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lunes, 9 de octubre de 2017

Las duras propuestas de Donald Trump sobre el DACA

Mario J. Viera


Ayer, 8 de octubre, domingo, Donald Trump envió al Congreso federal un catálogo de exigencias, supuestamente, para darle solución al programa DACA, suspendido desde el 5 de septiembre de 2017, cuando cedió al Fiscal General, Jeff Sessions, la comunicación de la medida tomada. Y Sessions habló con su afectada voz y dijo: "Estoy aquí hoy para anunciar que el programa conocido como DACA que fue efectuado bajo la administración de Obama está siendo rescindido". Trump estaba cumpliendo con su promesa de campaña de suprimir este programa conocido como Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), además, anotó el delicado Sessions: “El programa es inconstitucional”. Pero, ¿acaso Trump no iba a considerar el asunto “con el corazón” y ser compasivo? “Lo compasivo es acabar con esta anarquía, implementar nuestras leyes y si el Congreso elige hacer cambios en nuestras leyes, hacer eso a través del proceso establecido”, aclaró el meticuloso Jeff Sessions.

¡Claro que no!, Trump no se proponía “simplemente eliminar DACA, sino proveer al Congreso una oportunidad para que actúe finalmente”, él no quiere castigar, se propone solo hacer reconocer que Estados Unidos es una nación de leyes, y lo dice, lo afirma, lo asegura: “No soy partidario de castigar a niños, la mayoría de los cuales son ahora adultos, por las acciones de sus padres. Pero también debemos reconocer que somos una nación de oportunidades  porque somos una nación de leyes”. Claro está que Trump estaba consciente de las reacciones de rechazo que esta medida provocaría incluso dentro de algunos sectores del legislativo republicano y, por tanto, concedió una prórroga de seis meses para que el Congreso le buscara y le encontrara una salida al tema.

A mediados de septiembre, el senador Chuck Schumer y la líder de la minoría demócrata en la Cámara Nancy Pelosi se reunieron con Donald Trump en una cena en la Casa Blanca para intentar buscar una solución al DACA. En un comunicado los dos legisladores demócratas expresaron: "Hemos acordado consagrar en ley las protecciones del DACA y trabajar en un paquete de seguridad fronteriza, excluyendo el muro, que es aceptable para ambas partes". Sin embargo ambos legisladores pasaron por alto lo que destaca de Trump Steffen Schmidt, profesor de Política de la Universidad de Iowa: “Trump es un ser maquiavélico y muy inteligente. Ha puesto a los demócratas contra los republicanos con la esperanza de conseguir algún éxito legislativo, que luego podrá atribuir a su propio liderazgo”.

Trump se propone sabotear cualquier acuerdo al que se llegue para dar solución al estatus migratorio de los “dreamers” con el catálogo de duras exigencias en materia de política migratoria que ahora dirige al Congreso. Si no se llega a una solución congresional podrá alegar que la falta no se debe a él sino a la falta de voluntad de los legisladores. Es como anota el diario El País: “Negociar con Donald Trump es un riesgo. El antiguo tiburón inmobiliario suele llevar la partida al límite. Da igual que sea el pacto nuclear con Irán, la escalada con Corea del Norte o el NAFTA. El objetivo final siempre es el mismo: obtener alguna ventaja respecto a la situación inicial. Para ello aprieta el acelerador hasta el fondo y espera que sea el otro quien acabe apartándose”.

Entre los puntos centrales del paquete de reclamaciones presentado por Trump se encuentra la “financiación y construcción completa del muro” en la frontera con México, que en la reunión con Pelosi y Schumer se acordó no incluir en un proyecto de reemplazo del DACA; además Trump exige el retiro de fondos a las ciudades santuario, un aumento en el coste de los visados para financiar la mejora de la seguridad fronteriza y una mayor deportación de inmigrantes ilegales. En esta lista de medidas se incluye también una solicitud de fondos para contratar 370 jueces de inmigración adicionales; 1.000 abogados para el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés); 300 fiscales federales y 10.000 agentes adicionales del ICE para poner en vigor las leyes de inmigración. Según se desprende del borrador al que ha tenido acceso la agencia EFE, el gobierno de Trump busca tres objetivos: 1) garantizar admisiones en EEUU "seguras y legales", 2) defender "la seguridad" del país y 3) supuestamente "proteger a los trabajadores y contribuyentes estadounidenses”.

Luego de conocidas las propuestas de Trump para la solución del DACA, Pelosi y Schumer declararon en un comunicado conjunto citado por el Washington Post: “Durante un encuentro le dijimos al presidente que estamos abiertos a medidas razonables para la seguridad fronteriza. Pero esta lista va más allá de todo lo razonable. Esa propuesta (de ahora) no muestra ninguna voluntad de compromiso. La administración no puede ser seria sobre un compromiso o ayuda a los dreamers si empieza con una lista que es un anatema para ellos, para la comunidad de inmigración y para la mayoría de los estadounidenses. La lista incluye el muro, que fue descartado explícitamente de las negociaciones”; y recalcan ambos legisladores: “Si el presidente iba en serio con la protección de los dreamers, sus funcionarios no hicieron un esfuerzo de buena fe".


Tal pareciera que la portavoz de la Casa Blanca Lindsay Walters estuviera haciendo ciertas las palabras definitorias de El País sobre hacer negociaciones con Donald Trump. Así ha declarado Walters: "El presidente ha dejado claro que quiere que el Congreso actúe y apruebe una reforma de inmigración responsable en conjunto con cualquier legislación relacionada al DACA".

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