El virrey de Venezuela se recupera de un cáncer.

Mario J. Viera

Se ha confirmado, por la propia declaración de S.E. Hugo Chávez, Virrey de Venezuela, que su prolongada ausencia se debe a  la necesidad que ha tenido de recuperarse de un “tumor abscesado con presencia de células cancerígenas” y se mantiene bajo el cuidado y la atención de la metrópoli cubana.

Los gobernantes cubanos de Venezuela le marcaron el guión del discurso a Chávez para que saliera a la palestra con la intención de contener la probable lucha por el poder entre los subordinados del máximo representante de Raúl y Fidel Castro en Venezuela, que pudiera generar su prolongada ausencia del país y que, al mismo tiempo, podrían poner en peligro los intereses del reinado castrista.

El Nuevo Herald destacó la advertencia planteada por Mark Jones, profesor del Departamento de Ciencias políticas de Rice University, en Houston:

“Esa lucha interna por el poder podría generar un verdadero caos dentro del chavismo e incluso entre los integrantes de la oposición porque lo que han hecho hasta ahora es oponerse a Chávez, y Chávez es de alguna manera el pegamento que les ha mantenido unidos”

El Rey padre retiene a Chávez en Cuba. Le impone la obligación de atender a su salud. Nadie como Chávez para cuidar de los intereses de Cuba en Venezuela. De hecho es lo que se desprende de las declaraciones del noble súbdito de Cuba, Hugo Chávez:

“Seguramente no fue difícil para Fidel darse cuenta de algunos malestares […] que yo venía tratando de disimular desde hace unas semanas atrás. Me interrogó casi como un médico. Me confesé casi como un paciente y esa misma noche todo el avance médico de la revolución cubana […] fue puesto a nuestra plena disposición”

Con la aparición en la escena política venezolana a Fidel Castro se le abrieron las puertas para el logro de una de sus mayores ambiciones, conquistar la América Latina, colocar todo el subcontinente bajo su mando absoluto. Cuba pudo finalmente conquistar un país rico de la América Hispana, sin movilizar tropas, sin siquiera disparar un tiro y eso se lo debe a Hugo Chávez, que gobierna en el país suramericano bajo su influencia y dictado de aquí los numerosos viajes que el Virrey se ve obligado a realizar a Cuba en busca de órdenes e instrucciones.