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viernes, 23 de septiembre de 2011

Benedicto XVI rinde homenaje a Martin Lutero

Agencias

El lugar donde el Papa Benedicto XVI se reunió con los representantes de la Iglesia Evangélica de Alemania tiene una significación histórica. Se trata del Monasterio de los Agustinos, en el que vivió y estudió Martín Lutero desde 1505 hasta 1511. Allí fue donde maduraron las ideas de reformación de Lutero, que condujeron, más tarde, a la división de la Iglesia. En este Monasterio, Benedicto XVI calificó a Lutero de cristiano apasionado, y pidió a luteranos y católicos buscar lo que tienen en común en un mundo cada vez más laico. Además elogió por primera vez la pasión del teólogo causante de uno de los más importantes cismas de la Iglesia católica en Europa.

Según DW-World.De “Después de 1512, cuando Martín Lutero emprendió la Reforma de la Iglesia, probablemente ningún Papa se habría atrevido a viajar al centro de la Reforma luterana, Erfurt. El otrora monje católico Martín Lutero acercó a la gente de su época el Evangelio. Desde su punto de vista, Lutero desechó todo el lastre teológico y tradicional innecesario que distorsionaba el verdadero núcleo de la fe. El Papa de entonces llegó a calificar a Lutero de ‘Anticristo'”.
Monasterio de los agustinos en Erfurt

"Como Obispo de Roma, es para mí emocionante encontrarme en el antiguo convento agustino de Erfurt con los representantes del Consejo de la Iglesia Evangélica de Alemania. Aquí, Lutero estudió teología y fue ordenado sacerdote en 1507", manifestó el papa durante el encuentro ecuménico que sostuvo con representantes de las iglesias protestantes de Alemania.
Benedicto XVI rindió homenaje el viernes a Martín Lutero, al subrayar su "pasión profunda" por "la cuestión de Dios", un gesto simbólico hacia los protestantes en la ciudad de Erfurt (este de Alemania) donde surgió la Reforma.
"Lo que no lo dejaba en paz (a Lutero) era la cuestión de Dios, que era la pasión profunda y la fuerza de su vida y de todo su itinerario. (...) El pensamiento de Lutero, toda su espiritualidad, estaban completamente centrados en Cristo".  "Lo más necesario para el ecumenismo es (...) que, bajo la presión de la secularización, no perdamos casi por inadvertencia las grandes cosas que tenemos en común" como cristianos, dijo, en el segundo día de una visita oficial a Alemania, su país natal.
"Fue un error de la era confesional haber visto en mayor parte sólo lo que separaba y no percibir de manera existencial lo que tenemos en común en las grandes orientaciones de la Santa Escritura y en las profesiones de fe del cristianismo antiguo", dijo el Papa.
Tras el encuentro, Benedicto XVI y los líderes religiosos protestantes celebraron en el ex convento de los agustinos un acto ecuménico en el que un obispo evangélico leyó el salmo 164 en la traducción que hizo Lutero sobre la común vocación cristiana para alabar a Dios.
Luego del esperado encuentro en esta segunda jornada de visita, el jefe de la Iglesia católica participó en un oficio ecuménico en la iglesia del monasterio, donde no hubo eucaristía, como deseaban los luteranos.
Y es que ahí reside una de las principales diferencias entre católicos y protestantes: la Iglesia evangélica administra el sacramento de la comunión a todo cristiano bautizado, mientras que el Vaticano lo reserva estrictamente a los católicos.
"Para todos nosotros sería una bendición poder ofrecer en un tiempo prudente una eucaristía común más libre", lamentó el presidente del Consejo de la Iglesia Evangélica de Alemania (EKD), Nikolaus Schneider.
Erfurt es la capital del estado libre de Turingia el que partir de 1949 formara parte de la República Democrática Alemana (RDA). En 1952, Turingia fue disuelta como Estado y el territorio pasó a ser administrado entre tres distritos. Tras la reunificación alemana en 1990, el Estado Libre de Turingia recuperó su naturaleza de Estado.
Turingia es considerada actualmente como el perímetro en Europa que presenta el máximo alejamiento de la fe. Ubicada dentro del territorio de la antigua Alemania del Este, sus habitantes están cada vez menos ligados a la fe cristiana debido a que se ha producido un alejamiento masivo de la Iglesia, influyendo poderosamente en esta evolución fueron los 40 años de gobierno comunista y los 12 años de ideología nacionalsocialista, que dejaron profundas huellas en este aspecto.
No solo en el Este sino en toda Alemania se presenta un marcado descenso en la religiosidad. Desde 1950 hasta hoy los protestantes han descendido de 43 a 25 millones. Mientras que los católicos eran 25 millones en 1950. Un 30% de los 82 millones de alemanes son católicos, igual porcentaje que los luteranos, pero la Iglesia católica ha perdido miembros en los últimos años. En la ex Alemania oriental, donde los católicos son una pequeña minoría, este porcentaje es del 17 por ciento.
La edad promedio de los practicantes es en todos lados de 60 años. Y sólo el 15 por ciento de los alemanes menores de 30 años, verdaderamente los potenciales progenitores de la futura generación, considera que la educación religiosa es importante para los hijos. Sólo el 38 por ciento de los alemanes consideran la Navidad una fiesta religiosa.
La visita del Papa, en este su tercer viaje a su país natal fue marcada por fuertes protestas. Ante estos actos de rechazo reconoció que "es lógico que las personas se puedan sentir escandalizadas por los abusos sexuales por parte de clérigos a menores", asegurando que "la Iglesia trabajará desde dentro contra este escándalo".

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