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miércoles, 3 de agosto de 2011

Falleció en Miami José I. Rivero

Gustavo Pena Monte. DIARIO LAS AMERICAS

Ha fallecido en Miami, en la mañana de este miércoles, un héroe de la libertad de expresión, el periodista José Ignacio Rivero, quien en Cuba fuera director del centenario Diario de la Marina, hasta que las turbas azuzadas por el dictador Fidel Castro asaltaron el periódico y él se vio forzado al destierro.

Fuera de su patria, Rivero continuó luchando contra el régimen comunista y escribió sus columnas en importantes publicaciones de Europa, Estados Unidos y Latinoamérica.

Desde el primer momento Diario las Américas se honró en contarlo entre sus principales columnistas.

Al conocer la noticia, el director de Diario las Américas, Dr. Horacio Aguirre, comentó: “Con la muerte de José Ignacio Rivero, Cuba ha perdido a uno de sus más egregios ciudadanos y el periodismo continental ha perdido una figura sobresaliente en la lucha por la libertad de expresión y por la información moralizadora y bien concebida”.

Rivero nació en La Habana, Cuba, el 28 de octubre de 1920, se educó en el Colegio de Belén de los padres jesuitas en La Habana y se graduó de high school en The Choate School, de Wallingford, Connecticut, EEUU. Estudio periodismo en la Universidad de Marquette, Wisconsin.

El Diario de la Marina fue toda una institución en Cuba. Fundado en 1832. Don Nicolás Rivero y Muñiz fue el primer miembro de la familia Rivero en dirigir el periódico. A su muerte, en 1919, le sucedió en la dirección su hijo José I. Rivero (Pepín) hasta su muerte en 1944. Poco después José Ignacio Rivero asumió esa dirección, cargo que ocupó hasta el cierre que se produjo en forma violenta por el régimen comunista de Fidel Castro en mayo de 1960.

El Diario de la Marina sostuvo siempre su defensa a los principios cristianos, a la libre empresa y a la propiedad privada. Desde el primer momento de la toma del poder por Castro, Rivero nunca se equivocó y vio la amenaza del comunismo totalitario contra el que comenzó a predicar en sus columnas Relámpagos, las mismas que siguió publicando durante muchos años en Diario las Américas.

Entre los muchos honores recibidos en el destierro, figuran entre otros el doctorado honoris causa que le entrego su alma mater, la Universidad de Marquette en 1961. En 1960 The Americas Foundation le otorgó su más alto galardón.

A su llegada al exilio, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) le había otorgado por unanimidad el premio de “Héroe por la Libertad de Prensa”.

Al anunciar la muerte de su padre, su hija Beatriz lo calificó como un esposo y un padre excepcional, un padre de familia que supo dar amor a todos en el hogar, lo mismo en Cuba, durante los meses de acoso por parte del régimen, como al encarar el exilio primero en España y luego en Estados Unidos y Puerto Rico.

“Lo más grande para él era su familia y su patria. Pensaba en Cuba todos los días de su vida. Era un hombre enamorado de su patria y sufrió tanto al verla encadenada. El sueño de su vida era volver a una Cuba en libertad”, agregó Beatriz.

Al consignar la noticia de su muerte, Diario las Américas hace llegar su más sentido pésame a sus hijas, María de Lourdes, Beatriz, Inés María y Magdalena, a sus nietos, bisnietos y demás familiares.

Que descanse en la paz de Dios.

NOTA DE EL FANTASMA
En honor del destacado periodista cubano que acaba de fallecer reproducimos uno de sus últimos artículos:
Bajo el fuego rojo
José Ignacio Rivero
Hace unas semanas recibimos de un compatriota nuestro la sugerencia de que reprodujéramos semanalmente en nuestro espacio del DIARIO LAS AMERICAS los artículos y editoriales que publicamos en nuestro “Diario de la Marina” de Cuba durante la época tenebrosa en que comenzó a gobernar salvajemente Fidel Castro, el enemigo de la libre empresa, de la propiedad privada y de todas las demás libertades. He aquí a continuación el comienzo y en síntesis el tema que nuestro joven lector quiere y debe conocer sobre nuestra patria magullada desde hace más de medio siglo:
* * *
Estimado compatriota usted me insiste en que le haga un resumen de la Historia de Cuba porque se conoce al dedillo la de los Estados Unidos donde vive y donde nació hace 32 años y no conoce bien la que vivieron sus antepasados. No soy historiador ni tengo el don periodístico de la síntesis; si viviera el siempre recordado Ramiro Guerra, como dije una vez en este mismo espacio se lo haría no solo en pocas líneas sino también con más precisión en cada párrafo de su relato.

