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viernes, 15 de abril de 2011

Keiko y Ollanta


Las sombras tras los candidatos. Alberto Fujimori  y Antauro Humala

Indiscutiblemente América Latina sigue atentamente la actividad electoral en el Perú. Opiniones deferentes se han expresado fuera y dentro del país. La especulación se eleva en torno a los dos candidatos que irán a una segunda encuesta electoral el 5 de junio: Keiko, la hija de Alberto Fujimori y Ollanta, el amigo de Hugo Chávez.
Aunque el 43.98 % de los votos en la primera vuelta electoral se repartió entre los candidatos perdedores Pedro Pablo Kuczynski, Toledo y Castañeda el resultado final fue favorable, en primer lugar a Ollanta Humala con un pobre porcentaje del 31.73 % y Keilo Fujimori con un poco representativo 23.49 %. Ninguno de los dos representa la opinión mayoritaria de la nación.
Hablando de estos resultados, Julio César Pineda de la redacción de EL UNIVERSAL caraqueño escribió en un artículo de opinión: “Nadie esperaba ni deseaba ese resultado, donde el futuro del Perú ahora depende de dos populistas, Ollanta Humala y Keiko Fujimori”.
Por su parte Ana María Correa Crespo de EL COMERCIO de Ecuador, se preguntó: “¿Cómo es posible que Perú que tiene niveles insuperables de crecimiento y bonanza económica se encuentre ante la disyuntiva de escoger entre el “sida” y el “cáncer” como lo puso Vargas Llosa al referirse a Humala y Fujimori, los finalistas de la contienda presidencial?”
El columnista de CORREO, diario limeño, Martín Santivañez expresó: “Destruidos el centro y las derechas por la loca ambición de sus líderes, los peruanos tenemos que elegir entre el pretorianismo de izquierda, de filiación velasquista, y el veneno sutil del fujimorismo. He aquí una nueva paradoja republicana, una más de las que salpican nuestra historia”.
La sombra del pasado se proyecta ominosa sobre las dos personalidades que pugnarán en el balotaje del 5 de junio. Mientras algunos comentaristas destacan la vinculación de Keiko con la administración de Fujimori-Montesinos, otros resaltan el pasado militar de Ollanta, su vinculación con la filosofía del velazquismo y hasta sus supuestos actos de violencia militar, sin despreciar su posición a favor del Socialismo del siglo XXI impulsado por Hugo Chávez.
Así lo presenta Julio César Pineda: “La hija de Fujimori viene con la obra antidemocrática de su padre en los años 90. Con Humala no se puede olvidar el acercamiento a Hugo Chávez y su solidaridad en el 2006 con este socialismo militarista. No se puede olvidar al golpista Humala a quien la amnistía le permitió incorporarse a la política, sus crímenes cuando era militar en la provincia andina de Huánuco”.
Martín Santivañez haciendo referencia a los conflictos de intereses de los dos candidatos, afirma: “Es probable que el próximo presidente del Perú tenga que ir a la cárcel a compartir su triunfo con un padre corrupto o con un hermano felón”. Alberto Fujimori condenado a 25 años de prisión por crímenes de lesa humanidad en los casos de Barrios Altos y La Canuta y Antauro Humala, también condenado a 25 años de prisión por los sucesos del asalto que dirigió contra la Comisaría Sectorial de Andahuaylas donde fueron asesinados cuatro policías, En Julio de 2009 el Tribunal Constitucional ratificó su sentencia negándose a concederle su pedido de excarcelación.
Mientras que Humala se distanció de Hugo Chávez durante la campaña diciendo que no compartía el modelo que el venezolano quiere implantar en su país  y expresó que seguiría el modelo del Brasil, Keiko Fujimori, cuenta con el respaldo de los simpatizantes de Alberto Fujimori que recuerdan que derrotara a Sendero Luminoso y resolviera el problema de la hiperinflación.
Mario Vargas Llosa, premio Nobel de Literatura 2010 en declaraciones a LA VANGUARDIA de Barcelona afirmó que Humala es un “Chávez con un lenguaje abrasileñado, la catástrofe". En cuanto a Keiko Fujimori, dijo que con ella en el poder  “los criminales y los asesinos pasarían de la cárcel al gobierno”. Vargas Llosa que había prometido su apoyo al ex presidente Alejandro Toledo declaró tras los resultados que colocaban a Fujimori y Humala para competir en el balotaje del 5 de junio declaró ahora que nunca daría su voto a Keiko Fujimori basando su opinión en que “sería deshonroso que los peruanos reivindicaran una de las dictaduras más atroces que hemos tenido”.
