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martes, 24 de septiembre de 2013

Hablando de Chepe, un periodista veraz


Martha Beatriz Roque Cabello. CUBANET

El  6 de abril de 2003, se llevó a cabo una de las vistas en juicio oral de la Primavera Negra; en la Sala de los Delitos Contra la Seguridad del Estado del Tribunal Provincial Popular de Ciudad de La Habana, contra seis disidentes, según la Causa NO. 11/03 seguida por los delitos de Actos Contra la Independencia o la Integridad Territorial del Estado e infracciones de la Ley 88/99 (conocida  como Ley Mordaza). Entre ellos se encontraba Oscar Manuel Espinosa Chepe, que en ese momento tenía 62 años de edad.

“Chepe” como todos han acostumbrado a llamarle, nació en Cienfuegos, pero vivía en el municipio de Playa, en La Habana, de profesión economista, trabajó como miembro activo del Servicio Exterior del régimen.

Su locuacidad ha caracterizado siempre las intervenciones que ha hecho, cuando ha estado en presencia de diplomáticos y disidentes; para tratar de explicar la situación existente en el país.

Para Miriam Leiva, su esposa, la forma de llamarlo es Oscar. Ellos forman un matrimonio de muchos años y ambos se han dedicado al periodismo independiente. Él se ha distinguido por la veracidad de sus informaciones; así como los análisis que ha hecho, que al pasar del tiempo han coincidido con la realidad cubana. Tuvo un espacio fijo en Radio Martí conocido como “Hablando con Chepe”.

Durante el tiempo que estuvo preso como parte del Grupo de los 75, tuvo que ser hospitalizado en lo que se conoce como la “Salita de la Seguridad del Estado” del Hospital Militar Carlos J. Finlay. Allí el médico que lo atendió, olvidado de su juramento Hipocrático, trató de minimizar su enfermedad públicamente, a través de un programa de la Televisión Cubana, cuyo protagonista principal lo fue el ex ministro de Relaciones Exteriores, Felipe Pérez Roque.

Sin embargo, algún tiempo después, tuvieron que admitir que no estaba apto para permanecer en prisión y le fue otorgada una licencia extrapenal, que es una especie de limbo jurídico no registrado en lugar alguno.

Posterior a su salida de prisión, donde cumplió aproximadamente un año y medio, Chepe continuó sus actividades disidentes, incluso practicó aquellas por las que había sido acusado y penalizado – como sanción conjunta ─ a veinte años de privación de libertad.

Chepe es uno de esos cubanos que ha entregado una parte de su vida ─ a pesar de su edad y su estado de salud ─ al ideal de la democracia en Cuba, por lo que tiene el reconocimiento y respeto de todos sus hermanos de causa y de los que siguen los problemas de nuestro país; pero cuando se haya conseguido el objetivo al que ha dedicado estos años de su vida, la sociedad en general lo recordará y lo admirará.

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