una situación creada y acepte las medidas subsecuentes. Sería el caso del desabastecimiento alimentario para  generar  reacción de intolerancia en la gente, y justificar la liquidación de la empresa privada como supuesta responsable y origen del problema. En palabras del vicepresidente sería: la burguesía comercial está pretendiendo una especie de guerra económica contra el pueblo.  Maduro. El Nacional 2-2-13. No mencionó, por supuesto, su autoría real del problema, las expropiaciones y la baja productividad.

Las otras 7 estrategias de manipulación de masas de Chomsky también están siendo aplicadas: mantener la ignorancia y la mediocridad. Estimular la mediocridad. Tratar a la gente como criaturas de poca edad: mis hijos. Bajar la autoestima. Conocer a cada individuo. Diferir políticas dolorosas para que sean percibidas necesarias, como el paquete económico después de Carnaval. Y, el colmo, manipulación emocional con la frase yo soy Chávez, en absurda contradicción con el concepto de persona como ser incomunicable.

Sin embargo, si la manipulación psicológica se refiere al control del pensamiento, las emociones, la actitud y las decisiones de una persona o del colectivo, para que se cumpla ese proceso se necesitan 2 actores: el manipulador y el manipulado. El gran manipulador en Venezuela es el gobierno demagógico. El manipulado, el pueblo.

Y hasta ahora, el gran manipulador ha tenido éxito por varios factores: extrema sensibilidad del pueblo, por pobreza mental y económica y reemplazo de la reflexión por la emoción. Dependencia económica y afectiva. Baja autoestima. Y vulnerabilidad al miedo, la angustia, la vergüenza y al chantaje.

Macanudo esfuerzo de recuperación el que le espera a la gente pensante de este país, al tratar de rescatar la democracia de ese hueco tan profundo.

Y la lucha apenas comienza.

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