Ante el conflicto de elegir al mejor candidato o al menos malo, el laureado escritor aseguró: “El Perú tiene dos opciones: el suicidio o el milagro”. En un aparente cambio de posición con respecto a Ollanta Humala expresó que “la única manera de que Humala puede convencer de que ha cambiado, de que hoy día es más Lula que Chávez, es si hace unas alianzas muy concretas, sobre proyectos concretos”. “Quiero ver qué va a pasar, cuáles son realmente las condiciones en las que él va a establecer alianzas. Vamos a ver, el tiempo lo dirá y cuando llegue el caso pues explicaré las razones por las que tomaría esta decisión (votar a favor)”.
La columnista de CORREO, María Cecilia Villegas, reaccionó en contra del presumible apoyo de Vargas Llosa a Ollanta Humala afirmando que ella votaría por Keiko, “aunque el mezquino Nobel peruano sea capaz de apoyar a Ollanta. ¿Se le olvidaron sus principios libertarios? Sus rencores y enconos personales pueden más. Keiko no puede ser responsable de los actos de su padre y aquel que lo crea es tan mezquino como el Nobel”.
Villegas en su artículo de opinión, dirigiéndose a un posible lector anotó: “Usted y yo sabemos que Ollanta es muy peligroso, sin importar cuántas camisas blancas se ponga ni cuantas veces cambie su discurso. El es un radical de izquierda y sus propuestas significan un retroceso en el desarrollo del país, alejarán la inversión y con ella los puestos de trabajo y el crecimiento”.
Ana María Correa Crespo de El Comercio de Ecuador respondiendo a la pregunta que  había formulado dijo: “La respuesta (a la disyuntiva de escoger entre el “sida” y el “cáncer”)  se encuentra en las debilidades y falencias del milagroso modelo peruano, que en su camino de florecimiento, ha dejado a millones sin disfrutar de sus bondades. Y la lección es cristalina, un modelo en el que sistemáticamente se mantienen excluidas grandes porciones de la población, y en donde no se transforma tanto su sistema educativo como las instituciones de la democracia -partidos políticos entre ellos, no olvidemos la crisis del APRA-, está condenado a la posibilidad del abismo existencial”.
Previendo el conflicto de intereses que influyen sobre los dos candidatos, PPK (Pedro Pablo Kuczynski) propuso a ambos candidatos que van a la segunda vuelta, que suscribieran un compromiso por la democracia llamado “Pacto por el Perú” que plantea el compromiso de quien resulte electo de “respeto a la Constitución y rechazo a cualquier intento de perpetuación en el poder”; “el deslinde claro contra la corrupción del pasado” y, en clara referencia a un indulto presidencial que se dictara a favor de Alberto Fujimori o de Antauro Humala, el propuesto Pacto establece además el rechazo a la impunidad a los que en el pasado cometieron crímenes contra la humanidad; exige también el apoyo incondicional a la libertad de expresión y a los Derechos Humanos, a la promoción del desarrollo económico para todos los habitantes y regiones del Perú y el mantenimiento de una economía de mercado con apoyo estatal y privado para mejorar la calidad de vida de los más necesitados.
Keiko inmediatamente declaró que suscribiría el Pacto, en tanto que los asesores de Ollanta prometieron que lo analizarían; no obstante entre los peruanos hay quienes consideran que Kuczynski no tiene por qué meterse a árbitro y marcar condiciones al posible ganador de la segunda vuelta.
La incógnita está presente ¿Ganará Keiko o será Humala el próximo presidente de Perú? El conflicto queda patente. Si Keiko triunfa, ¿gobernará ella o gobernará su padre como la eminencia gris detrás del trono y el retorno al fujimorismo? Si resulta electo Humala ¿Continuará la línea liberal que ha traído avances económicos en Perú o se entregará a Chávez y al ALBA imponiendo las tesis del Socialismo del Siglo XXI?
La duda que queda pendiente ¿Cualquiera que de los dos gane, llevará a cabo una política inteligente que no deje de lado las aspiraciones de mejor estándar de vida de los sectores más necesitados en el país andino?

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