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jueves, 27 de junio de 2013

¿Y por qué no te callas?


Francisco Rivero Valera. EL UNIVERSAL

Si Venezuela ocupa el puesto 117 de la clasificación mundial de libertad de prensa, es decir, entre los 62 peores países con mayor represión de la libertad de expresión, Reporteros sin fronteras, Francia 2013, la libertad de expresión en Venezuela está en crisis.

Si el IPYS o Instituto Prensa y Sociedad de Venezuela ha denunciado 136 ataques  y 145 violaciones a la libertad de expresión, de enero a mayo del 2013. O sea, 68%  superior al 2012. Y la SIC o Sociedad Interamericana de Prensa, ha reportado aumento de la censura en Venezuela, Cuba, Argentina y Ecuador, la libertad de expresión en Venezuela está en crisis.

Si la censura y ataques a la prensa, estrategias propias de las dictaduras, comienzan con la limitación de la cobertura de eventos públicos. Eliminación de programas de opinión disidentes, con intimidación y procedimientos administrativos y judiciales. Detenciones arbitrarias, agresiones físicas y ataques a las sedes. Y el cierre de canales de televisión, radioemisoras, periódicos y muerte de periodistas. Y si en Venezuela se ha visto la aplicación de todas esas estrategias, con una adicional: la hegemonía comunicacional. O sea, intentos del Gobierno de ser dueño único de los medios con aumento en la propiedad de 1 a 6 plantas de televisión, 107 radioemisoras públicas y 243 comunitarias. Y presiona para que el resto sea adepto a su política. La  libertad de expresión en Venezuela está en crisis.

Y si ante la pobre sintonía de los medios del Estado, de apenas 4.5%, según mediciones AGB, el régimen está aplicando 3 medidas adicionales de presión para obligar ser vistos y escuchados: mensajes institucionales obligatorios con la Ley Resorte, censura y supresión de programas críticos al Gobierno y cadenas nacionales. La libertad de expresión en Venezuela está en crisis.

Y si todo parece indicar, por la condición sine qua non entre democracia y libertad, que en América Latina se están instalando regímenes autocráticos, disfrazados de democráticos con la realización de procesos electorales que resultan, al final, estrategias de manipulación para asegurar su permanencia en el poder. La libertad en Venezuela está en crisis.

Finalmente, y si el Premio Nacional de Periodismo 2013 fue designado al finado, que no era periodista, pero, según L. Rodríguez, miembro del jurado: "ni Simón Bolívar ni Hugo Chávez eran periodistas, pero nunca tuvimos mejores comunicadores de la verdad e historia, dentro de todos los procesos de libertad, independencia y soberanía de los pueblos". Y si L. Rodríguez y demás del jurado "olvidaron" la promesa electoral del finado en 1998 de respetar los medios de comunicación, que al final resultó ser pura mentira. Y el cierre de Radio Caracas TV y de 34 emisoras de radio. Los insultos contra la prensa. La intimidación y procedimientos administrativos contra Globovisión. Y otras estrategias destinadas a reutilizar la frase "¿y por qué no te callas?" del rey de España contra Chávez, esta vez contra la prensa. La libertad de expresión en Venezuela está en crisis.

Y que ante esta nueva crisis, todo el mundo puede preguntar si los venezolanos ya están acostumbrados a renunciar a la libertad. Y si la respuesta es SI, urge recordar que "quienes son capaces de renunciar a la libertad esencial a cambio de una pequeña seguridad transitoria, no son merecedores ni de la libertad ni de la seguridad". Benjamín Franklin.

Y que la lucha por la libertad apenas ha comenzado.

Que así sea.

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