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lunes, 8 de julio de 2013

Espías buenos, espías malos


Félix R. Chacón. EL UNIVERSAL

Hace unos meses acusaron a un cineasta de espía[1] y lo metieron preso sin más. Solo para dejarlo en libertad tiempo después corroborándose que la acusación no tenía ninguna base jurídica o real.

Ahora ya se comenta que se ha fabricado una cumbre en Rusia a raíz del asunto Snowden para tener acceso a él en el aeropuerto de Moscú, conocer de primera mano sobre la importancia así como las posibles implicaciones de las informaciones supuestamente reveladas a otros países. También estudiar acerca de las posibilidades de asilo, y se comenta que hasta si se le transporta hasta Caracas en el mismo avión en el que viaja Maduro.

En casa fabricamos espías y los metemos presos con discursos rimbombantes de soberanía nacional y cantos de "abajo el imperio", aunque infundadamente como quedó establecido por la liberación y posterior expulsión del "espía". No le da la mente a uno, lego en el tema, que siendo espía se pueda dejar en libertad, así que tomamos como cierto que se le acusó y apresó violándole sus derechos.

El "espía" que cayó de Hollywood era un espía malo. Snowden por el contrario ha de ser uno bueno, tanto que se lo pelean varios estados de estos que ven espías en todos lados y los apresan inconstitucionalmente. Todos quieren salvarlo para que no sea devuelto a EEUU en un acto motivado por los más altos intereses en preservar los DDHH del Sr. Snowden. Para el que se quiera creer esa historia. Y aquí habría que recordar que de Snowden no solo se sospecha que es un espía, sino que detenta el título.

Lo cierto es que su país lo reclama para someterlo a la justicia y enjuiciarlo para que se determine si con sus acciones infringió las leyes que regían sus actividades como funcionario de la CIA.

Pero para los humanitarios que se pelean por ofrecerle y darle asilo, este espía bueno sí tiene DDHH que resguardarle, mientras que el "espía" malo que supuestamente habían agarrado con las manos en la masa, venía equipado con DDHH defectuosos, tipo tapa amarilla.

Vale ahondar en el asunto y considerar que el "espía malo" era tan malo, que había que meterlo preso de una vez y sin más consideraciones, y aunque quedó establecido que no lo era, había que expulsarlo sin más excusas, sin sus pertenencias,  y sin una debida aclaratoria a la opinión pública que ayudara a entender lo que había pasado. Se salvó de que no lo enviaran a su país con las siglas EM (espía malo) marcadas en la frente.

Pero otro espía bueno, este confeso de acuerdo a una grabación al parecer incontestable que sirvió para que la Fiscalía abriera una investigación, y donde se le escucha reportar a un supuesto funcionario de inteligencia de otro país, asuntos sensibles a la seguridad del Estado venezolano y sobre funcionarios de la más alta envestidura gubernamental y de los poderes públicos, solo calificó para hacerle una invitación a ser entrevistado como testigo a pesar de que es él quien se implica en los hechos como se desprende de la grabación.

Mientras tanto la papa caliente sigue en el aeropuerto de Moscú esperando que algún humanitario le dé una ayudadita. Todo sin intención alguna, y serían capaces de jurar que jamás hurgarían en sus bases de datos para conocer el contenido de las mismas.



[1] Timothy Tracy, mientras se encontraba filmando un documental en Venezuela fue acusado por Nicolás Maduro de financiar las protestas en su contra por instrucciones de la CIA

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