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domingo, 15 de julio de 2012

¿Te enteraste ahora, Chávez?


Mario J. Viera

Ahora, a pocos meses de las elecciones, se entera Hugo Chávez que los viales venezolanos son un desastre. Las calles caraqueñas ya comienzan a reditar el mismo paisaje que ofrecen las calles habaneras, huecos por todos lados, solo falta que por ellas corran los albañales, parece contagio ideológico chavista-castrista.

En Anzoátegui, este jueves, se queja Chávez del estado de las calles y decide dar impulso a la Fiesta del Asfalto o, quizá, Fiesta de huecos como Miguel Rivas del partido Primero Justicia definiera el deterioro vial. Así, el oficialista AVN, en su edición del 11 de julio celebra el inicio de la llamada fiesta de zurcido vial afirmando que ese día “se desarrollan trabajos de recuperación entre los kilómetros 0 y 25 de la carretera de El Junquito, estado Vargas, como parte de la Fiesta del Asfalto”. Para la próxima semana AVN cita a Rossana Sánchez, viceministra de infraestructura y vialidad, diciendo que “se estará trabajando en la avenida Venezuela de El Rosal, en la Parroquia Coche, la avenida Baralt, El Recreo, Catia y Puente Hierro. También se realizarán trabajos de asfaltado en la vía alterna la autopista Caracas-La Guaira”.

Ante los reclamos, Chávez dice ahora, luego de 14 años en el gobierno: “Yo también me quejaría de las cosas que no funcionan pero no van a apoyar a la burguesía porque eso sería traición”. Una excusa junto a una amenaza. Se lava las manos y de paso infiere que un apoyo al candidato opositor significa traición porque para Chávez los opositores son todos miembros de la burguesía sin tener en cuenta que los “revolucionarios” se interesan solo en mantenerse en el poder sin que les incumba que por su desidia languidezcan las ciudades.

Me sumo a la queja por el estado de las calles y por las fallas pues que hay, me toca a mí parte de la responsabilidad, aun cuando no es mi responsabilidad directa estar asfaltando calles, me pondré yo mismo a dirigir un plan”, añadiría Chávez.

Henrique Capriles Radonski replicó este viernes al mandatario, al otro candidato en campaña electoral: “Ayer el otro candidato llegó a quejarse de su propio Gobierno. Que irresponsable. Es el colmo que el que tiene 14 años en el poder venga a ponerse del lado de la queja. El que no pudo en 14 años, no podrá en 6 años. Invitamos al otro candidato a votar por este proyecto. Venimos a resolver”.

Tal parece que existe una infestación de conductas similares entre los cabecillas del Socialismo del Siglo XXI. Chávez se suma a las quejas que durante sus casi dos décadas y media de “gobierno” se han estado escuchando, al menos en lo referente a las calles y carreteras de Venezuela, aunque omite hablar o quejarse de la inseguridad o del desabastecimiento que se vive en el país. Raúl Castro se queja también de los errores que se cometieron en cinco décadas de gobierno castrista. El primero lo hace como interés de campaña electoral; el segundo para ganar tiempo y fabricar esperanzas, nuevas esperanzas llamadas a ser solo cantos de sirenas.

Tuvo Chávez, como hiciera ver Capriles, 14 años para resolver los acuciantes problemas presentes en la sociedad venezolana, ¿necesitará 14 años más para ello? Raúl Castro quizá necesite medio siglo más para componer el desastre que el “gobierno” de su hermano y de él mismo generara a lo largo y ancho de todo el territorio nacional; ¿necesitará producir mucha moringa y criar muchos cuys para solucionar el desabastecimiento de alimentos que sufren los cubanos?

Según una propaganda televisiva de la campaña chavista un hombre afirma que primero está Dios y después su comandante, haciendo de Chávez un sustituto de Jesucristo. El mesías que no hace milagros y que todo lo que toca se transforme coprológicamente.

Vale la exhortación de Capriles; por qué, en lugar de quejarse, lo mejo que Chávez pudiera hacer es votar por el proyecto que impulsa Henrique Capriles. Vale también el consejo para el generalito que detenta el poder en Cuba, en lugar de quejarse de los burócratas y tratar de ponerle curitas de mercurocromo al sistema con reformitas de mentirillas, lo que mejor pudiera hacer sería llamar a la formación de partidos independientes y convocar a elecciones libres y transparentes para que los cubanos decidan soberanamente qué camino emprender.

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