Cuba desde su descubrimiento por Cristóbal Colón fue una colonia española. Se liberó de España después de una guerra larga proclamándose en una república libre e independiente bajo la presidencia de Tomás Estrada Palma. Desde entonces Cuba pasó por muchos períodos de inestabilidad social y económica con algunas notables excepciones. El líder del Partido Liberal, Gerardo Machado y Morales llegó a la presidencia de la república en el año 1924. Sus primeros años en la presidencia fueron maravillosos para la economía y el bienestar general de Cuba. Pero antes de finalizar su segundo período presidencial estableció una dictadura que reprimió totalmente a la oposición política. En agosto de 1933 se realizó un levantamiento general y lo derrotó. Desgraciadamente hubo mucha sangre de por medio. Mi padre, Pepín Rivero, tuvo muchas polémicas con él cuando era presidente. Una vez Machado le dijo: “Acuérdese Pepín que yo tengo el ejército”. Y mi padre terminó la discusión diciéndole: “Acuérdese presidente que yo tengo la Marina…”

Después de Machado Cuba tuvo varios presidentes, democráticos todos. La democracia en Cuba sólo fue interrumpida dos veces antes de Castro. Las dos veces por Fulgencio Batista, que era en 1933 miembro del ejército cubano y cuando se derrocó a Machado lo nombraron a él Jefe del Ejército porque había sido el principal autor del levantamiento. Machado se exilió en Miami y en Miami murió. Después de algunos años con distintos presidentes elegidos democráticamente pero casi siempre con la influencia de Batista, este triunfó en unas elecciones celebradas democráticamente en el año 1940 en las que venció a Ramón Grau San Martín. Pasaron cuatro años y Batista convocó a unas elecciones generales. Esas elecciones las ganó Grau San Martín honestamente y Batista entregó democráticamente el poder en ese año 1944. Después en 1948 fue elegido presidente Carlos Prío Socarrás. El 10 de marzo de 1952 Batista le dio un Golpe de Estado a Prío antes de que terminara su gobierno de cuatro años. Batista estuvo en el Poder durante siete años antes de abandonar a Cuba la noche del 31 de diciembre de 1958. Fidel Castro que estaba en la Sierra Maestra con sus guerrillas bajó y tomó el poder a la fuerza también porque la Constitución de la República de Cuba que había dejado sin efecto Fulgencio Batista decía en uno de sus estatutos que cuando faltara el Presidente de la República le correspondía tomar posesión de la misma al magistrado más antiguo de la nación. Fidel Castro no hizo caso a eso y se constituyó en el poder y ponía y quitaba todo lo que quería en la nación.

Durante los siete años del gobierno de Batista Cuba, a pesar de su falta de democracia electoral gozó de sus mejores años económicos. La nación se situó entre los dos o tres países más prósperos y adelantados del Continente. El pueblo gozaba de una completa libertad y las conquistas obreras fueron superlativas. Cuba vivía feliz a pesar del derroche y de la dictadura política. El periódico “The New York Times” ayudó a crear una simpatía especial por Fidel Castro en todo el mundo. Su editorialista Herbert Mathews, después de entrevistarlo en la Sierra Maestra lo calificó de “Robin Hood” de las Américas. Todo el mundo se lo creyó. La madrugada del 1º de enero de 1959 Batista sin contar con nadie se fue de Cuba. Castro tomó el poder en Cuba el día que se fue Batista al exilio. Nombró de dedo a un presidente fidelista (Urrutia) y él se dedicó a mandar en los primeros meses con su rifle al hombro mientras aumentaba el terror por todas partes y no descansaban los funestos paredones de fusilamientos.

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