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miércoles, 24 de agosto de 2011

Carta a Pablo Milanés

Justo J. Sánchez

MIAMI, Florida, agosto, www.cubanet.org

Pablo:

Nos separará un océano cuando llegues a Miami. De tu quehacer siempre me he sentido lejano no sólo por operófilo. Respeto tu labor creativa. Te saludo porque llegas a mi casa. La apertura y la cordialidad bajo estas palmeras y en estas playas son tradición. ¿Hay pasiones? ¡Por supuesto! Hay también contradicciones y exageraciones. Los traumas duelen -y duro- pero tu verso, cuando político, no se asoma al sufrir de los lastimados que te reciben en esta orilla. Abre tus ojos y verás bondad y generosidad en los humildes y sencillos, en fin, los genuinos, los que cuentan.

Permíteme explicarte lo que no puede Hugo Cancio, tu promotor. Miami es una polis compleja y contenciosa. Es un lugar unido como lo mostró durante el huracán Andrew y en la manifestación de apoyo a las Damas de Blanco. Miami es un lindo arcoíris de argentinos, venezolanos, boricuas, nicaragüenses, colombianos, mexicanos, rusos, afroamericanos, judíos, cubanos y, algunos anglos. ¿Tenemos fricciones? Sí. ¿Qué familia no las tiene? Aquí tengo la libertad (por ejemplo en www.TintayVeneno.com) de analizarlas o llevarlas a la sátira. Como sabes, en otros lugares es más difícil. Tú fuiste víctima de UMAP.

Hugo no te ha contado que Miami es residencia de artistas que no se conocen en Cuba: los pintores Miguel Padura y Julio Larraz, el dramaturgo Nilo Cruz, actores como Tomás Milián nuestro orgullo en Cinecittà y en películas como Traffic, arquitectos como Andrés Duany. En este lugar en pañales, hay estructuras de I.M. Pei, Philip Johnson, Philippe Starck y Frank Gehry. Apenas a unos pasos de donde ofreces tu concierto está el último proyecto público de esculturas a gran escala de Isamu Noguchi. Pintan la ciudad como aldea y hogar de la mafia, eso es lugar común. ¿Sabías que fue en Miami donde hizo Luciano Pavarotti su debut norteamericano?

Pablo, en el ocaso de la revolución has mostrado un saludable espíritu crítico cuando pisas suelo extranjero. Con sano juicio, no te prestaste para la farsa de Juanes ni firmaste el penoso “Mensaje desde La Habana” emitido cuando la Primavera Negra. Intentaba el documento suscrito por los artistas e intelectuales oficialistas justificar también el fusilamiento de los jóvenes capturados en la Lancha de Regla. Tu llegada a Miami irrita sensibilidades a la luz de ciertas canciones y declaraciones. Recuerdas, por ejemplo, en La Vanguardia:

“La Vanguardia – ¿Se pisarán las calles nuevamente cuando muera Fidel?

Pablo Milanés – Si muere Fidel ahora que Cuba no está preparada, será tremenda jodienda.

V – ¿Para bien o para mal?

PM – Para muy mal. Porque en Cuba ahora nadie espera que muera Fidel. En cambio, en Miami hay mucha gente deseándolo.

V – ¿En Cuba lo creen inmortal?

PM – En honor a la verdad, en Cuba quienes quieren que se muera son una minoría. Todavía Fidel reúne un consenso mayoritario y tiene algo que decir en nuestro mundo: en América Latina, en África, en Asia.

Vivimos, Pablo, en un país pluralista que acoge manifestaciones de alta cultura y cultura popular. Si la legendaria soprano Elisabeth Schwarzkopf con historial Nazi llegó a la Metropolitan Opera ¿cómo te van prohibir cantar en la American Airlines Arena? ¿Que exista resistencia? Es normal. La libre expresión es parte de nuestra tradición y no es para sorprenderse. Llegas en un momento cuando el gobierno cubano del que en cierto momento fuiste panfletario ha condenado a Alan Gross, benefactor de la comunidad judía, ha arremetido contra las Damas de Blanco y se ha ganado un editorial recriminatorio en el Boston Globe.

Guardo la esperanza que la conversación que tú generes tenga la inteligencia y visión del artista cubanoamericano Geandy Pavón. El contestatario Pavón llegó a los titulares internacionales con su Némesis – Ai Weiwei: Lo elusivo del ser, una imagen trabajada en dimensiones gigantescas del prisionero político Weiwei proyectada sobre la fachada del consulado chino en Nueva York. Geandy con sus colegas artistas podrían dar respuesta civilizada a tu concierto como autor de “Yo me quedo/Aquí me quedaré” con fotos de los actos de repudio revolucionarios a la “escoria” de Mariel. http://www.youtube.com/watch?v=_BjnkXlR3uM

Pablo, tú lo dijiste, aún para los que protestan heridos por la historia: “La palabra nos espera: pide su lugar”. (Pablo Milanés, “Canción para Angela Davis”)

El galardonado periodista Justo J. Sánchez se ha desempeñado en Nueva York, Miami y el Caribe. Ha escrito para el departamento latinoamericano de la casa Sotheby’s, la revista Art Nexus, The Miami Herald y en catálogos de importantes galerías. Fue editor de bellas artes y cultura en el neoyorquino EL DIARIO/LA PRENSA. Recientemente fue entrevistado por The Wall Street Journal y la CBC/BBC. Con anterioridad sostuvo diálogos en la NBC Nightly News, National Public Radio, The New York Times, The International Herald Tribune, la RAI y otros medios de comunicación.

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