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viernes, 22 de julio de 2011

Injuriado por partida doble

René Gómez Manzano
LA HABANA, Cuba, julio, www.cubanet.org -Este martes, el Tribunal Provincial de Santiago de Cuba notificó la sentencia absolutoria que dictó en la querella criminal establecida por el joven letrado Ernesto Antonio Vera Rodríguez contra una dirigente comunista vinculada al Ministerio del Interior, la cual había proferido contra él expresiones injuriosas.

En días pasados, ese colega, quien pertenece a la Corriente Agramontista —la agrupación de abogados independientes cubanos que me honro en presidir—, circuló con amplitud los documentos fundamentales del caso. El miércoles divulgó una nota, en la que recoge las facetas fundamentales de este asunto penal.

Del examen de esa papelería podemos hacernos una idea cabal no sólo de la admirable maestría demostrada por este colega pese a que, por obra del régimen totalitario, no ha podido ejercer sistemáticamente su profesión; también podemos constatar los feroces ataques verbales proferidos por la incondicional del régimen contra él.

La luchadora marxista-leninista utilizó expresiones homofóbicas groserísimas, atribuyéndole al letrado la condición de gay. Pero empleó no este anglicismo (que en los últimos años se ha impuesto en el uso popular gracias a su carácter neutral), sino el vulgar término castellano que —como se sabe—a su condición de palabra tabú une una potente carga peyorativa.

Sería interesante saber qué piensa al respecto —si es que algo piensa— la Sexóloga en Jefa, doña Mariela Castro, y su flamante CENESEX. Los loables desvelos que ese aparato estatal ha mostrado en su enfrentamiento a la homofobia ameritarían que la hija del Presidente y sus secuaces se interesaran en este asunto.

La alusión a las ideas políticas opositoras no podía faltar, y, entre otras lindezas, la paniaguada del régimen le dedicó a nuestro colega y a sus acompañantes el mote de “opositores de porquería”, aunque empleando un vocabulario más soez.

La tramitación de este caso ha presentado anomalías notables que han sido señaladas por Vera Rodríguez. Entre ellas figuran la demora en la evacuación de distintos trámites, la interrupción del teléfono celular del letrado e incluso su detención, la cual, según denuncia pública hecha por él mismo, tuvo características de secuestro.

Pero lo más digno de destacarse es —a no dudarlo— que el mismo día del juicio, frente al Tribunal, se llevó a cabo un feroz “acto de repudio”. La burla y el desprecio no podían haber llegado más lejos: ¡Ante la propia sala de justicia que debía conocer de las injurias, se proferían con toda impunidad nuevos insultos bajo la mirada complaciente de los agentes de la autoridad!

En definitiva, el Tribunal Provincial ha reconocido en su sentencia que la dirigente comunista mintió al negar haber proferido las expresiones ofensivas que motivaron la querella, pero de manera insólita la absuelve, invocando un precepto penal que lo autoriza a hacerlo “si la injuria es debida al comportamiento provocador de la víctima”.

Lo más gracioso de todo es que esta supuesta justificación (es decir, la existencia de una hipotética previa provocación de parte del ofendido) se basa en que el abogado agramontista elaboró un escrito contra la dirigente comunista… ¡después del día de los hechos! O sea: ¡que esos aprendices de filosofía han “descubierto” una causa que es posterior al efecto!…

Por supuesto, el competente y combativo letrado agramontista no cejará en su empeño. Aunque la sanción que pidió para su ofensora es generosísima (pues consiste en una mera limitación de libertad, que ella cumpliría en la casa), él aspira a que la injuria no quede impune. Por ello se apresta a presentar el pertinente recurso de casación. Veremos qué dirá al respecto el Tribunal Supremo.

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