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viernes, 19 de noviembre de 2021

Yunior García Aguilera: “Yo soy revolucionario”

 

Mario J. Viera


 

Así, simple y claramente lo declaró Yunior García Aguilera en la conferencia de prensa que ofreciera en Madrid: “Yo soy un revolucionario”. Una expresión esta que puede sonar en los oídos de algunos ardientes anticomunistas del exilio cubano como desgarradora, terrible, insultante… Pero Yunior García sí es revolucionario, no un contrarrevolucionario, y cansa ya seguir escuchando ese calificativo para denominar a todos aquellos que se oponen y enfrentan a la dictadura totalitaria del Partido Comunista de Cuba; y cansa, porque es asumir como propio el estribillo del castrato, y es como reconocer que en Cuba hay una revolución en el poder.

 

¡Falso! La contrarrevolución es hoy y siempre ha sido, elemento distintivo de los que regentan el poder; es el Buró Político del PCC; es el Consejo de Estado; es la Asamblea Nacional del Poder Popular; es la alta oficialidad de las fuerzas armadas de generales corruptos y ambiciosos de poder.

 

Se alzarán voces airadas arremetiendo contra Yunior acusándole de cobarde y hasta de traidor por su escapada hacia España. Eso lo sabe perfectamente Yunior. Y gritarán furiosos todos aquellos que prefieren que sea otro el que ponga el muerto; que imploran invasiones armadas a Cuba por parte del ejército estadounidense; que no conocen, que no han sufrido la fuerza brutal del hostigamiento de la Seguridad del Estado; que no han conocido el nauseabundo hedor de las mazmorras castristas; que no saben la angustia, la desesperanza del ostracismo interno de aislamiento domiciliario durante días, semanas y meses aislados del mundo exterior, que acalla y ahoga la voz salida de lo profundo de la conciencia; que no han sido víctimas de una campaña de descrédito constante por todos los medios informativos del país, Escapar del acoso es humano, es la no vocación al martirologio propia de todo ser pensante.

 

¿Acaso no debemos preguntarnos a nosotros mismos por qué abandonamos nuestra tierra para partir hacia el exilio? ¿Por qué decidimos acogernos al exilio? Los héroes también van al exilio. Martí, Maceo, Gómez conocieron el exilio; se mantuvieron en el exilio hasta que se produjera el momento propicio para regresar a Cuba y emprender la lucha, no abandonada en el exilio.

 

La convocatoria del grupo Archipiélago para una marcha cívica y pacífica el 15 de noviembre, fue un impulso nacido del entusiasmo de personas honestas pero carentes de experiencia en los trajines de lucha contra el totalitarismo. Pecaron de idealismo e hicieron pública la convocatoria. Contaban con que, si se había producido un espontáneo 27 de Noviembre, y un espontáneo 11 de Julio, podría producirse un 15 de Noviembre; sin embargo desestimaron la capacidad represiva del régimen militar del PCC; y el régimen movilizó todo su arsenal de represión, aisló a los principales promotores de la marcha por la dignidad, controlaron los movimientos de los opositores más conocidos, advirtieron, amenazaron…Lanzarse a la calle sería un suicidio, y no todos tenemos la disposición al suicidio. Sería enfrentarse a esas bandas, a las cuales los medios erróneamente y de manera no madura califican como “partidarios del gobierno”, cuando en realidad son mercenarios que actúan por dinero o por beneficios, gente de la más baja calidad ética y muchos de ellos hasta con antecedentes penales, dispuestos a cualquier acto de violencia en contra de todo aquel que disienta del régimen. Sería también enfrentarse con destacamentos militares, policiales y cuerpos antimotines previamente alertados.

 

Olvidaron un principio probado de los métodos de la resistencia noviolenta, el trabajo para ganar de manera directa los recursos humanos y diluir el liderazgo en uno de carácter horizontal. Esto último faltó, quedando Yunior García como el máximo representante del movimiento. Olvidaron también que ninguna dictadura, y mucho menos una de corte totalitario, se abre al diálogo mientras cuente con capacidad para reprimir, que a las dictaduras hay que acorralarlas para obligarlas a buscar en el diálogo su último recurso antes de ser derrocadas finalmente. La legitimación de la lucha noviolenta no puede buscarse en el acatamiento de la Constitución política del régimen cubano, una Constitución que de manera olímpica el PCC puede interpretarla según sus propios intereses.

 

No obstante el 15 de Noviembre fue exitoso, puso al descubierto ante el mundo la esencia violenta, represiva, cobarde del régimen del PCC.

 

Por otra parte, Yunior García tiene que prepararse para enfrentar dos enemigos, el primero, el gobierno del PCC; el segundo las organizaciones de ultraderecha del exilio.

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