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jueves, 11 de abril de 2013

¿Qué pasó en la Batalla de Maracapana?


Prodavinci

Estatua del Cacique Tiuna ubicada en la Plaza Tiuna, Caracas
No existe ninguna referencia histórica de la maldición de Maracapana. Así que tal noción puede interpretarse como la intención de ver la Batalla de Maracapana un referente capaz de despertar una alegoría esotérica que pueda convertirla en una manera de desear el mal. Aunque los territorios de lo esotérico dependen de regiones de coincidencia cultural y religiosa, pero sobre todo de cuanto logre afianzarse en la cultura popular, es necesario saber qué pasó en Maracapana para conocer el hecho histórico.

La Batalla de Maracapana, uno de los eventos más antiguos de la historia bélica venezolana, es ubicada por los historiadores entre 1567 y 1568, en una ciudad de Caracas recién fundada y que tiene lugar en lo que ahora se conoce como Catia, cerca de la desaparecida laguna, donde hoy queda el Parque del Oeste.

Algunos datos afirman que sólo los hombres que comandaba Guacaipuro, el líder estratégico del ataque, sumaban casi dos mil. La cifra puede multiplicarse de acuerdo con la idea de que participaron dieciséis caciques. La superioridad numérica era uno de los factores determinante de la estrategia escogida por Guaicaipuro, quien decidió iniciar el avance ofensivo con un ataque sorpresa antes de conseguirse con las otras tropas que completaban la coalición.

Sin embargo, al parecer la suerte favoreció a Diego de Losada, pues sin saber de los planes de ataque, el conquistador había asignado la tarea de buscar alimento y otras provisiones a Pedro Alonso Galeas y un grupo de sus hombres. Y ese grupo se consiguió con la avanzada de Guaicaipuro antes de lo que el líder aborigen esperaba. Los españoles decidieron no darle una respuesta frontal a un ataque que las circunstancias convirtieron en inevitable.

La decisión de Alonso y Galeas fue optar por distraerlos con ataques repetidos sistemáticamente. De este modo, lograron resistir hasta la llegada de la noche. La larga espera de unas tropas indígenas que esperaban la llegada de Guaicaipuro al mediodía, la falta de coordinación entre ese ataque sorpresa y el resto de la estrategia, sumado al mal tiempo, hicieron que algunos de los grupos armados de los indígenas empezaran a retirarse.

En Maracapana, Tiuna quedó al mando de un ejército que los estudiosos ubican sólo entre 10.000 y 14.000 hombres, armados sólo con lanzas, arcos, flechas y algunas otras armas. Pero ya Losada estaba al tanto del ataque, así que llega hasta Maracapana con uno 300 soldados y, además, los aliados indígenas que en buena parte venían desde El Tocuyo con el español. No tenía la ventaja numérica de su parte, pero con sus arcabuces, armaduras y caballos eran prácticamente los dueños de un ventajismo feroz. Además, con Guaicaipuro detenido por la confrontación, el combate se transformó en un evento sangriento que hizo una mella en las poblaciones indígenas de la que jamás pudieron recuperarse.

La muerte del cacique Tiuna es de las más conocidas y épicas. Fue el último cacique en caer. Peleaba con el llamado “palo de guaica” en alto y, cuenta la historia, media espada clavada en él, gritando y desafiando a Diego de Losada. Un oficial arremetió contra el cacique, quien esquivó el golpe y pudo atravesarle la pierna, tumbándolo del caballo. Cuando otros tres españoles vinieron en ayuda del suyo, Tiuna los enfrentó. Pudo con dos de ellos, pero al atacar al tercero una flecha disparada por uno de los indígenas que estaban del lado de los españoles le atravesó la espalda.

Esta victoria de los españoles terminó de agrietar la unión y la fuerza de los indígenas que había mantenido el poder en el valle durante años. La muerte de Guaicaipuro días después, a manos de los hombres de Francisco de Infante guiados por nativos, desmoralizó a los pobladores y les permitió a los españoles ocupar Caracas.

Pasado el tiempo, los pueblos indígenas que apoyaron a los españoles terminaron sometidos por la conquista e incluso asesinados.

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