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miércoles, 7 de agosto de 2013

Capriles en bandeja roja


Alexander Cambero. EL UNIVERSAL

Onorio Marinari: "Salomé con la cabeza de Juan el Bautista
Detrás de la miserable acción de allanarle la inmunidad al diputado Richard Mardo, se mueve toda una confabulación que busca acorralar a Henrique Capriles Radonski. El régimen apuesta por ir liquidando todos los espacios, para poder instaurar el totalitarismo en forma definitiva. Es un libreto inspirado en la experiencia cincuentenaria del régimen cubano, con habilidad van pulverizando el Estado de Derecho, hasta que el adversario queda indefenso frente al inmenso poder de un estado al servicio del interés perpetuo. La obsesión que tiene el gobierno cubano por Henrique Capriles, es tan grande que últimamente se han multiplicado las reuniones para estudiar la posibilidad de acosarlo hasta convertirlo en polvo cósmico. Ellos no entienden cómo un gobierno con todo el poder, no puede terminar de controlar a la nación después de quince años. Una fuente digna de todo crédito, indica que cada actividad del excandidato presidencial, es seguida al milímetro por funcionarios del G2 cubano. Ellos anduvieron monitoreando la gira de Capriles por Chile y Perú, aseguran que un agente a quien llaman Heriberto Breñas, se encargó de todo el procedimiento desde que éste partió de Maiquetía.

Lo que viene ahora es todo un plan para arreciar la persecución en contra de los líderes de la oposición venezolana. Se acabaron los mecanismos de aparentar un respeto por la normativa democrática, el Gobierno sabe que crece el rechazo por la gestión de Nicolás  Maduro. Que las instituciones gozan de un descrédito que hacen que sus ejecutorias sean vistas como viciadas por los intereses del régimen. Ya la población sabe que cualquier decisión que tomen es una orden que partió desde arriba.

Asimismo, las últimas encuestas reflejan un deterioro profundo del Gobierno, sobre todo en los sectores populares. Allí en donde descansó el apoyo mayoritario del Presidente caído, hoy se siente una profunda decepción que hace que las bases de este régimen estén en su peor momento.

El gobierno venezolano baila como Salomé para sus amos cubanos, no se cansan de arrastrarse solicitándoles ayuda para poder colocar la cabeza de Capriles en bandeja roja. Danzan sin la gracia de la pérfida mujer del pasaje bíblico, hacen el mejor esfuerzo para vender a su país y de paso destruir al líder democrático que los tiene al borde del colapso. Afortunadamente Henrique Capriles está libre de esas maquinaciones. La inmensa mayoría de los venezolanos cree que su liderazgo encabeza toda una esperanza que terminará imponiéndose más temprano que tarde. Se quedarán con los crespos hechos aquellos que piensan en vernos derrotados, somos millones de ciudadanos que hemos tomado la decisión de ser libres. No queremos ser satélites de la oprobiosa dictadura cubana. Llegó la hora de liberarnos de su maquiavélica influencia.

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